Pese a que el Tren Interurbano México-Toluca detonará el desarrollo y plusvalía en la zona donde correrá, se trata de una obra que carece de dictamen de factibilidad de agua, requisito indispensable al inicio de cualquier construcción para determinar no sólo la cantidad de agua que requerirá, sino también la captación de líquido pluvial, control, infiltración, absorción y desalojo de la misma.
El director del Organismo de Agua y Saneamiento de Toluca, José Maya Ambrosio, expresó que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes puede argumentar se trata de un obra en una zona federal para no cumplir con el requisito, sin embargo, no se trata de una construcción aislada, requerirá de agua y sus descargas necesitan de conductos, por lo que utilizarán el sistemas del municipio.
Explicó se prevé un gran desarrollo vertical desde Santa Fe hasta el valle de Toluca que va a necesitar servicio de agua, demanda que crecerá un 50 por ciento en la zona, a donde se dota de líquido del Cutzamala, que es el que cuesta más caro.
El problema es que no se está preparado para el aumento de la demanda, cuando ya existen solicitudes de edificios verticales en la franja del tren, pero no se tiene agua en ese punto, agregó Maya Ambrosio.
Señaló que las famosas ballenas que se colocan a lo largo de las vías del tren captan agua que se desalojan con bajadas pluviales que vierten en la zona baja del área federal. Sin embargo, se deben establecer campos de absorción, pues de lo contrario habrá escurrimientos en la parte de la franja y no van a tener la capacidad de conducir.
Consideró necesario que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y gobierno del Estado de México se reúnan para buscar una solución, pues si bien el agua pluvial es natural, escurre hacia la superficie, va al arroyo Cano y al río Verdiguel, que ya están saturados.
Indicó se está a tiempo de hacer algunas obras, pues el organismo solicita a cada nuevo desarrollador tanques de tormenta- pequeños almacenamientos o cisternas para captar agua pluvial-, lo que ayudará a regular un buen volumen de líquido que no va a llegar directamente a los drenajes, aun cuando un excedente sí lo hará, pero va a ser controlado para conducirlo.
Asimismo, dijo no creer hayan solicitado la factibilidad a los municipios vecinos por donde pasará el tren, el fundamento es que se trata de zona federal, pero deben considerar los servicios, aún cuando sea administrado por una empresa privada.
Ante ello, hizo un llamado a la SCT, para cumplir con el dictamen de factibilidad para evitar problemas y planear obras que aminoren el impacto.
Explicó que si bien la factibilidad tiene un costo, se debe calcular por volumen de agua, deben presentar un proyecto de captación de agua pluvial, control, infiltración y absorción.
Respecto al desarrollo que se prevé habrá en las orillas del paso del tren, se trata de conjuntos habitacionales y comerciales, por lo que se prevé aumentará la demanda de agua en un 50 por ciento en esa zona de Toluca, Metepec y Zinacantepec.
Si no se mantienen los manantiales en la zona del volcán a través de la reforestación, se van a agotar, tomando en cuenta que en 20 o 30 años estará saturado, donde además habrá necesidad de nuevas alternativas de vías, quizás un circuito.
Finalmente, recordó que desde hace años se cuenta con el proyecto de un interceptor pluvial de Capultitlán hasta la presa Ignacio Ramírez, para captar las aguas pluviales, a fin de solicitar a la Conagua guarde el agua de lluvia y en época de sequías la regrese. Se puede tratar, potabilizar y regresar para consumo de la zona sur, que es donde se necesitará, este proyecto se trabaja con varios desarrolladores.