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Fabiola y Antonio permanecen desde el sábado en la noche a las afueras del estadio Nemesio Diez con la esperanza de poder conseguir un boleto para la final de ida, la cual se disputará este jueves por la noche entre los Diablos Rojos del Toluca y los Tuzos del Pachuca.
Padre e hija son aficionados del Toluca “desde siempre” y su único deseo es tener un acceso, sin importar el costo o el tiempo que puedan seguir esperando a que se abran las taquillas.
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Junto a los Ortiz, cientos de aficionados “rodean” los accesos y taquillas cuando aun no se han revelado el protocolo con el que se pondrán a la venta los boletos para este encuentro.
“Estamos aquí desde el sábado, apartando el lugar. Es cansado, pero aquí seguirnos. Ojalá que todo esto nos sirva y el Toluca sea campeón. Ya queremos que vendan los boletos. Si no importa el clima, tampoco importará el precio”, dijeron estos seguidores, que ocupaban el cuarto lugar en la larga fila de espera, a las afueras del Infierno.
Recordar que para la serie de semifinales, la directiva choricera dio prioridad de venta para sus abonados, quienes tuvieron la oportunidad de canjear sus tarjetas por boletos a los largo de dos días, previo al duelo frente a las Águilas del América.
Para esta final, la historia se repetirá y la preventa estará destinada para quienes acudieron a lo largo de toda la temporada regular y al final, dependiendo de la disponibilidad, se abrirían las taquillas para la venta a afición en general.
Cabe resaltar que en un intento por frenar la reventa, los boletos para semis se vendieron a costos accesibles en preventa, yendo desde 150 pesos para tribuna Diablo, hasta 550 para VID.
En venta general, los precios oscilaron entre 350 pesos mientras que el más costoso alcanzó los mil 300 pesos, situación que se podría replicar para la gran final.
