Los políticos y gobernantes han desaprovechado las redes sociales para generar comunicación con los ciudadanos; así como para atender necesidades y resolver problemas, pues temen arriesgarse a ser atacados y no salir bien librados.
Al ofrecer la Conferencia Magistral: “Convivencia y Gobernabilidad en los tiempos de la Web 2.0” organizada por la Contraloría del Poder Legislativo el profesor e investigador de la facultad de Antropología de la UAEM, José Luis Arriaga admitió que por la forma en que se han ocupado las redes han ayudado a polarizar, pero podrían operar a la inversa.
“Yo digo que sí ha sido desaprovechado para fomentar el diálogo con los ciudadanos, la han ocupado para contratar gente que dirige cuentas y reproduce un mensaje unidireccional de información, es decir, sin retroalimentación aunque habría necesidad de que existiera el diálogo”.
Admitió que a veces es difícil para políticos y gobernantes porque mucha gente está necesitada de hacer catarsis y lanza críticas y ataques y puede derivar en una bola de nieve para los actores políticos que sea contraproducente; por lo cual hay retos, sobre todo generar diálogo y evitar conflictos, pues existe mucha violencia simbólica en las redes.
Advirtió que para pelear se requieren dos, pero el político no debe caer en eso, pero sí aprovechar para recibir quejas y denuncias.
Durante su conferencia explicó que en la Web se registra la huella digital y todo lo que buscamos se ve influenciado por las búsquedas anteriores, pues cada uno elige a las personas en sus redes, a quienes darles like y a quienes no les dan un me gusta, ya no se muestran.
La gente, explicó, se comunica e informa por las redes sociales, por lo cual influye mucho en lo que la gente piensa la dinámica en la que se mueve la Web 2.0, los algoritmos con que operan y cómo nos encierra en una burbuja que se activa cada que buscamos cosas, de acuerdo con lo que ya hemos buscado antes.
Advirtió que el gobierno debe priorizar el interés público, usar las herramientas para construir gobernabilidad reconciliación, concertación, a través del diálogo y la mediación para terminar conflictos.
Las soluciones, precisó, hay que construirlas, pues en ocasiones se genera una especie de autismo por el uso permanente de las redes sociales y el internet donde en muchas ocasiones no se alienta, ni estimula la necesidad de escuchar voces distintas, pero la retroalimentación es necesaria.
Consideró que el servicio público debe nutrirse y recuperar el sentido de servir que no se entiende sin la labor política, pero también fomentar el dialogo y la inclusión y en estos momentos las redes deben ser un instrumento que abone a la gobernabilidad.
