Alrededor del momento de emitir el voto, hay una serie de emociones, de circunstancias que lo rodean. El temor a equivocarse, conocer la boleta electoral, leerla y a veces releerla, porque no fue fácil, decidirse y ahora no estar dispuesto a equivocarse. A la hora de marcar la decisión, sentir una rara emoción, entre el deber ciudadano cumplido y querer que el voto manifieste todo lo que quiere decir a la ganadora de la contienda electoral.
\u0009Todo eso, es confianza en el valor de el voto que deposito en la urna. Y ahí en secreto, surge el dialogo entre el elector y el voto, que en la boleta tiene el nombre de la candidata.- A usted candidata, le digo que estoy cumpliendo con mi obligación ciudadana, que ahora espero que usted cumpla sin pretextos, con eficacia, eficiencia y honradez, Mi voto le exige trabajo con capacidad, para lograr una mejor calidad de vida a los mexiquenses, a todos sin distingos, porque todos tienen el mismo interés por mejorar, porque conocen el valor de la unidad, sin prepotencias ni resentimientos.
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\u0009El voto exige un gobierno bien y honradamente administrado, que solucione los grandes y urgentes problemas, que cuide la naturaleza de nuestro gran estado, que se fortalezca la coordinación entre poderes, entre municipios, entre sectores, entre vecinos entre ciudadanos, que los respete y respete la Constitución Federal y Estatal, así como las leyes, que con justicia se apliquen, sin corrupción e impunidad. Que se dé prioridad real a muchos problemas que han crecido para las mujeres, con la inseguridad, la salud, la educación, el trabajo, que respete la igualdad de derechos humanos de mujeres, hombres niños, niñas, y adultos mayores,
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\u0009El voto exige cercanía permanente con la ciudadanía, así como en la campaña esa cercanía fomento el voto, no quiere que la gobernante, se aislé, que solo tengan acceso a ella unos cuantos, los que la rodean, los que le comentan lo que a sus intereses personales conviene, ese cerco aleja la posibilidad de confianza y de apoyo a la gobernante.
El voto quiere una gobernante que conozca y ame al estado de mexico, que lo defienda y lo haga crecer, con los mejores hombres y mujeres, con los expertos en cada área, con los que entiendan a la política como servicio, no con la prepotencia de su sabiduría, ni con la falsa humildad que agrede, Tampoco,quiere cerca de la gobernadora a personas que solo por compromiso político, partidista, familiar, o amistoso le estén “haciendo mosca” todo el tiempo, y por atrás la golpeen con traiciones, robos, o irresponsabilidades.
El voto, quiere a una gobernadora segura de si misma, fuerte, firme en sus decisiones, no marioneta de ningún partido político, ni compañero varón, eso porque aun en este siglo XXI, muchos hombres creen que pueden y deben manejar a la mujer, sobre todo si tiene el poder, ellos creen que el poder se los deben a ellos, y ellos serán los que manden aunque estén atrás, Eso que es una realidad no puede, no debe permitirlo la Gobernadora de mi Estado de Mexico, menos una mujer, que como ella, es la que tiene el poder quieran o no.
El voto quiere que la primera mujer gobernadora, deje una huella limpia, profunda de trabajo, de resultados de beneficio para todos los ciudadanos, sobre todo que no se olvide a diario, que muchas mujeres, están observando, cuidando, que esa huella les permita pasar por puertas que hasta ahora están cerradas para la mujer, y que por nada perdonarían a la primera Gobernadora que no les dejara el camino hacia una mejor posibilidad de vida, a ellas y a su familia.
Estas palabras que el voto expreso el 4 de junio, y no caben escritas en la boleta electoral, ni son escuchadas en el silencio del momento de elegir, existen y están en cada voto, con tanto valor que fueron capaces de llevar al triunfo a la primera mujer Gobernadora del Estado de Mexico. Ojalá siempre estén presentes y no las borre el paso del tiempo, eso seria un fracaso histórico.
