Recuentos en las elecciones de Estados Unidos
Es una tradición norteamericana derivada de un sistema electoral básicamente bipartidista, el que los resultados de las elecciones sean difundidos por los medios de comunicación en la propia noche de los comicios y sean confirmados por una de “declaración de aceptación de la derrota” por parte de quien perdió la elección, con lo cual se “oficializan”, por ello es que resulta atípico que tras los comicios realizados el pasado 6 de noviembre, aún exista incertidumbre sobre algunos de sus resultados.
Para ejemplo cito lo sucedido en el estado de Florida: la contienda para el Senado se dio entre el republicano Rick Scott (gobernador saliente) y el demócrata Bill Nelson. Entre ambos se registró una diferencia cercana a los 15,000 votos, lo que representó el 0.18% de la votación y motivó el recuento de los sufragios. Nelson no reconoció su derrota, las leyes de Florida señalan que de existir una diferencia de 0.5% o menor, entre el primer y segundo lugar, debe realizarse un recuento automático de la votación, y si la diferencia es igual o menor a 0.25% se realizará un recuento manual.
Al mismo tiempo también en la elección de gobernador en Florida, entre el republicano Ron DeSantis y el demócrata Andrew Gillum los resultados se “apretaron”; el republicano obtuvo alrededor de 35,000 votos más que el demócrata, pero dicha cifra representa menos del 0.5% de la diferencia entre ambos contendientes, razón suficiente para que proceda el recuento automático de los sufragios.
Un antecedente muy importante de los recuentos en la Florida lo tenemos en las elecciones presidenciales de 2000, compitieron George W. Bush y Al Gore; entonces Bush obtuvo el triunfo en la elección presidencial tras obtener una muy cuestionada ventaja de sólo 537 sufragios; la crisis fue evitada por Gore al “aceptar” la derrota, con un magnífico discurso, por cierto.
En el caso de la elección para el Senado en Arizona, la demócrata Kyrsten Sinema se encuentra adelante de la republicana Martha McSally por más de 20 mil votos, aunque Arizona es un estado que depende en gran medida de los votos por correo, lo que ocasiona que el cómputo de la votación tarde más tiempo en efectuarse.
En la prensa internacional se señala que, con base en un estudio realizado por FairVote, en Estados Unidos de América, entre 2000 y el 2016, se realizaron 4,687 elecciones a nivel estatal, de éstas 26 se fueron a recuento, y solamente en tres casos se modificó el resultado previsto en la noche de la elección: a) La elección para la gubernatura del estado de Washington (2004); b) La elección para el cargo de auditor de Vermont (2006); y c) La elección para el Senado federal en Minnesota (2008).
El sistema electoral de Estados Unidos de América, por su dispersión normativa y la diversidad de autoridades involucradas parece no estar listo para responder oportunamente cuando los resultados son tan apretados; esperamos que resuelvan pronto esta situación, para bien de la democracia en el continente.
@CP_IEEM_MX