/ miércoles 25 de abril de 2018

Política y Negocios

Primer debate presidencial: ¿quién ganó?

Resultó patético que en realidad no se llevara un verdadero debate político. Por lo que empezaré por definir su significado para argumentar el por qué no lo fue.

En primer lugar, diré lo que no es. No se trata de ataques personales ni tampoco argumentos por cuestiones de género. Aquí lo que cuenta son las propuestas y la capacidad intelectual, no la vagina de quien nos pudiera representar. [Quien vio el debate, sabrá por qué lo digo].

En segundo lugar, lo que sí es y debió ser. Un debate se define como un espacio para confrontar ideas y/o propuestas políticas entre los diversos candidatos a algún cargo de elección popular. Lo del primer debate pareció más un juego de ping pong, donde la intención era darle con todo a un candidato populista, mentiroso, que representa la democracia autoritaria y posiblemente una nueva etapa del fascismo. La intención del debate político, a mi punto de vista, debe ser un tablero de ajedrez, donde haya estrategia, movimientos bien pensados y donde la jugada, aún no acaba sino hasta el día de la elección.

Me parece deplorable ver los titulares de los periódicos o en redes sociales las preguntas de “quién ganó”. Aquí no se trata de los candidatos, sino de los ciudadanos que estemos bien informados sobre sus propuestas. Son los futuros votantes los que deben ganar en un debate. En un país con democracia, los debates deben ser ejercicios constantes, no “el evento de cada 6 años”.

Sin embargo, esto es el resultado de la carencia de verdaderos líderes políticos en nuestro país. Los políticos se reciclan una y otra vez, es decir, estar en un puesto y luego ves la misma cara en otro puesto y así sucesivamente.

México exige un candidato que no sólo diga el “qué” sino también el “cómo”, además de implementar políticas de innovación y de desarrollo industrial para potenciar esta nación en los niveles internacionales que debería estar.

¿Quién ganará? No tenemos la certeza, pero lo que sí debemos estar conscientes es de que no debe prevalecer el abstencionismo ni tampoco votar dejándonos guiar por las tendencias del marketing político. Debe ser un voto maduro, informado y decisivo. De tal suerte que quien gane sea México.

“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.” Voltarie



Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007

Primer debate presidencial: ¿quién ganó?

Resultó patético que en realidad no se llevara un verdadero debate político. Por lo que empezaré por definir su significado para argumentar el por qué no lo fue.

En primer lugar, diré lo que no es. No se trata de ataques personales ni tampoco argumentos por cuestiones de género. Aquí lo que cuenta son las propuestas y la capacidad intelectual, no la vagina de quien nos pudiera representar. [Quien vio el debate, sabrá por qué lo digo].

En segundo lugar, lo que sí es y debió ser. Un debate se define como un espacio para confrontar ideas y/o propuestas políticas entre los diversos candidatos a algún cargo de elección popular. Lo del primer debate pareció más un juego de ping pong, donde la intención era darle con todo a un candidato populista, mentiroso, que representa la democracia autoritaria y posiblemente una nueva etapa del fascismo. La intención del debate político, a mi punto de vista, debe ser un tablero de ajedrez, donde haya estrategia, movimientos bien pensados y donde la jugada, aún no acaba sino hasta el día de la elección.

Me parece deplorable ver los titulares de los periódicos o en redes sociales las preguntas de “quién ganó”. Aquí no se trata de los candidatos, sino de los ciudadanos que estemos bien informados sobre sus propuestas. Son los futuros votantes los que deben ganar en un debate. En un país con democracia, los debates deben ser ejercicios constantes, no “el evento de cada 6 años”.

Sin embargo, esto es el resultado de la carencia de verdaderos líderes políticos en nuestro país. Los políticos se reciclan una y otra vez, es decir, estar en un puesto y luego ves la misma cara en otro puesto y así sucesivamente.

México exige un candidato que no sólo diga el “qué” sino también el “cómo”, además de implementar políticas de innovación y de desarrollo industrial para potenciar esta nación en los niveles internacionales que debería estar.

¿Quién ganará? No tenemos la certeza, pero lo que sí debemos estar conscientes es de que no debe prevalecer el abstencionismo ni tampoco votar dejándonos guiar por las tendencias del marketing político. Debe ser un voto maduro, informado y decisivo. De tal suerte que quien gane sea México.

“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.” Voltarie



Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

aribel.contreras@ibero.mx

@Aribel007