/ jueves 1 de marzo de 2018

Imagogenia

Político ¿demasiado cool?


Bien dicen que nadie es monedita de oro para caerle bien a todo mundo y si Obama tuvo “suerte”, Trudeau ya se topó con la dura verdad de que su imagen no siempre será bien percibida por todas las audiencias.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, visitó la semana pasada la India y para desgracia de sus asesores de imagen, el famosísimo mandatario no pudo evitar caer en errores diplomáticos y extravagancias que la prensa de dicho país –y de Canadá también- calificó de “ridículas”, desde su vestimenta hasta su comportamiento.

Si bien sabemos que el conocido “político cool” boxea, se disfraza de superman para ir a trabajar y usa happy socks, esta vez parecía más un extra de bollywood que un mandatario de primer nivel, y es que dejando de lado su comportamiento en general durante el viaje, su ideología liberal propició que el primer ministro indio, Narendra Modi, no lo recibiera en el aeropuerto de Nueva Delhi y lo peor de todo, el encuentro entre ambos mandatarios se dio sólo horas antes de que concluyera el viaje.

El problema tiene tintes religiosos y es que Canadá mantiene relación con la minoría sij –una religión india- que es cercana a los 475 mil integrantes y nada menos cuatro ministros del gabinete de Trudeau son de dicho origen. Recordemos que en los años ochenta, la problemática entre los miembros de esta religión y el gobierno de la India dejó miles de muertos.

Con este antecedente se entiende el porqué del descontento con la visita de Tradeau, pues lo que empeoró todo fue que en la lista de invitados a una recepción en la Embajada de Canadá figuraba Jaspal Atwal, un indio canadiense que entonces formaba parte de un grupo radical sij y que fue acusado de atentar contra un político del gobierno indio en Canadá. Así, ni las disculpas de Trudeau ante el terrible error de dicha invitación fueron suficientes para cambiar los ánimos de su visita, el daño estaba hecho.

Los desaciertos diplomáticos no fueron los únicos que repercutieron en la imagen del primer ministro canadiense en redes sociales. La prensa, políticos y usuarios criticaron duramente la presencia de la familia de Justin Trudeau, pues parecía más un viaje familiar que uno de trabajo.

Estoy segura que el equipo de asesores estará analizando con lujo de detalle todos los errores protocolarios y de imagen que se cometieron, pues es la primera vez que la “autenticidad” e inteligencia del joven político se pone entredicho por errores que seguramente se pudieron evitar si éste no hubiera tratado de agradar a su “audiencia meta” y hubiera tratado el viaje por lo que era, un evento diplomático donde se deben respetar las costumbres e ideales de quien encabeza y no “ridiculizarlas”.


Twitter: @Mar_Naa

Político ¿demasiado cool?


Bien dicen que nadie es monedita de oro para caerle bien a todo mundo y si Obama tuvo “suerte”, Trudeau ya se topó con la dura verdad de que su imagen no siempre será bien percibida por todas las audiencias.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, visitó la semana pasada la India y para desgracia de sus asesores de imagen, el famosísimo mandatario no pudo evitar caer en errores diplomáticos y extravagancias que la prensa de dicho país –y de Canadá también- calificó de “ridículas”, desde su vestimenta hasta su comportamiento.

Si bien sabemos que el conocido “político cool” boxea, se disfraza de superman para ir a trabajar y usa happy socks, esta vez parecía más un extra de bollywood que un mandatario de primer nivel, y es que dejando de lado su comportamiento en general durante el viaje, su ideología liberal propició que el primer ministro indio, Narendra Modi, no lo recibiera en el aeropuerto de Nueva Delhi y lo peor de todo, el encuentro entre ambos mandatarios se dio sólo horas antes de que concluyera el viaje.

El problema tiene tintes religiosos y es que Canadá mantiene relación con la minoría sij –una religión india- que es cercana a los 475 mil integrantes y nada menos cuatro ministros del gabinete de Trudeau son de dicho origen. Recordemos que en los años ochenta, la problemática entre los miembros de esta religión y el gobierno de la India dejó miles de muertos.

Con este antecedente se entiende el porqué del descontento con la visita de Tradeau, pues lo que empeoró todo fue que en la lista de invitados a una recepción en la Embajada de Canadá figuraba Jaspal Atwal, un indio canadiense que entonces formaba parte de un grupo radical sij y que fue acusado de atentar contra un político del gobierno indio en Canadá. Así, ni las disculpas de Trudeau ante el terrible error de dicha invitación fueron suficientes para cambiar los ánimos de su visita, el daño estaba hecho.

Los desaciertos diplomáticos no fueron los únicos que repercutieron en la imagen del primer ministro canadiense en redes sociales. La prensa, políticos y usuarios criticaron duramente la presencia de la familia de Justin Trudeau, pues parecía más un viaje familiar que uno de trabajo.

Estoy segura que el equipo de asesores estará analizando con lujo de detalle todos los errores protocolarios y de imagen que se cometieron, pues es la primera vez que la “autenticidad” e inteligencia del joven político se pone entredicho por errores que seguramente se pudieron evitar si éste no hubiera tratado de agradar a su “audiencia meta” y hubiera tratado el viaje por lo que era, un evento diplomático donde se deben respetar las costumbres e ideales de quien encabeza y no “ridiculizarlas”.


Twitter: @Mar_Naa