Con acierto, la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía General de Justicia llevaron a cabo el Congreso de Prevención Social de la Delincuencia en el Estado de México, en el que convocaron exitosamente la participación de presidentes de importantes municipios, académicos, investigadores, comunicadores, integrantes de los cuerpos de seguridad, representantes de organizaciones sociales y público en general, que desde sus respectivas visiones expusieron la problemática de la inseguridad, en intervenciones que, si bien pusieron en valor los resultados alcanzados por las instituciones del Estado, también señalaron los pendientes, las tareas por hacer que, bien entendidas, iluminan el camino que debemos seguir para recuperar la armonía en el Estado de México.
En el evento el titular del Ejecutivo apuntó que "Es necesario impulsar una política integral de prevención social de la violencia que, con la participación de la ciudadanía promuevan la convivencia comunitaria, fortalezca la resiliencia social e impulse equitativamente las oportunidades de la juventud. El primer paso para hacer esto, es precisamente la recuperación de espacios públicos, el impulso al deporte, a la cultura, que nos permita recuperar espacios comunitarios, nos ayuda precisamente a generar esta prevención y esta actividad de fortalecimiento y de recuperación de las comunidades. Complementariamente, entre las medidas de fortalecimiento a las corporaciones policíacas, mejoramos equipamiento, condiciones laborales, capacidades de reacción y sobre todo la formación profesional de sus elementos. La inteligencia policial, el uso de tecnología, la videovigilancia, la focalización de recursos para atender delitos de alto impacto en zonas de mayor incidencia, el fortalecimiento institucional de la Policía es necesario, pero no es suficiente para inhibir las prácticas delictivas", todas ellas acciones y resultados plausibles.
No obstante, y dados los alarmantes niveles de violencia alcanzados y a la luz de los resultados que señalan los reportes nacionales e internacionales también citados en el congreso, aflora la necesidad de multiplicar y afinar los datos disponibles a partir de las encuestas de victimización municipal que hacen falta, los estudios que permitan reconocer la dinámica de la violencia dentro de los hogares, y detenerla para impedir que escale a delitos y hasta feminicidios. Es importante también reconocer que resulta urgente facultar a las policías municipales y estatal a recibir denuncias e iniciar investigaciones de delitos, pues es evidente que el ministerio público no puede con esa enorme tarea, al tiempo de utilizar las herramientas tecnológicas y aprovechar la formación de policías para para que realicen estas tareas, lo cual las aproximará más a la comunidad a la que sirven y las comprometerá a hacer impecablemente su trabajo.
Y más importante todavía: es un imperativo implementar el modelo de justicia cívica en los municipios del país con el cuál, bajo un proceso legal y democrático, las autoridades se obliguen a castigar toda falta o delito, para cerrar el espacio a la impunidad, con sanciones ejemplares que pongan orden en las comunidades.
Así, con ejercicios como este congreso y, sobre todo entendiendo y atendiendo las lecciones que arroja, trabajando con estrategia, los mexiquenses estamos en la ruta de recuperar nuestra seguridad.
@HuicocheaAlanis
