Desde hace más de dos décadas el colectivo de payasitas “Destellos de Amor y Alegría” da consuelo, confort y arranca sonrisas a pacientes en los hospitales; sin embargo, debido a la pandemia por la Covid-19 suspendieron sus visitas.
El grupo conformado por unas 15 mujeres se ha caracterizado por visitar a pacientes de centros hospitalarios de Tecámac y Zumpango desde hace más de 20 años por lo que, debido a la presente situación planean la grabación de videos llenos de mensajes positivos a niños y adultos mayores por lo que desean que las autoridades hospitalarias permitan su transmisión.
Ante esta situación, la “Doctora Talita Kumy” integrante de los colectivos “Planeta Feliz” y “Destellos de Amor y Alegría” indicó que es una idea que próximamente plantearán al departamento de Trabajo Social de los centros de salud ya que en la actualidad los protocolos sanitarios no permiten su ingreso.
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Asimismo, relató que desde la apertura del Hospital 200 de Tecámac en el 2012 visitaron a pacientes por siete años consecutivos e incluso mencionó que nunca han monetizado sus idas a los nosocomios por lo que todos los gastos salen de sus bolsillos y las donaciones que reciben en especie las regalan.
Por otra parte, destacó que no es fácil el ingreso a los hospitales ya que la única manera para entrar y pasar de 2 a 6 horas con los pacientes es vestidas como payasitas pero, al pertenecer al grupo de voluntariado del nosocomio, no se les está permitido entrar como civiles.
“Nosotras traemos una esperanza de vida, de amor en hospitales, asilos y donde nos inviten. En esos lugares donde muchas veces la desesperanza es la que más pesa, los abrazos son muy reconfortantes. A veces la gente lo único que necesita es ser abrazado y cuando lo hacemos lloran, no hay palabras para describirlo”, expresó.
Antes de la llegada de la pandemia, Talita Kumi quien se hacía llamar "Luz de luna" acompañada por sus compañeras payasitas Popotitos, Popis, Campanita, Chispita, Lluvia de Oro, Dulce Princesa y el payasito Leoncito visitaban a los enfermos. Aseguraron que los pacientes los reciben con esperanza, con alegría por el hecho de ver colores en sus atuendos y cara, que los llena de felicidad.
“A veces pensamos que son los niños los que estarán más emocionados al vernos vestidas como payasitas, pero muchas veces son los adultos mayores, los de la tercera edad, los que más se alegran, se emocionan y lloran”, externó Talita.
Talita indicó que afortunadamente ninguna integrante del colectivo ha enfermado y que la última vez que asistieron a un hospital fue en diciembre del 2019 puesto que ya había contagios en los pisos de los nosocomios.
“Estamos pidiéndoles a Dios que nos había puertas, ahorita lo que estamos visitando son fraccionamientos. Hemos ido muy pocos a veces, uno al mes. Muchos de los payasitos ya no siguieron, la pandemia los desanimó pero en cuanto pase pensamos reunirnos nuevamente”, concluyó.
