/ martes 26 de marzo de 2019

Rescate Tierra


Tenencia contra Calentamiento Global

Tuve que recorrer las 7 casas y hacer penitencia por el interés recaudatorio de mi Estado de México, que al estilo santanista impone impuestos casi por tener puertas y ventanas.

Así me sentí, cuando como cada semestre, durante los últimos 4 años, fui a verificar mi auto para no contaminar y colaborar contra el calentamiento global y prevenir la emisión de partículas. Triste fue mi sorpresa cuando me lo negaron, argumentando que el sistema me rechazaba y que debería pagar la tenencia.

Esa tenencia inventada en 1962 por López Mateos para financiar la olimpiada de 1968, con el compromiso gubernamental, no cumplido, de que una vez realizada desaparecería. Y no sólo no desapareció, sino que extendió su vida por 57 años, aunque en los últimos 10 años varios estados la eliminaron de su recaudación, como Sonora, Colima, Chihuahua, Jalisco, Sinaloa y Michoacán, considerando la opinión y malestar de sus ciudadanos.

Un impuesto extraño, si se considera que a la compra de un vehículo se paga el 16 por ciento de IVA, es como pagar una renta anual por algo que ya se pagó, más de 50 años de un impuesto ilegal que permanece y no desaparece, aunque el de puertas y ventanas de Santana, no duró, ni el de burros malnacidos, ni el de diezmos de indios y muchos más, resultado de una mala administración, gran deuda, la necesidad de dinero y una ciudadanía aguantadora.

Intentando solucionar el problema, porque la recaudación es grande y el trabajo pagado, escaso. Fui a la Secretaría de Finanzas y de allí me batearon a Recaudación y el de Recaudación me envió a otro lado.

Les pregunté por qué amarraban la verificación con la tenencia, si sus objetivos eran distintos. La primera busca combatir el calentamiento global, de acuerdo a las políticas y acuerdos mundiales, para que cuidemos nuestro planeta y restauremos el equilibrio ecológico. La segunda es un impuesto que incrementa los recursos del gobierno. Amarrarlos implica que muchos autos no van a verificar y van a contaminar, dañando a México y al Planeta.

No podemos tapar un hoyo, destapando otro. Avanzamos en educación y cultura para que todos tengamos conciencia y acciones que nos ayuden a mitigar el daño que le hacemos al mundo. No logramos reducir el calentamiento de 4 a 1.5 grados centígrados de acuerdo a las metas de la ONU, aun cuando México firmó el anterior Protocolo de Kioto, comprometiéndose a hacer todo lo necesario para combatir el calentamiento global.

Ojalá haya un análisis del tema para que los beneficios que todos los mexiquenses queremos, no estén condicionados a un impuesto que debió desaparecer en 1968.


Tenencia contra Calentamiento Global

Tuve que recorrer las 7 casas y hacer penitencia por el interés recaudatorio de mi Estado de México, que al estilo santanista impone impuestos casi por tener puertas y ventanas.

Así me sentí, cuando como cada semestre, durante los últimos 4 años, fui a verificar mi auto para no contaminar y colaborar contra el calentamiento global y prevenir la emisión de partículas. Triste fue mi sorpresa cuando me lo negaron, argumentando que el sistema me rechazaba y que debería pagar la tenencia.

Esa tenencia inventada en 1962 por López Mateos para financiar la olimpiada de 1968, con el compromiso gubernamental, no cumplido, de que una vez realizada desaparecería. Y no sólo no desapareció, sino que extendió su vida por 57 años, aunque en los últimos 10 años varios estados la eliminaron de su recaudación, como Sonora, Colima, Chihuahua, Jalisco, Sinaloa y Michoacán, considerando la opinión y malestar de sus ciudadanos.

Un impuesto extraño, si se considera que a la compra de un vehículo se paga el 16 por ciento de IVA, es como pagar una renta anual por algo que ya se pagó, más de 50 años de un impuesto ilegal que permanece y no desaparece, aunque el de puertas y ventanas de Santana, no duró, ni el de burros malnacidos, ni el de diezmos de indios y muchos más, resultado de una mala administración, gran deuda, la necesidad de dinero y una ciudadanía aguantadora.

Intentando solucionar el problema, porque la recaudación es grande y el trabajo pagado, escaso. Fui a la Secretaría de Finanzas y de allí me batearon a Recaudación y el de Recaudación me envió a otro lado.

Les pregunté por qué amarraban la verificación con la tenencia, si sus objetivos eran distintos. La primera busca combatir el calentamiento global, de acuerdo a las políticas y acuerdos mundiales, para que cuidemos nuestro planeta y restauremos el equilibrio ecológico. La segunda es un impuesto que incrementa los recursos del gobierno. Amarrarlos implica que muchos autos no van a verificar y van a contaminar, dañando a México y al Planeta.

No podemos tapar un hoyo, destapando otro. Avanzamos en educación y cultura para que todos tengamos conciencia y acciones que nos ayuden a mitigar el daño que le hacemos al mundo. No logramos reducir el calentamiento de 4 a 1.5 grados centígrados de acuerdo a las metas de la ONU, aun cuando México firmó el anterior Protocolo de Kioto, comprometiéndose a hacer todo lo necesario para combatir el calentamiento global.

Ojalá haya un análisis del tema para que los beneficios que todos los mexiquenses queremos, no estén condicionados a un impuesto que debió desaparecer en 1968.