Saber que existe un problema, no significa que se solucione. Escribas y fariseos hipócritas les decía Jesús a los personajes ilustrados de su tiempo, y agregaba, enseñan al pueblo cosas que ustedes no practican e igual que hace 2 mil años, había corrupción y nada la solucionaba, la gente mentía, había inseguridad por la amenaza de la guerrilla zelota, dominación de un imperio, religiosidad, mucha espiritualidad y poca congruencia. Se hablaba de respeto a la vida, pero Herodes, mandó matar a los niños de 3 años, se pedía tolerancia, y adulteras, prostitutas y homosexuales, enfrentaban a la muerte de ser descubiertos.
Quienes practicaban tales cosas, tenían conocimiento del daño que se hacían, del riesgo que corrían. Conocían el problema, pero tenían poca voluntad para solucionarlo.
Actualmente, hablamos mucho de contaminación, del cambio climático, de la necesidad de verificar los automóviles, del incremento de la violencia e inseguridad, del robo, la drogadicción en venta y consumo, de la reducción de oportunidades educativas, el libertinaje moral de la sociedad, la obesidad, la violencia intrafamiliar, la trata de personas, la escases de agua que tendremos en algunos años y el crecimiento de zonas desérticas. Tenemos conocimiento de todo lo que vamos a sufrir, si no actuamos con conciencia, sin embargo, las acciones son insuficientes.
Una película setentera conocida en español por el nombre “Cuando el destino nos alcance” habla de las consecuencias, sociales, alimentarias, ecológicas, financieras y de seguridad que vivirá la humanidad como resultado de la deshumanización, sobreexplotación y destrucción del planeta y como el hombre, no hace nada, “La fuga de Logan”, “Blade Runer”, “1980”, “El llano en llamas y hasta Pito Pérez” son nombres de películas y libros que ilustran estos temas, y… no pasa nada.
Tenemos conocimiento de la destrucción del mundo, pero no hay conciencia y compromiso, acompañados de acciones para detener su muerte, muchas cosas se limitan a diagnósticos, proyectos y declaraciones de lo que se puede hacer, porque las acciones no alcanzan. La realidad nos ha sobrepasado.
La inseguridad creció y en consecuencia necesitamos una Guardia Nacional y más y mejores policías que garanticen la ley y el orden, por encima de la corrupción, que afecto a todas las instituciones públicas y privadas y que limitan el funcionamiento honesto de la sociedad. Tenemos conocimiento del cambio climático, de la destrucción de ecosistemas, del agotamiento del recurso hídrico, pero no hay la conciencia para ejecutar actos que detengan la muerte.
Requerimos una conciencia que incite a la acción. Que nos levante y motive a cambiar las cosas que aún podemos cambiar, México nos necesita despiertos, valientes, decididos, amorosos con esta Patria en la que nacimos y con nuestros hermanos.
Presidente de Proyecto Jord Lu'um A. C.
Licenciado en Comunicación egresado de la UAEM
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