/ miércoles 2 de diciembre de 2020

Vida Pública | Exitoso gobierno

El gobierno de la llamada 4T se erige exitoso al cumplir dos años de su inicio, aunque con malos resultados de gestión. Ineficaz en prácticamente todos los rubros de la administración pública desde casi cualquier perspectiva, medición, índice o indicador, el gobierno que encabeza Andrés Manuel López mantiene una sorprendente aceptación entre la mayoría de las y los mexicanos, pues 6 de cada 10 de nosotros lo respalda. Esta aparente contradicción tiene una explicación que es preciso señalar.

Los datos oficiales son contundentes e irrefutables, han sido asesinadas más de 70 mil personas en el país, para hacer de estos dos, los años más sangrientos de la historia, y han ocurrido más de 400 masacres documentadas por Causa en Común. La economía, que creció modestamente entre 2012 y 2018, cayó a crecimiento 0 en 2019 y para 2020 la debacle será de más de dos dígitos. El ahorro acumulado por generaciones de mexicanos durante los últimos 30 años, sencillamente ha desaparecido, y las instituciones que hicieron del país una potencia exportadora, han sido desmontadas o acotadas. Se perdió más de medio millón de empleos. El recorte al gasto público trajo, entre otras consecuencias, una reducción dramática de lo invertido en salud, con efectos directos en personas enfermas que han fallecido, como en el llamativo y lamentable caso de los niños que requieren tratamientos contra el cáncer. A esta reducción del gasto en salud habrá que agregar el impacto de la gestión de la pandemia, que la Organización Mundial de la Salud claramente ha reprobado. No prospera uno solo de los supuestos casos de corrupción sobre los cuales penden procesos que parecen más amagos de venganza que de justicia, y por si lo anterior pareciera intangible para los lectores, habría que agregar que hoy, dos años después de iniciado el sexenio, hay 10 millones más de personas pobres en el país.

Pero igualmente incontrovertibles son los resultados de la encuesta de aceptación presidencial de Buendía&Laredo que registra un 64 por ciento de respaldo al presidente; el AMLOMETRO de la empresa Enkoll que le reconoce una aprobación de 61 por ciento con tendencia ascendente de franca recuperación; y la autodenominada encuesta de encuestas, Oraculus.mx, cuyo promedio de todos los estudios demoscópicos coincide en una calificación aprobatoria para el mandatario por arriba del 6, en escala de 10. En síntesis, todos esos estudios señalan que el titular del Ejecutivo Federal ha recuperado el nivel de aceptación de febrero pasado; es decir, que a pesar de lo que está ocurriendo, eso no le hace mella en su prestigio entre el gran público mexicano que así demostramos que nuestra inteligencia emocional prefiere pasar por alto los datos, y respaldarse en los sentimientos. El Gobierno Federal está reprobado, pero cae bien, podríamos resumir en el lenguaje de todos los días.

Lo único que explica este fenómeno es la persistencia de la narrativa presidencial y la ausencia de otra voz que intente explicar lo que en el país sucede. Predomina la versión de que este gobierno acaba con la corrupción y hace justicia a los más pobres; aunque no existan evidencias de que esto ocurra, lo evidente es que eso queremos escuchar los mexicanos. Mientras eso no cambie, este gobierno seguirá teniendo éxito, independientemente de sus resultados.

@HuicocheaAlanis

El gobierno de la llamada 4T se erige exitoso al cumplir dos años de su inicio, aunque con malos resultados de gestión. Ineficaz en prácticamente todos los rubros de la administración pública desde casi cualquier perspectiva, medición, índice o indicador, el gobierno que encabeza Andrés Manuel López mantiene una sorprendente aceptación entre la mayoría de las y los mexicanos, pues 6 de cada 10 de nosotros lo respalda. Esta aparente contradicción tiene una explicación que es preciso señalar.

Los datos oficiales son contundentes e irrefutables, han sido asesinadas más de 70 mil personas en el país, para hacer de estos dos, los años más sangrientos de la historia, y han ocurrido más de 400 masacres documentadas por Causa en Común. La economía, que creció modestamente entre 2012 y 2018, cayó a crecimiento 0 en 2019 y para 2020 la debacle será de más de dos dígitos. El ahorro acumulado por generaciones de mexicanos durante los últimos 30 años, sencillamente ha desaparecido, y las instituciones que hicieron del país una potencia exportadora, han sido desmontadas o acotadas. Se perdió más de medio millón de empleos. El recorte al gasto público trajo, entre otras consecuencias, una reducción dramática de lo invertido en salud, con efectos directos en personas enfermas que han fallecido, como en el llamativo y lamentable caso de los niños que requieren tratamientos contra el cáncer. A esta reducción del gasto en salud habrá que agregar el impacto de la gestión de la pandemia, que la Organización Mundial de la Salud claramente ha reprobado. No prospera uno solo de los supuestos casos de corrupción sobre los cuales penden procesos que parecen más amagos de venganza que de justicia, y por si lo anterior pareciera intangible para los lectores, habría que agregar que hoy, dos años después de iniciado el sexenio, hay 10 millones más de personas pobres en el país.

Pero igualmente incontrovertibles son los resultados de la encuesta de aceptación presidencial de Buendía&Laredo que registra un 64 por ciento de respaldo al presidente; el AMLOMETRO de la empresa Enkoll que le reconoce una aprobación de 61 por ciento con tendencia ascendente de franca recuperación; y la autodenominada encuesta de encuestas, Oraculus.mx, cuyo promedio de todos los estudios demoscópicos coincide en una calificación aprobatoria para el mandatario por arriba del 6, en escala de 10. En síntesis, todos esos estudios señalan que el titular del Ejecutivo Federal ha recuperado el nivel de aceptación de febrero pasado; es decir, que a pesar de lo que está ocurriendo, eso no le hace mella en su prestigio entre el gran público mexicano que así demostramos que nuestra inteligencia emocional prefiere pasar por alto los datos, y respaldarse en los sentimientos. El Gobierno Federal está reprobado, pero cae bien, podríamos resumir en el lenguaje de todos los días.

Lo único que explica este fenómeno es la persistencia de la narrativa presidencial y la ausencia de otra voz que intente explicar lo que en el país sucede. Predomina la versión de que este gobierno acaba con la corrupción y hace justicia a los más pobres; aunque no existan evidencias de que esto ocurra, lo evidente es que eso queremos escuchar los mexicanos. Mientras eso no cambie, este gobierno seguirá teniendo éxito, independientemente de sus resultados.

@HuicocheaAlanis