/ martes 21 de mayo de 2019

RESCATE TIERRA


Tiempo de contradicciones

Hoy lo que vemos, no es. Los valores y hasta los conocimientos comprobados con leyes, con la física, la química, fisiología y valores. Ya no tienen peso. Todo es relativo y se refiere a la percepción de cada persona, grupo social, país, empresa y escuela.

Lo que antes era malo, ha dejado de serlo. Mentir, antes considerado un anti valor, hoy se justifica con la palabra, sólo si es necesario, fue para no hacer daño o fue una mentira piadosa, cuando antes una persona que siempre decía la verdad era atesorada.

Corromperse, era signo de perversión y hoy es sinónimo de éxito. Un ser corrupto, en putrefacción moral y espiritual, quien justifica el daño que hace según su conveniencia es dañino a la persona, la sociedad y humanidad. Si todos nos corrompemos, quien dirá que es bueno y malo. Dañar a otro ser humano de la forma que sea, es malo y falto de amor.

En libros de hace mas de 2 mil años, que establecen normas de comportamiento social y sanciones para quienes las rompen como el Corán, La Biblia y el Código de Hammurabi, definen la mentira como algo no deseado en los valores sociales. Quien miente, puede dañar a otra persona con sus palabras.Quién roba, engaña o pervierte a otros, lesiona a la sociedad en que habita. En esos tiempos, se castigaba con la vida a los malos arquitectos, al que calumniaba a otro, al que abusaba de mujeres o niños y hasta a los jueces corruptos. Hoy eso se menciona para conocimiento general y poco como práctica habitual.

Recuerdo mucho la historia del “rey que va desnudo”, porque lo engañaron diciéndole que las ropas que vestía eran tan especiales y finas, que sólo las personas más educadas e inteligentes, podían verlas. Hasta que unos niños, sin malicia y sin engaño lo vieron y gritaron: El rey esta desnudo.

Así la sociedad actual se desnuda de sus valores y conocimientos principales, para parecer vanguardista, adelantada a su tiempo, sin darse cuenta que acelera la descomposición social, perdiendo los valores más esenciales. En ese proceso ataca a lo más preciado para México, su riqueza humana. Y los pervertidores necesitan una nueva generación a modo, para impulsar las nuevas políticas publicas que avalarán el comportamiento social, por eso dirigen su mensaje menores de edad, que apenas forman su criterio y que ante el abandono de padre y madre, -no por gusto- por la necesidad de sustento económico, son educados por malos consejeros y tecnologías cuya misión no es formar hijos sanos y productivos, sino vender ideologías y productos materiales y sociales que enriquezcan más, a los poderosos del planeta. Todo se mide en dinero.

Confieso que me sorprendió en días pasados, la presencia de algunos niños que presumían su preferencia sexual, menores de edad bisexuales, homosexuales y lesbianas que ante el aplauso desaforado de los asistentes al evento, en el Senado de laRepública, proclamaban su supuesta preferencia. Ante esto, medite en el texto constitucional, que define a la familia como la célula básica de la sociedad mexicana, consideré a los niños como los futuros ciudadanos y me entristecí por lo que la sociedad quiere hacen ellos.

Me trasladé a los tiempos de los grandes educadores que exaltaban la importancia del ejemplo en la educación. Hijos e hijas a imagen de padre y madre.

Las cosas cambian tan rápido, por la influencia en los medios, de expertos en comunicación que transforman lo negro en blanco, la vida en muerte, la luz en tinieblas. Qué tiempos aquellos en que nos horrorizaba ver en las calles de China, cadáveres de bebés muertos y abandonados por sus padres, porque era delito tener más de un hijo en China y las mujeres eran poco apreciadas y las mataban igual. Hoy hasta buscamos legalizar el aborto.

Es como permitir el mal, mientras el mal no nos toque… Corrupción


Tiempo de contradicciones

Hoy lo que vemos, no es. Los valores y hasta los conocimientos comprobados con leyes, con la física, la química, fisiología y valores. Ya no tienen peso. Todo es relativo y se refiere a la percepción de cada persona, grupo social, país, empresa y escuela.

Lo que antes era malo, ha dejado de serlo. Mentir, antes considerado un anti valor, hoy se justifica con la palabra, sólo si es necesario, fue para no hacer daño o fue una mentira piadosa, cuando antes una persona que siempre decía la verdad era atesorada.

Corromperse, era signo de perversión y hoy es sinónimo de éxito. Un ser corrupto, en putrefacción moral y espiritual, quien justifica el daño que hace según su conveniencia es dañino a la persona, la sociedad y humanidad. Si todos nos corrompemos, quien dirá que es bueno y malo. Dañar a otro ser humano de la forma que sea, es malo y falto de amor.

En libros de hace mas de 2 mil años, que establecen normas de comportamiento social y sanciones para quienes las rompen como el Corán, La Biblia y el Código de Hammurabi, definen la mentira como algo no deseado en los valores sociales. Quien miente, puede dañar a otra persona con sus palabras.Quién roba, engaña o pervierte a otros, lesiona a la sociedad en que habita. En esos tiempos, se castigaba con la vida a los malos arquitectos, al que calumniaba a otro, al que abusaba de mujeres o niños y hasta a los jueces corruptos. Hoy eso se menciona para conocimiento general y poco como práctica habitual.

Recuerdo mucho la historia del “rey que va desnudo”, porque lo engañaron diciéndole que las ropas que vestía eran tan especiales y finas, que sólo las personas más educadas e inteligentes, podían verlas. Hasta que unos niños, sin malicia y sin engaño lo vieron y gritaron: El rey esta desnudo.

Así la sociedad actual se desnuda de sus valores y conocimientos principales, para parecer vanguardista, adelantada a su tiempo, sin darse cuenta que acelera la descomposición social, perdiendo los valores más esenciales. En ese proceso ataca a lo más preciado para México, su riqueza humana. Y los pervertidores necesitan una nueva generación a modo, para impulsar las nuevas políticas publicas que avalarán el comportamiento social, por eso dirigen su mensaje menores de edad, que apenas forman su criterio y que ante el abandono de padre y madre, -no por gusto- por la necesidad de sustento económico, son educados por malos consejeros y tecnologías cuya misión no es formar hijos sanos y productivos, sino vender ideologías y productos materiales y sociales que enriquezcan más, a los poderosos del planeta. Todo se mide en dinero.

Confieso que me sorprendió en días pasados, la presencia de algunos niños que presumían su preferencia sexual, menores de edad bisexuales, homosexuales y lesbianas que ante el aplauso desaforado de los asistentes al evento, en el Senado de laRepública, proclamaban su supuesta preferencia. Ante esto, medite en el texto constitucional, que define a la familia como la célula básica de la sociedad mexicana, consideré a los niños como los futuros ciudadanos y me entristecí por lo que la sociedad quiere hacen ellos.

Me trasladé a los tiempos de los grandes educadores que exaltaban la importancia del ejemplo en la educación. Hijos e hijas a imagen de padre y madre.

Las cosas cambian tan rápido, por la influencia en los medios, de expertos en comunicación que transforman lo negro en blanco, la vida en muerte, la luz en tinieblas. Qué tiempos aquellos en que nos horrorizaba ver en las calles de China, cadáveres de bebés muertos y abandonados por sus padres, porque era delito tener más de un hijo en China y las mujeres eran poco apreciadas y las mataban igual. Hoy hasta buscamos legalizar el aborto.

Es como permitir el mal, mientras el mal no nos toque… Corrupción