Abran decía y tocaba con firmeza la puerta. Era Porfirio Muñoz Ledo, en el exterior de las Instalaciones de FM Globo Toluca, estábamos en la transición político electoral de 1993 - 1994 y quería se le entrevistara en el Noticiero cuyo titular era Alejandro Maldonado, quien había viajado fuera del país a recibir un premio, razón por la cual me tocó conducir por un tiempo, tan importante espacio.
Muñoz Ledo, insistía en la puerta, aunque no se había definido la entrevista. Ante la oportunidad de escuchar su posición de cara a las elecciones, entonces los procesos local y federal del Estado de México, estaban separados por un año y en las federales con Luis Donaldo Colosio y Diego Fernández de Ceballos, se antojaba un final de historia, y así fue.
Porfirio se acomodó en la cabina del noticiero, en la ventana estaba Don Rafael Tinoco, quién era gerente de la estación, propiedad de la familia Zorrilla y la entrevista comenzó.
En su particular estilo, que sólo admitía preguntas precisas de acuerdo a lo que quería contestar y posicionar, para marcar agenda política, Muñoz Ledo, argumentaba las razones del porqué apoyar a la izquierda, porqué era necesario quitar el poder al PRI, negárselo al PAN y otorgarlo al recién formado PRD. Los cuestionamientos en contra, los rechazaba, su visión era clara y cuando una tema le parecía adverso a sus ideas, cargaba con fuerza contra el entrevistador.
Fue muy interesante el momento, después vinieron mas personajes todos con su estilo y visión, pero con diferente visión a la de Porfirio, para dar noticia y generar un clima de opinión. Por ello, la nota que menciona como “Morena, sale de su corazón” en el Poder Legislativo Federal, no es tema menor. Muñoz Ledo, no esta de acuerdo en parte del trabajo legislativo realizado en la Cámara Federal, tal vez le molestan los mensajes contradictorios respecto a la intervención del Ejercito en labores que corresponden a la policía, o la política energética o el intento del Ejecutivo por controlar el presupuesto sin la intervención del Legislativo o la amenaza que sufre el contexto de la separación de poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para que nadie contradiga al máximo líder en el país –hasta antes del COVID-19-, o la idea de la reducción de salarios.
Y es que quizá, ante el descontento social y la pérdida de legitimidad, la capacidad prospectiva de Don Porfirio, en temas político – electorales y de gobierno, lo llevan a marcar agenda y desmarcarse de la forma en que desde el poder, imponen políticas públicas que afectan al empresariado, a los investigadores, a los ricos, los pobres, los maestros, el sector salud, los partidos políticos y a todo lo que en alguna forma, tenga una visión contraria a la línea oficial, en un primer momento.
¿Hacia adonde va Muñoz Ledo? Habrá que observar, analizar y aprender.
