/ jueves 4 de junio de 2020

Subrayando | Cuando se abran las puertas de las casas

¿Cuándo ya no estemos en semáforo rojo?, Cuando ya no esté ”en pico” el peligro de contagio o la mortalidad por el virus. Cuando por fin anuncien las autoridades y los empresarios, que la actividad económica vuelve a desarrollarse, y en los hospitales se normalice la atención, cuando se pueda volver a reunir la familia, los amigos, ¿Qué va a pasar?.

¿Se volverá a la normalidad acostumbrada?, ¿será lo mismo que a principio de año?, Todos tendremos el mismo espíritu y ánimo para seguir haciendo lo cotidiano?, ¿En algo, (también en lo personal) habrá cambiado?,¡ Que va a ver cambio!, dicen, eso sí, es seguro.

Por lo pronto, la etapa de incredulidad en la existencia del coronavirus, está pasando para muchos que empiezan a creer en su existencia, o para otros que han vivido la expendía cerca muy cerca. La etapa de desconfianza en las cifras, los ofrecimientos de apoyo, y demás palabrería de funcionarios, no se ha acabado, esa desconfianza persiste.

Por eso el temor de abrir las puertas de la casa que nos mantuvo estos últimos meses, ahora hay que aprender a vivir con un extraño de aquí en adelante, porque el virus no se ha ido, está en el mundo entero, El comportamiento va a ser necesariamente diferente a lo acostumbrado, desde, cubrirnos el rostro, saludar diferente, cuidar de tocar objetos en lugares públicos, lavarse frecuentemente las manos (ese habito fue lo mejor)

Al abrir las puertas de las casas, van a salir muchos sentimientos nuevos unos buenos y otros no, la imagen de las personas con las que se convivió a lo mejor cambia, para bien o para mal. Porque la violencia estuvo en muchos hogares o afloro en el encierro por eso, Las prioridades de vida van a ser otras, los gastos superfluos que seguramente mucha gente extraña van a disminuir o a desaparecer.

Pero lo más grave, para los miles y miles que se quedaron sin trabajo, ¿Qué hacer?, ¿Adónde recurrir para encontrar trabajo, como resolver los problemas existentes y los nuevos problemas?. Es ahí en donde el gobierno tiene que apoyar, en donde tiene que dedicar todos sus esfuerzos, todo su tiempo todos sus recursos, atender a los que se quedaron sin trabajo .Y una acción efectiva para evitar la inseguridad, acabar con la impunidad y la demagogia.


¿Cuándo ya no estemos en semáforo rojo?, Cuando ya no esté ”en pico” el peligro de contagio o la mortalidad por el virus. Cuando por fin anuncien las autoridades y los empresarios, que la actividad económica vuelve a desarrollarse, y en los hospitales se normalice la atención, cuando se pueda volver a reunir la familia, los amigos, ¿Qué va a pasar?.

¿Se volverá a la normalidad acostumbrada?, ¿será lo mismo que a principio de año?, Todos tendremos el mismo espíritu y ánimo para seguir haciendo lo cotidiano?, ¿En algo, (también en lo personal) habrá cambiado?,¡ Que va a ver cambio!, dicen, eso sí, es seguro.

Por lo pronto, la etapa de incredulidad en la existencia del coronavirus, está pasando para muchos que empiezan a creer en su existencia, o para otros que han vivido la expendía cerca muy cerca. La etapa de desconfianza en las cifras, los ofrecimientos de apoyo, y demás palabrería de funcionarios, no se ha acabado, esa desconfianza persiste.

Por eso el temor de abrir las puertas de la casa que nos mantuvo estos últimos meses, ahora hay que aprender a vivir con un extraño de aquí en adelante, porque el virus no se ha ido, está en el mundo entero, El comportamiento va a ser necesariamente diferente a lo acostumbrado, desde, cubrirnos el rostro, saludar diferente, cuidar de tocar objetos en lugares públicos, lavarse frecuentemente las manos (ese habito fue lo mejor)

Al abrir las puertas de las casas, van a salir muchos sentimientos nuevos unos buenos y otros no, la imagen de las personas con las que se convivió a lo mejor cambia, para bien o para mal. Porque la violencia estuvo en muchos hogares o afloro en el encierro por eso, Las prioridades de vida van a ser otras, los gastos superfluos que seguramente mucha gente extraña van a disminuir o a desaparecer.

Pero lo más grave, para los miles y miles que se quedaron sin trabajo, ¿Qué hacer?, ¿Adónde recurrir para encontrar trabajo, como resolver los problemas existentes y los nuevos problemas?. Es ahí en donde el gobierno tiene que apoyar, en donde tiene que dedicar todos sus esfuerzos, todo su tiempo todos sus recursos, atender a los que se quedaron sin trabajo .Y una acción efectiva para evitar la inseguridad, acabar con la impunidad y la demagogia.