Existe una respuesta tardía en América Latina frente al COVID-19: Especialista

A través de una videoconferencia Carlos Espinal llamó a acatar el quedarse en casa y evitar replicar noticias falsas pues esto solo aumenta los riesgos de contagio entre la población

  · lunes 6 de abril de 2020

Foto: Rogelio Morales | Cuartoscuro


La respuesta tardía a la presencia del COVID-19 y el insuficiente número de pruebas diagnosticadas, es el común denominador en América Latina lo cual impide una realidad epidemiológica en la región.

Así lo expresó, el director del Global Health Consortium en la Facultad de Salud Pública Robert Stempel de la Universidad Internacional de Florida, Carlos Espinal, al dictar la videoconferencia “La pandemia del Covid-19 ¿Lecciones aprendidas?, a periodistas de varios puntos del continente.

En dicho escenario y ante de la falta de recursos económicos, así como hospitalarios, es necesario acatar el distanciamiento social, el cual es un elemento básico para evitar la transmisión del coronavirus, pues una persona con el virus puede infectar a 1.25 personas.

Esa cantidad, apuntó, en lapso de 30 días se eleva a 15 individuos adicionales, lo cual es preocupante en la fase de contagio comunitario por la multiplicación de pacientes por lo cual llamó a tomar en serio el quedarse en casa durante la cuarentena para evitar lo suscitado en otros países de Europa.

Además de advertir que la transmisión comunitaria del COVID-19 irá en progreso en esta región en donde los adultos mayores y pacientes con enfermedades crónico-degenerativas son los afectados al elevar la morbilidad y mortalidad.

Explicó que el COVID-19 se transmite por las gotas emitidas al estornudar o toser, al caer en la superficie u objetos con ese fluido se puede trasmitir al hacer contacto en diferentes superficies se mantiene hasta 48 horas, en donde perduran más son las metálicas.

En Estados Unidos, China, y Europa, afirmó, existen datos del comportamiento del coronavirus pero en América Latina no las hay para tener un pronóstico.

“Brasil, Chile y México ocupan los primeros lugares por números totales, pero cuando el COVID-19 circula en la comunidad es por tasas por millón y cambia el panorama en ese sentido Panamá es el número uno de casos por habitantes”.

En mortalidad, informó, Ecuador es el primer lugar pero por población los tres lugares son Panamá, República Dominicana y Ecuador.

Lo importante es aplastarla la curva de contagios de lo contrario puede ser devastador para los servicios hospitalarios o cuidado intensivos.

En América Latina la respuesta de los gobiernos para aplicar las medidas ha sido tardía por la falta de pruebas.

“Los indicadores demuestran como el COVID-19, impacta en los sistemas de salud por la transmisión comunitaria o la falta de contención que incrementa la mortalidad”.

A la fecha, aclaró no se ha documentado que el virus se transmita a través de las heces fecales, ni se ha confirmado la mutación del mismo, así como sus repercusiones, pero habrá que darle seguimiento sin embargo agregó que no se puede comparar con el padecimiento de la influenza estacional.

Aunado a esto mencionó que la incidencia del virus es mayor en hombres que en mujeres, por población el grupo de riesgo sin importar la edad son los pacientes con diabetes, hipertensión arterial y otras comorbilidades, pues en algunos puntos de Estados Unidos adultos jóvenes dieron positivo al virus.

Enfatizó en seguir las medidas propuesta por los gobiernos a la población, en particular el quedarse en casa.

Al momento, comentó existen 23 tratamientos en evaluación y cinco vacunas en perspectiva.

En el caso de América del Sur alertó en medidas preventivas porque en días entrará el periodo de la influenza estacional y a eso se sumará el factor de confusión de ambas.

Exhortó a los representantes de los medios de comunicación a evitar reproducir noticias falsas además de contenidos sin rigor científico.

Recomendó a acercarse a las fuentes oficiales a las secretarías de salud de los diversos órdenes y evitar la toma de fotografías de cadáveres que causan pánico como sucedió en Ecuador.

Los gobiernos deben invertir en el autocuidado, el lavado de manos, los sistemas de salud tendrán que invertir en la preparación de los servicios de salud y en fondos de programas de prevención en salud.