Las ordenanzas de Carlos III de tipo militar recobran un importante valor histórico; de ahí la importancia de que puedan seguir siendo rescatadas y colocadas en diversas unidades militares y academias de México.
En las instalaciones del Castillo de Chapultepec, Ricardo Sodi Cuellar, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado de México, aseveró que se trata de una obra magna que permite reunirse a dialogar sobre el país y la historia militar.
Ante Ernesto Nemer Álvarez, secretario general de Gobierno y representante en este evento del gobernador Alfredo Del Mazo Maza, Sodi Cuellar llevó a cabo la presentación del estudio Introductorio y colección: “Ordenanzas de su majestad para el régimen, disciplina, subordinación y Servicio de sus Ejércitos”, en donde destacó que dicho inmueble marca el inicio de la nación mexicana porque en este lugar se hospedó el Ejército Virreinal y al día siguiente desfiló en México como el Ejército Trigarante.
En ese momento, dijo, las ordenanzas que normaban la vida de los Ejércitos eran las de San Lorenzo del Rey Carlos III de España, en su versión mexicanizada e indianizada, porque el tomo que se tuvo aquí no es el que se encontraba vigente en ese país europeo o en las españas, sino uno que se tropicalizó y se aprobó especialmente para la América Española.
“Construir esta obra fue algo de ingeniería histórica y de pasión por el derecho militar que,finalmente, se cumplió poco tiempo: 14 años, que fue lo que nos tardamos en terminar esta obra”, indicó.
Al destacar que esta obra cuenta con un estudio introductorio del gobernador, el presidente del TSJ recordó que desde hace varios años se propuso estudiar derecho militar, y como nadie lo conocía llevó a cabo la defensa gratuita de este tipo de asuntos.
Mencionó que fue en la Universidad Anáhuac en donde comenzó a impartir clases de Derecho Militar, e incluso fundó una maestría sobre esta rama.
“Comencé a llevar muchos asuntos de este tipo, así como consejos de guerra, e incluso uno muy famoso que dio pauta al caso de Rosendo Radilla”, apuntó.
También subrayó que comenzó la búsqueda de las ordenanzas, una vez que ocurrió un incidente en un regimiento de caballería en el norte del país, relacionando con el hecho de haber ingerido bebidas alcohólicas, ya que no encontró que en los ordenamientos legales si estaba prohibido.
Puntualizó que en todo lo que no se oponga al texto vigente de las leyes militares actuales resulta aplicable en la ordenanza de Carlos III de 1768.
Por su parte, el secretario general de Gobierno de la administración estatal destacó la importancia de esta obra, porque realiza importantes aportaciones al derecho militar mexicano.
“Felicidades por esta obra Ricardo, definitivamente eres un hombre muy preparado, pero sobre todo sensible, que haces vibrar con tu conocimiento y experiencia, pero sobre todo porque siempre has tenido claro hacia dónde quieres ir”, señaló.
