/ jueves 28 de noviembre de 2019

Subrayando | ¡Lactancia libre!


Fue el grito que un grupo de mujeres madres de familia exclamó en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, exigiendo poder realizar esta práctica en lugares públicos

Conociendo los innumerables beneficios de la lactancia materna, en el mundo entero los organismos internacionales, como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, están promoviendo esta práctica como el mejor medio para que los niños y niñas no sólo estén adecuadamente alimentados, sino también para que estén en las mejores condiciones de salud y tengan el mejor desarrollo físico y mental.

Sancionar de cualquier forma la práctica de la lactancia materna manifiesta ignorancia y retroceso, y si eso se manifiesta en las leyes, se presenta no sólo el atraso del país, sino se le está negando la oportunidad al niño de tener no sólo la mejor protección, sino sentir la seguridad y la fuerza que le va a formar un carácter firme para los años venideros.

El niño necesita alimentarse, “a libre demanda”, lo que significa que varias veces al día va a requerir del amor materno y también del amor paterno, en la actualidad eso a veces no es posible porque los padres trabajan, pero la madre adquiere y requiere el derecho a tener en el lugar en donde trabaja, o en el lugar público, comercial, deportivo, etc., un espacio privado, higiénico en donde pueda amamantar a su bebé, o bien extraerse la leche y guardarla para llevarla a su casa y que él bebé la aproveche.

Generalmente la violencia social e institucional en contra de la lactancia se presenta por desconocimiento de las fundamentales necesidades de la madre, de extraer su leche, y de gozar de la posibilidad de tener menos riesgo de padecer cáncer de mama, de establecer un vínculo de amor y seguridad con su hijo, evitando caracteres violentos en el crecimiento del niño.

No ha sido fácil el fomento de la lactancia materna, la competencia con las grandes industrias de la leche en polvo es muy desigual, y si a eso se le añade el descuido, el poco interés, la falta de presupuesto de las autoridades y sector privado, negándose o retrasando la instalación de salas de lactancia, el proceso que debería tener un primer lugar en programas como el combate a la pobreza, contra la diabetes, contra la obesidad, contra el cáncer de mama, se relega y se menosprecia tanto en las leyes como en el presupuesto. (El Estado de México fue el primero en aprobar una ley de apoyo a la lactancia).

Y junto al grito de ¡Lactancia Libre!, también está el de ¡Lactancia Materna, Derecho de los niños y de las madres!

EX DIPUTADA / @yolandasenties


Fue el grito que un grupo de mujeres madres de familia exclamó en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, exigiendo poder realizar esta práctica en lugares públicos

Conociendo los innumerables beneficios de la lactancia materna, en el mundo entero los organismos internacionales, como las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, están promoviendo esta práctica como el mejor medio para que los niños y niñas no sólo estén adecuadamente alimentados, sino también para que estén en las mejores condiciones de salud y tengan el mejor desarrollo físico y mental.

Sancionar de cualquier forma la práctica de la lactancia materna manifiesta ignorancia y retroceso, y si eso se manifiesta en las leyes, se presenta no sólo el atraso del país, sino se le está negando la oportunidad al niño de tener no sólo la mejor protección, sino sentir la seguridad y la fuerza que le va a formar un carácter firme para los años venideros.

El niño necesita alimentarse, “a libre demanda”, lo que significa que varias veces al día va a requerir del amor materno y también del amor paterno, en la actualidad eso a veces no es posible porque los padres trabajan, pero la madre adquiere y requiere el derecho a tener en el lugar en donde trabaja, o en el lugar público, comercial, deportivo, etc., un espacio privado, higiénico en donde pueda amamantar a su bebé, o bien extraerse la leche y guardarla para llevarla a su casa y que él bebé la aproveche.

Generalmente la violencia social e institucional en contra de la lactancia se presenta por desconocimiento de las fundamentales necesidades de la madre, de extraer su leche, y de gozar de la posibilidad de tener menos riesgo de padecer cáncer de mama, de establecer un vínculo de amor y seguridad con su hijo, evitando caracteres violentos en el crecimiento del niño.

No ha sido fácil el fomento de la lactancia materna, la competencia con las grandes industrias de la leche en polvo es muy desigual, y si a eso se le añade el descuido, el poco interés, la falta de presupuesto de las autoridades y sector privado, negándose o retrasando la instalación de salas de lactancia, el proceso que debería tener un primer lugar en programas como el combate a la pobreza, contra la diabetes, contra la obesidad, contra el cáncer de mama, se relega y se menosprecia tanto en las leyes como en el presupuesto. (El Estado de México fue el primero en aprobar una ley de apoyo a la lactancia).

Y junto al grito de ¡Lactancia Libre!, también está el de ¡Lactancia Materna, Derecho de los niños y de las madres!

EX DIPUTADA / @yolandasenties