Pese a estar en crisis económica debido a la pandemia, las líneas transportistas continúan aplicando los exámenes toxicológicos a sus operadores, informó Odilón López Nava, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte Pasaje y Turismo (Canapat).
El empresario comentó que aunque la Secretaría de Movilidad cuenta con una unidad para aplicar las pruebas, la mayoría de empresas deben absorber la mayoría de los gastos para evitar sanciones por infringir la norma.
"Hemos hecho el esfuerzo de seguir aplicando las pruebas, aunque no hay una situación financiera sana", mencionó López Nava en entrevista telefónica para este diario.
Precisó que las pruebas para transporte urbano se hacen de forma periódica, de forma semanal, mientras que para el transporte foráneo, es un poco menos constante.
SANCIONES
Dijo que el año pasado como resultado de las pruebas toxicológicas, se separó de su trabajo a cuatro operadores de servicio foráneo de distintas líneas.
Mientras que del servicio urbano fueron 25 operadores los que fueron dados de baja al dar positivo al consumo de alguna droga o alcohol en horario laboral.
"Sabemos que aplicar estas pruebas es importante para dar mejor servicio a los usuarios, y esto se hace con mucha responsabilidad", añadió López Nava.
Dijo que debido al Covid-19 el protocolo para la aplicación de este tipo de pruebas se ha modificado, para evitar contagios.
Explicó que la propia Secretaría de Movilidad acude a los corralones de las empresas para poder aplicar dichas pruebas toxicológicas.
"La autoridad aplica algunas de las pruebas y lo hace por rutas y paraderos, eso es independiente de lo que nos corresponde a nosotros como empresarios", subrayó el delegado de la Canapat.
En la gestión de Isidro Pastor Medrano, como secretario de Movilidad, se había propuesto que el Gobierno del estado fuera el responsable de aplicar las pruebas toxicológicas.
Con lo cual se subsidiada a dicho sector para que pudiera cumplir con ese requerimiento, pero la iniciativa solo operó poco tiempo.
Cabe destacar que tan sólo en el Valle de Toluca, son alrededor de cinco mil unidades de transporte urbano, que prestan servicio.
Aunque debido al Covid-19, cerca del 40 por ciento de los operadores y otro tipo de personal del gremio, han perdido su empleo, según datos de la Canapat.