En Latinoamérica la historieta no sólo ha sido una expresión artística, sino también un conducto social para crear conciencia en la población y generar la posibilidad de cambios.
El sociólogo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), José Antonio Trejo, señaló que este tipo de tiras cómicas contemporáneas muestran en sus textos las crisis sociales registradas en sus respectivos países.
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Aunado a esto, explicó que su éxito radicó en romper barreras físicas y temporales, cuyos aspectos las han llevado a ser reconocidas en diversas partes del mundo por intelectuales y artistas e instituciones gubernamentales, educativas y culturales de carácter nacional e internacional, al grado de tener un sitio especial en museos, galerías o festivales.
Filo y agudeza de Mafalda
Una forma simple y sencilla para definirla sería la siguiente: una niña preocupada por problemas mundiales como la desigualdad, el hambre, el racismo y la guerra.
En palabras del caricaturista y cineasta argentino, Fernando “Nando” Spagnuolo, Mafalda, la hija pródiga de Quino y su cosmos circundante, representa los ideales y utopías para crear un mundo mejor, aunque el panorama de esta niña argentina ronda el pesimismo y la preocupación social.
Es una expresión de la idea real de la democracia, es como una especie de pintura de la cultura latinoamericana, un vivo ejemplo de la libertad y los derechos humanos y aunque siempre gira entorno a la argentinidad normalmente vuelve a su punto de inicio y se convierte en un contenido de corte globalFernando “Nando” Spagnuolo, caricaturista y cineasta argentino
Al analizar el personaje, Spagnuolo detalló que la historieta latina, en especial Mafalda, encarna una visión sarcástica y crítica de la política internacional y del imperialismo e incluso de los valores de la sociedad capitalista, por lo cual es trascendental darle su reconocimiento y leer sus mensajes entre líneas para entender mejor nuestra realidad.
Condorito, dilemas de la sociedad contemporánea
Este personaje protagoniza varias historias entretejidas, aunque su contenido destacó por presentar la pobreza desde varios aspectos como la precariedad y el desempleo, a través del humor blanco, la sátira, el ingenio y la picardía.
Dicha temática ocasionó que se convirtiera en uno de los más leídos en América Latina e incluso Trejo apuntó que Condorito se podría describir como un personaje que se encuentra atrapado en los dilemas del mundo social contemporáneo y siempre reacciona a dicho contexto de forma irónica.
El personaje vive en los márgenes de la sociedad y en donde es capaz de reírse de ella para analizarla y sufrirla.
Familia Burrón, realidad con una voz popular
Sus textos se caracterizaron por estar escritos en un lenguaje popular, con dosis de sátira y sarcasmo, que enfatizaban más las diferencias entre ricos y pobres en un mundo capitalista, que poco a poco olvida los preceptos revolucionarios de 1910, lo cual hace prevalecer el clamor de justicia social.
La inspiración en la clase popular, sus giros lingüísticos, el retrato de los roles, ya que el autor seguramente se inspiró en personas o personajes reales de su niñez.
Como en su momento lo apuntó el escritor Carlos Monsiváis en su ensayo “En los ochenta años de Gabriel Vargas” las historietas son el canto festivo de la sobrevivencia, pues el autor deja expuesta la resistencia del mexicano a su contexto socioeconómico que le es adverso, principalmente para los estratos más bajos.
“Aún en medio de la pobreza, se puede encontrar un motivo de apego a la vida”, indicó Gabriel Vargas, creador de esta historieta.
Impacto
En el análisis de estas tres historietas se advierte que respondieron a la época específica de sus respectivas sociedades, ya que hicieron eco de un mundo sumergido en la crisis, el cual no concebía la idea de la globalización.
Desde su trinchera, estas historias impactaron a varias generaciones que nacieron en la posguerra y que crecieron en un mundo polarizado por el capitalismo y el socialismo, con el miedo latente a las armas nucleares e incertidumbre por lo acontecido en oriente desde lo cultural hasta lo social.