Aun cuando desde el año 2012 la participación de las mujeres ha ido en aumento, hay municipios del Estado de México donde nunca ha ganado una mujer, mientras en la Legislatura local, tras la desaparición del grupo parlamentario de Encuentro Social, todos los coordinadores son hombres, y por ello, la Junta de Coordinación Política está integrada solo por varones.
El aumento numérico de la participación de las mujeres no ha garantizado la paridad de género en todos los ámbitos, sobre todo en el acceso a espacios que representan un mayor poder e influencia en la toma de decisiones, como es esa junta.
Municipios
De acuerdo con el diagnóstico de la Participación Política de las Mujeres en el Estado de México en el Proceso 2017-2018 realizado por el Instituto Electoral y la UNAM, para el año 2012 había una mujer postulada por cada 9 hombres en los ayuntamientos; mientras para el 2015 la proporción aumentó a dos mujeres por cada 8 hombres, y para 2018 prácticamente fue la mitad de espacios para cada uno.
Mientras en 2012 solo 14 de los 125 municipios fueron gobernados por mujeres, en el año 2015 la cifra aumentó a 20 y para el 2018 llegaron a 39, pero en la zona sur y centro-poniente del estado nunca ha ganado una mujer en municipios como: Tlatlaya, Amatepec, Sultepec, Almoloya de Juárez, Calimaya, entre otros.
El estudio enfatiza que las mujeres postuladas por Morena ganaron en municipios con mayor población y actividad económica, es decir, más urbanizados, en comparación con el resto del estado.
La Legislatura
En 2018 se obtuvo la primera Legislatura paritaria en el Estado de México, ya que la mitad está integrada por mujeres; sin embargo, el estudio exhibe que pese a la tendencia de aumento de la participación política de las mujeres de 2012 a 2018, los hombres siguen teniendo mayor probabilidad de ganar las elecciones, tomando en cuenta todo los cargos que se disputan al mismo tiempo.
También advierte que el aumento en el número de mujeres en la Legislatura no generó un incremento directo en el número de iniciativas presentadas por ellas, pues mientras en el año 2012 las iniciativas de las mujeres representaban el 25% del total; para el 2015, esa tendencia aumentó a un 30%, que, según los resultados, sigue hasta ahora.
También señala obstáculos que el marco legal no ha podido resolver, entre ellos: la cultura que impera dentro de los partidos, pues las reglas de competencia y participación que van más allá de lo institucional siguen siendo reguladas por hombres.
“La paridad de género sólo garantiza la igualdad de manera numérica, pero no ha logrado modificar la cultura que impide la participación libre e igualitaria de las mujeres en la vida política”, precisa el estudio.
A diferencia de los ayuntamientos, donde se avanzó considerablemente, pero están lejos de la paridad, las mujeres que obtuvieron una curul por el principio de mayoría relativa para el año 2015 casi se triplicaron respecto a 2012, al pasar de seis a 19 diputadas electas, pero para el 2018 sumaron 22 mujeres en los 45 distritos.
“A pesar de que la presencia de las mujeres se ha incrementado en la composición y dirección de la mesa directiva, siguiendo la tendencia de la representación en la Legislatura del Estado de México, no ha sucedido así en el liderazgo de los diferentes grupos parlamentarios. Durante 2012 y 2015 no hubo una sola mujer coordinando algún grupo parlamentario. Para la actual Legislatura solo una mujer participa en la Junta de Coordinación Política”; sin embargo al desaparecer el PES ya no hay ninguna mujer coordinadora.
Comisiones e iniciativas
Otros datos son que en 2012 las Diputadas presidieron el 21% de las comisiones permanentes y especiales, para 2015 llegaron al 47.2%, al igual que en 2018.
Hace nueve años las comisiones presididas por mujeres eran más de corte asistencial, o consideradas “femeninas”, como: desarrollo social, para la igualdad de género, asuntos indígenas, derechos humanos y participación ciudadana.
Sin embargo, para 2015 y 2018, aunque prevalecen las comisiones feminizadas y asistenciales, las diputadas han encabezado las de temas tradicionalmente masculinos como: finanzas públicas, gobernación y puntos constitucionales, seguridad pública y tránsito, desarrollo urbano, electoral.
Mientras en 2012 las iniciativas de ley presentadas por mujeres representaron el 30% del total de iniciativas, en 2015 se redujo en cantidad, pero la proporción aumentó al 35% del total de iniciativas presentadas y en la actual, señala el estudio, se ha mantenido la proporción del 34.4% de iniciativas presentadas por mujeres.
“Lo anterior hace evidente que no existe una relación directa entre un mayor número de mujeres en el Congreso y el número de iniciativas presentadas”, concluye el estudio.
