/ sábado 13 de noviembre de 2021

Vox Populi | La caída de la clase media 

El año de la pandemia represento una regresión en el bienestar ganado en la década pasada, y esta es una mala noticia porque perdemos todos. Entre los efectos más negativos, destaca una pérdida de 6.3 millones de clasemedieros. De acuerdo a una estimación del INEGI basada en la encuesta nacional de ingreso y gasto (ENIGH), pasamos de 53.5 millones en 2018 a 47.2 millones de clase media en 2020. A la luz de crisis recurrentes en America Latina, la caída de las clases medias son cicilicas, disminuyendo despues de crisis, como la financiera de 1995, la crisis global de los alimentos en 2008, o por la pandemia en 2020.

Otro de los efectos adversos es el ensanchamiento de la base de la pirámide, de tal forma que tras la pandemia creció el número de personas de clase baja, es decir se termina por exacerbar la desigualdad, lo que provoca condiciones aún más difíciles para salir del atraso.

La caída significa una regresión a los niveles de 42.4% en 2010. El crecimiento de la economía registrada principalmente en la primera mitad de la década pasada ayudó a una recuperación de la clase media para ubicarse en 46.7% en 2018. Sin embargo, el duro réves que represento el confinamiento por la pandemia, y el desempleo contribuyó a una histórica caída de la economía de –8% en la pandemia, y un decrecimiento de la clase media para ubicarse en 42.2% en el año con más contagios del coronavirus.

El mismo reporte señala que la población de clase alta también disminuyó, al pasar de 1.8 millones en 2018 a poco más de un millón el año pasado, mientras que la población de clase baja se incrementó 11% en los últimos dos años, al pasar de 69.9 millones a 78.5 millones de personas.

Algunas de las medidas para disminuir los efectos adversos de la crisis han sido la transferencia de subidisios directos a poblaciones vulnerables, principalmente las de más bajos ingresos. Brasil llama la atención por la gran cantidad de subsidios que alcanzan 67 millones de personas de menores ingreso. En el mismo sentido, los subsidios directos del gobierno de Joe Biden durante la pandemia han alcanzado trillones de dólares para generar un ambiente positivo de consumo en el vecino país del norte, sin embargo también genera externalidades, contribuyendo a la inflación, y a partir de noviembre de este año, comenzó el llamado “tapering”: la disminución gradual de medidas extraordinarias de política monetaria expansiva tomadas durante la crisis.

La caída de las clases medias y el ensanchamiento de la base de la pirámide se da en el contexto de un galopante crecimiento de los precios de los alimentos y los energéticos que supera el 20%. Oficialmente, Banco de México e Inegi han anunciado 6% de inflación que supera los rendimientos de las tasas de ahorro en CETES que rondan el 5%.

Somos testigos de una caída del poder adquisitivo y del bienestar social de todas los niveles socioeconómicos, cuyos efectos principales son una pérdida de la clase media y el ensanchamiento de la base de la pirámide. Parece que la pandemia vino como anillo al dedo para reducir clasemedieros, a la población acusada por el Presidente como aspiracionista, consumista y egoísta, sin embargo también trajo consigo el crecimiento de la clase baja, y de la pobreza en el país.


El año de la pandemia represento una regresión en el bienestar ganado en la década pasada, y esta es una mala noticia porque perdemos todos. Entre los efectos más negativos, destaca una pérdida de 6.3 millones de clasemedieros. De acuerdo a una estimación del INEGI basada en la encuesta nacional de ingreso y gasto (ENIGH), pasamos de 53.5 millones en 2018 a 47.2 millones de clase media en 2020. A la luz de crisis recurrentes en America Latina, la caída de las clases medias son cicilicas, disminuyendo despues de crisis, como la financiera de 1995, la crisis global de los alimentos en 2008, o por la pandemia en 2020.

Otro de los efectos adversos es el ensanchamiento de la base de la pirámide, de tal forma que tras la pandemia creció el número de personas de clase baja, es decir se termina por exacerbar la desigualdad, lo que provoca condiciones aún más difíciles para salir del atraso.

La caída significa una regresión a los niveles de 42.4% en 2010. El crecimiento de la economía registrada principalmente en la primera mitad de la década pasada ayudó a una recuperación de la clase media para ubicarse en 46.7% en 2018. Sin embargo, el duro réves que represento el confinamiento por la pandemia, y el desempleo contribuyó a una histórica caída de la economía de –8% en la pandemia, y un decrecimiento de la clase media para ubicarse en 42.2% en el año con más contagios del coronavirus.

El mismo reporte señala que la población de clase alta también disminuyó, al pasar de 1.8 millones en 2018 a poco más de un millón el año pasado, mientras que la población de clase baja se incrementó 11% en los últimos dos años, al pasar de 69.9 millones a 78.5 millones de personas.

Algunas de las medidas para disminuir los efectos adversos de la crisis han sido la transferencia de subidisios directos a poblaciones vulnerables, principalmente las de más bajos ingresos. Brasil llama la atención por la gran cantidad de subsidios que alcanzan 67 millones de personas de menores ingreso. En el mismo sentido, los subsidios directos del gobierno de Joe Biden durante la pandemia han alcanzado trillones de dólares para generar un ambiente positivo de consumo en el vecino país del norte, sin embargo también genera externalidades, contribuyendo a la inflación, y a partir de noviembre de este año, comenzó el llamado “tapering”: la disminución gradual de medidas extraordinarias de política monetaria expansiva tomadas durante la crisis.

La caída de las clases medias y el ensanchamiento de la base de la pirámide se da en el contexto de un galopante crecimiento de los precios de los alimentos y los energéticos que supera el 20%. Oficialmente, Banco de México e Inegi han anunciado 6% de inflación que supera los rendimientos de las tasas de ahorro en CETES que rondan el 5%.

Somos testigos de una caída del poder adquisitivo y del bienestar social de todas los niveles socioeconómicos, cuyos efectos principales son una pérdida de la clase media y el ensanchamiento de la base de la pirámide. Parece que la pandemia vino como anillo al dedo para reducir clasemedieros, a la población acusada por el Presidente como aspiracionista, consumista y egoísta, sin embargo también trajo consigo el crecimiento de la clase baja, y de la pobreza en el país.