/ miércoles 14 de noviembre de 2018

Vida Pública


Estrategia para la seguridad de los mexiquenses

Es posible mejorar sensiblemente la seguridad pública en el Estado de México durante el sexenio actual, abatir el número de delitos, incrementar el de denuncias, multiplicar el de investigaciones, cambiar la percepción social de inseguridad y reducir la impunidad. Se necesita el trabajo comprometido de diputados locales y su disposición a colaborar con el gobernador de la entidad ¡trabajando con estrategia!

Tan eficaz como urgente es responsabilizar a la policía estatal de recibir denuncias y realizar la investigación de delitos, como liberar al Ministerio Público de esa pesada carga para permitir que la ahora llamada Fiscalía, antes Procuraduría, se concentre en blindar sus acusaciones, a efecto de que no quede crimen sin castigo, que los casos de los fiscales sean tan sólidos para que el juez pueda sentenciar a los culpables.

Se necesita un policía que investigue cada que ocurre un delito; un fiscal, muy buen abogado, que valore jurídicamente las pruebas que le presentan y en el momento que sea capaz de demostrar la culpabilidad del presunto delincuente, lleve el caso ante el juez; y que éste arbitre el asunto, escuche al acusado y a su defensa, y determine la culpabilidad o inocencia del imputado.

Suena sencillo: tres servidores públicos: el policía, el fiscal y el juez, igualmente responsables del servicio de la seguridad pública, cuando ocurre un delito. Claro está que, siendo complementarias, sus responsabilidades son diferentes y exigen un grado de especialización, por lo que resulta indispensable que lo hagan personas e instituciones distintas: la policía, la fiscalía y el tribunal de justicia.

Parece de sentido común, y sin embargo, un atavismo ha dispuesto durante todo un siglo que, absurdamente, la policía esté sometida al fiscal, todavía conocido como Ministerio Público. Por supuesto que separar las funciones de policía y fiscal, para que ambos se profesionalicen y mejoren, no es todo, pero evidentemente es el primer paso, y como tal indispensable. Después, pronto, vendrán consecuentemente los buenos resultados.

A diferencia del policía que trabaja para evitar delitos y mantener el orden, el fiscal busca demostrar culpabilidades. Al hacer el trabajo del otro, el Ministerio Público lo hace con su visión y misión original, y termina descuidando ambas tareas.

Una fiscalía adelgazada, “fitness”, bien preparada jurídicamente, y una policía fuerte con inteligencia en la investigación, son el binomio perfecto que debe diseñarse desde la ley para mejorar la seguridad en el Estado de México.

Fiscalía sin policías, pues no los necesita, además de que siendo una entidad autónoma, como lo es ahora, no debe tenerlos, pues el mando de la fuerza pública es uno y pertenece al Poder Ejecutivo que fue electo por los mexiquenses.

Independientemente de que AMLO prometió presentar su estrategia de seguridad esta semana, lo dicho anteriormente es responsabilidad jurídica, política y moral de las autoridades locales. Los mexiquenses merecemos y exigimos que hagan algo diferente y mejor a lo de siempre y aquí tienen una propuesta concreta para mejorar la seguridad en el Estado de México.

@HuicocheaAlanis


Estrategia para la seguridad de los mexiquenses

Es posible mejorar sensiblemente la seguridad pública en el Estado de México durante el sexenio actual, abatir el número de delitos, incrementar el de denuncias, multiplicar el de investigaciones, cambiar la percepción social de inseguridad y reducir la impunidad. Se necesita el trabajo comprometido de diputados locales y su disposición a colaborar con el gobernador de la entidad ¡trabajando con estrategia!

Tan eficaz como urgente es responsabilizar a la policía estatal de recibir denuncias y realizar la investigación de delitos, como liberar al Ministerio Público de esa pesada carga para permitir que la ahora llamada Fiscalía, antes Procuraduría, se concentre en blindar sus acusaciones, a efecto de que no quede crimen sin castigo, que los casos de los fiscales sean tan sólidos para que el juez pueda sentenciar a los culpables.

Se necesita un policía que investigue cada que ocurre un delito; un fiscal, muy buen abogado, que valore jurídicamente las pruebas que le presentan y en el momento que sea capaz de demostrar la culpabilidad del presunto delincuente, lleve el caso ante el juez; y que éste arbitre el asunto, escuche al acusado y a su defensa, y determine la culpabilidad o inocencia del imputado.

Suena sencillo: tres servidores públicos: el policía, el fiscal y el juez, igualmente responsables del servicio de la seguridad pública, cuando ocurre un delito. Claro está que, siendo complementarias, sus responsabilidades son diferentes y exigen un grado de especialización, por lo que resulta indispensable que lo hagan personas e instituciones distintas: la policía, la fiscalía y el tribunal de justicia.

Parece de sentido común, y sin embargo, un atavismo ha dispuesto durante todo un siglo que, absurdamente, la policía esté sometida al fiscal, todavía conocido como Ministerio Público. Por supuesto que separar las funciones de policía y fiscal, para que ambos se profesionalicen y mejoren, no es todo, pero evidentemente es el primer paso, y como tal indispensable. Después, pronto, vendrán consecuentemente los buenos resultados.

A diferencia del policía que trabaja para evitar delitos y mantener el orden, el fiscal busca demostrar culpabilidades. Al hacer el trabajo del otro, el Ministerio Público lo hace con su visión y misión original, y termina descuidando ambas tareas.

Una fiscalía adelgazada, “fitness”, bien preparada jurídicamente, y una policía fuerte con inteligencia en la investigación, son el binomio perfecto que debe diseñarse desde la ley para mejorar la seguridad en el Estado de México.

Fiscalía sin policías, pues no los necesita, además de que siendo una entidad autónoma, como lo es ahora, no debe tenerlos, pues el mando de la fuerza pública es uno y pertenece al Poder Ejecutivo que fue electo por los mexiquenses.

Independientemente de que AMLO prometió presentar su estrategia de seguridad esta semana, lo dicho anteriormente es responsabilidad jurídica, política y moral de las autoridades locales. Los mexiquenses merecemos y exigimos que hagan algo diferente y mejor a lo de siempre y aquí tienen una propuesta concreta para mejorar la seguridad en el Estado de México.

@HuicocheaAlanis