¿Es la seriefilia otra forma de adicción?

El problema ocasiona que la persona deje de hacer y prestar atención a sus actividades escolares o laborales, se acentúa el sedentarismo y surgen los problemas del sueño

Domingo Fernández | El Sol de Toluca

  · sábado 17 de julio de 2021

Foto | Ciencia UNAM

Conductas como el juego, las compras, sexo, ejercicio, el trabajo o mirar series de televisión pueden desencadenar adicciones comportamentales, también llamadas adicciones sin sustancia.

En este contexto surge la seriefilia o adicción a las series, que pese a que no está reconocida en los manuales de psiquiatría, comparte características con esa enfermedad, como la conducta compulsiva y el síndrome de abstinencia.

No obstante este comportamiento tiene al inicio un efecto positivo al permitir relajarse gracias al aumento de neurotransmisores como la dopamina, relacionada con la cognición, la motivación y la recompensa, los opioides relacionados con la euforia y la serotonina, que afecta nuestro estado de ánimo y comportamiento.

Pero conforme pasa el tiempo una persona adicta si no está viendo constantemente “su serie” comienza a sentirse ansioso, irritable y sufre de craving, es decir, experimenta un deseo intenso por verla, de acuerdo al artículo titulado: adicto a las series, publicado en el portal Ciencia UNAM, donde Gabriela Orozco Calderón, jefa del Laboratorio de Psicobiología y Cognición Humana en la Facultad de Psicología aporta sus conocimientos sobre el tema.

El problema ocasionará que la persona deje de hacer y prestar atención a sus actividades escolares o laborales, olvidando responsabilidades y bajando su rendimiento, incluso tendrá mala alimentación, se acentúa el sedentarismo y se aleja de las actividades sociales, aunado a los problemas del sueño.

Esta adición se presenta en personas con anormalidades en el estado de ánimo, así como fobia social, timidez o mucho estrés.

Sin embargo es un inconveniente que se puede tratar, la especialista de la máxima casa de estudios del país indica que se les enseña estrategias para mejorar su autocontrol, conocer las consecuencias negativas y positivas de su conducta y a auto monitorearse.

En cuanto al tratamiento farmacológico se han usado antidepresivos como el citalopram, un inhibidor selectivo de la recaptura de la serotonina y la naltrexona, que es un antagonista de los opioides.