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El Banco de Alimentos, la Universidad Intercultural y la Junta de Asistencia Privada entregaron cartas de liberación a diez productores que iniciaron hace cinco años con la producción de: coliflor, brócoli, acelgas, espinaca, lechuga, pepino, entre otros totalmente orgánicos y sin químicos.
Con la liberación se les entrega la estructura y son dueños de los invernaderos que les dieron en 2017, por lo cual podrán seguir en esa labor.
Alberto Canul, director del Banco de Alimentos del Estado de México, explicó que la junta y otras instituciones como el Nacional Monte de Piedad financian los huertos y el compromiso de las personas es trabajarlos por cinco años. Posteriormente prácticamente todos lo siguen haciendo, pues venden sus hortalizas.
Las y los productores implementaron invernaderos con producción agroecológica de hortalizas en camas biointensivas en comunidades de alta y muy alta marginación para producir alimentos frescos y saludables, tras haber sido capacitados y apoyados con material y semillas.
Con los invernaderos las y los productores han conocido la calidad de la tierra, las variedades y tipo de semillas, generan un control de plagas y enfermedades, programan sus cultivos, crean una disciplina laboral, redes económicas solidarias en familia, colonia y en la población para venta, intercambio o trueque de productos.
Con esos invernaderos de hortalizas han trabajado en 12 municipios con cobertura en 36 comunidades de San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Villa Victoria, entre otros y hay 556 beneficiarios directos.
Los proyectos se implementaron a fin de crear un estilo de vida diferente y lograr que la gente se apropie de las tierras.
El señor Manuel Marín, de San José del Rincón, mostró cómo producen hortalizas en su invernadero, lo cual, además, implicó un cambio en su alimentación y en su salud.
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Elizabeth Cruz, de El Oro, presentó la producción agroecológica de huertos familiares, bajo la técnica de policultivo y explicó que aprendieron a alimentarse sanamente y ya vende verdura. Tras cuatro años, señaló, sigue dando frutos.
Alejandro Alfonso Naveda Fauré, de la Junta de Asistencia Privada, señaló que procuran la labor asistencial privada y las instituciones que donan son de asistencia privada. Resaltó el resultado de los proyectos.
Los datos de pobreza alimentaria, advirtió, debe preocupar a todos, pero destacó los invernaderos que se hicieron.
Alberto Canul, director del Banco de Alimentos, señaló que hace cuatro años la Junta apoyó a las y los productores con los primeros huertos y este viernes liberaron del compromiso de cinco años a diez pequeños agricultores, pues tenían la obligación de que tras ser capacitados seguirían trabajando en la producción de hortalizas por ese lapso. Confió en que seguirán con esas actividades.
El banco, añadió, apoya a 115 mil personas y 30 mil familias, pero en la entidad 6.5 millones de personas tienen carencia alimentaria, por lo cual hace cinco años decidieron enseñarlos a pescar para que llegaran a ser autosustentables.
La mayoría de las familias que apoyan, precisó, están en zonas rurales y esperan aumentar el número de huertos saludables.
