/ domingo 14 de agosto de 2022

Vox populi | México con menos futuro

El país continuará perdiendo competitividad a nivel global, y del lugar 16 podría seguir cayendo en la próxima década, y sería rebasado por economías asiáticas que han apostado por la innovación y digitalización de sus economías. Las promesas de los candidatos presidenciales en 2018 no se han cumplido, y la pandemia así como la recesión económica están empeorando el panorama que afectará especialmente a la próxima generación.

El futuro de México está en juego. Las perspectivas económicas del país no son positivas debido a que los estragos de la pandemia, inflación y recesión están impactando el bienestar social y económico de la población.

En la década de los noventa, México llegó a ocupar el lugar 11 entre las economías a nivel mundial. Durante la primera década de este siglo, la economía nacional ocupó el lugar 12, y lamentablemente ha ido a la baja. En la década pasada, se situó en los lugares 13 y 14. Durante la pandemia, México cayó al lugar 15, y en 2021 llegó al lugar 16 a nivel mundial. Las perspectivas a 20 años estiman que México seguirá cayendo debido a una combinación de factores económicos y políticos.

El drama puede ser más evidente si nos comparamos con economías como la de Corea del Sur o la de Indonesia que en los años setenta tenían un producto interno bruto (PIB) menor al de México. Sin embargo, cinco décadas después, las economías asiáticas basadas en la innovación, tecnología y capital humano competitivo han rebasado a economías latinoamericanas como la argentina y la venezolana, y también a la mexicana. ¿Qué hicimos mal o qué dejamos de hacer en los últimos 50 años?. Sin duda, es momento de reflexionar que hemos hecho mal como gobierno y sociedad, y que podemos hacer para cambiar nuestra situación.

Es importante mejorar la distribución del ingreso (justicia y desarrollo), pero sin crecimiento y riqueza no habra que repartir, en otras palabras el pastel se hace cada vez más pequeño, y hay menos que repartir, y por lo tanto es más complicado reducir la brecha de desigualdad. Para que exista desarrollo, debemos de partir de una economía que crezca consistentemente.

Durante las campañas electorales de 2018, los candidatos presidenciales concidian con que el PIB de México debería crecer a una tasa de al menos 5% anual para revertir la desigualdad en el país. Durante este sexenio, derivado de la pandemia, inflación, y la recesión económica en puerta, es posible que apenas alcancemos el 1% en promedio por año, de tal manera que las perspectivas económicas de México empeorarán, y esto significa menos futuro para las y los jóvenes.

Las perspectivas económicas indican que México continuará perdiendo competitividad a nivel global, y del lugar 16 podría seguir cayendo en la próxima década, y sería rebasado por las economías asiáticas que han apostado por la innovación y digitalización de sus economías.

Las promesas de los candidatos presidenciales en 2018 no se han cumplido, y la pandemia así como la recesión económica están empeorando el panorama que afectará especialmente a la próxima generación que según el Censo de Población y Vivienda (INEGI) ronda 37.8 millones de personas de 12 a 29 años, lo que representa 30 % del total de habitantes del país. Se trata de una generación que es probable que tenga niveles de bienestar económico inferiores que la de sus antecesores, de tal forma que sus valores y prioridades de vida cambiarán.

El país continuará perdiendo competitividad a nivel global, y del lugar 16 podría seguir cayendo en la próxima década, y sería rebasado por economías asiáticas que han apostado por la innovación y digitalización de sus economías. Las promesas de los candidatos presidenciales en 2018 no se han cumplido, y la pandemia así como la recesión económica están empeorando el panorama que afectará especialmente a la próxima generación.

El futuro de México está en juego. Las perspectivas económicas del país no son positivas debido a que los estragos de la pandemia, inflación y recesión están impactando el bienestar social y económico de la población.

En la década de los noventa, México llegó a ocupar el lugar 11 entre las economías a nivel mundial. Durante la primera década de este siglo, la economía nacional ocupó el lugar 12, y lamentablemente ha ido a la baja. En la década pasada, se situó en los lugares 13 y 14. Durante la pandemia, México cayó al lugar 15, y en 2021 llegó al lugar 16 a nivel mundial. Las perspectivas a 20 años estiman que México seguirá cayendo debido a una combinación de factores económicos y políticos.

El drama puede ser más evidente si nos comparamos con economías como la de Corea del Sur o la de Indonesia que en los años setenta tenían un producto interno bruto (PIB) menor al de México. Sin embargo, cinco décadas después, las economías asiáticas basadas en la innovación, tecnología y capital humano competitivo han rebasado a economías latinoamericanas como la argentina y la venezolana, y también a la mexicana. ¿Qué hicimos mal o qué dejamos de hacer en los últimos 50 años?. Sin duda, es momento de reflexionar que hemos hecho mal como gobierno y sociedad, y que podemos hacer para cambiar nuestra situación.

Es importante mejorar la distribución del ingreso (justicia y desarrollo), pero sin crecimiento y riqueza no habra que repartir, en otras palabras el pastel se hace cada vez más pequeño, y hay menos que repartir, y por lo tanto es más complicado reducir la brecha de desigualdad. Para que exista desarrollo, debemos de partir de una economía que crezca consistentemente.

Durante las campañas electorales de 2018, los candidatos presidenciales concidian con que el PIB de México debería crecer a una tasa de al menos 5% anual para revertir la desigualdad en el país. Durante este sexenio, derivado de la pandemia, inflación, y la recesión económica en puerta, es posible que apenas alcancemos el 1% en promedio por año, de tal manera que las perspectivas económicas de México empeorarán, y esto significa menos futuro para las y los jóvenes.

Las perspectivas económicas indican que México continuará perdiendo competitividad a nivel global, y del lugar 16 podría seguir cayendo en la próxima década, y sería rebasado por las economías asiáticas que han apostado por la innovación y digitalización de sus economías.

Las promesas de los candidatos presidenciales en 2018 no se han cumplido, y la pandemia así como la recesión económica están empeorando el panorama que afectará especialmente a la próxima generación que según el Censo de Población y Vivienda (INEGI) ronda 37.8 millones de personas de 12 a 29 años, lo que representa 30 % del total de habitantes del país. Se trata de una generación que es probable que tenga niveles de bienestar económico inferiores que la de sus antecesores, de tal forma que sus valores y prioridades de vida cambiarán.