Ante el crecimiento desordenado de fraccionamientos en el municipio de Cuautitlán, se han rechazado más de 10 solicitudes de inmobiliarias que pretendían construir cerca de 30 mil viviendas.
La falta de agua potable y otros servicios es el impedimento para que en este municipio se sigan desarrollando fraccionamientos de casas de interés social, refiere el alcalde Ariel Juárez.
En conferencia de prensa, dijo que en administraciones pasadas se incrementaron los desarrollos inmobiliarios sin que éstos cumplieran con el equipamiento urbano y la perforación de pozos de agua.
Sadasi, Homex y Ara son las inmobiliarias que en los últimos dos trienios han construido vivienda de interés social de muy mala calidad en Cuautitlán; tan solo en los dos últimos trienios se tienen más de 15 mil 267 viviendas edificadas, “y muchas no se han entregado al municipio”, precisa el alcalde.
Parque San Mateo registra 5 mil 919 viviendas; Paseos del Bosque, mil 490; la Toscana sin pozo de agua, 864; Encinos, 344, sin pozo de agua; La Arboleda, 228 y Álamo 3, 1 mil 424 casas, entre otras.
“Hemos llevado pipas de agua a los vecinos y presionado a las empresas para que cumplan sus compromisos de dotar los servicios públicos a los que se comprometieron cuando vendieron las viviendas.
Para un presidente municipal implica un negociazo autorizar viviendas, porque las inmobiliarias te ofrecen hasta un tres por ciento por casa vendida y por autorizar los desarrollos habitacionales”, reveló el alcalde Ariel Juárez.
Señala que la inmobiliaria Comex está en quiebra, mientras que en Parque San Mateo, donde edificó más de 4 mil viviendas, no tienen agua potable “y querían que se les autorizara 500 casas más, pero no se dio el permiso
Todas son de interés social y si les das la factibilidad del agua, ellos no tienen la obligación de perforar su poso”, expuso el presidente municipal de Cuautitlán.
Inmobiliarias engañan a los compradores
Hace cuatro años, Javier y su esposa Ana decidieron hacer válido su crédito Infonavit en el fraccionamiento Parque San Mateo, pues los desarrolladores inmobiliarios les aseguraron que las viviendas contaban con todos los servicios públicos.
Sin embargo, no tienen agua todo el día, la basura no pasa y la inseguridad es realmente grave.
Mientras que su esposo tiene que trasladarse diariamente a diferentes municipios mexiquenses y alcaldías de la CDMX, pasando hasta 10 horas en el transporte público. “Nos sentimos realmente engañados, porque cuando nos vendieron, aseguraba la constructora, que teníamos todos los servicios públicos'', señala Ana, quien está pensando en irse a rentar a otro municipio más cerca y que cuente con todos los servicios públicos.