El principal problema que tiene la obesidad es que hay un sesgo por el cual se cree que la persona, si quiere, puede bajar de peso, solo tiene que parar de comer y hacer ejercicio, pero no siempre es así.
Alrededor de la obesidad hay muchos factores que influyen, en la mayoría de los casos porque no se hizo nada en el tema de la prevención como impulsar los bebederos en los colegios, controlar el marketing destinado a los niños y jóvenes, el tamaño de las porciones, la presencia de forma descontrolada de oferta de comida en la televisión.
También en la falta de oportunidades para la actividad física que tiene mucha gente, la falta de educación alimentaria de los padres, entre otras.
En cuanto a por qué en ocasiones no alcanza con la dieta y el ejercicio físico para bajar los kilos de más y es necesario muchas veces recurrir a la cirugía metabólico-bariátrica es porque se ha alterado un sistema de equilibrio del organismo, refiere el artículo: Por qué el ejercicio y la dieta a veces no alcanzan para reducir la obesidad, publicado en el portal de Infobae.
Es lo que sucede también cuando se rompe el equilibrio de la glucosa y aparece la diabetes, en el caso del ácido úrico genera la gota, en ese sentido una vez que la persona subió 20, 30 o 40 kilos el aumento se convierte en una enfermedad crónica como diabetes e hipertensión, se puede controlar pero no curar.
“Hay casos en los que no se puede lograr el descenso porque son muchos los kilos de más y a la persona le cuesta pero no por una cuestión de voluntad, sino porque toda su cabeza está programada para comer”, precisó en el artículo Alberto Cormillot, médico especialista en nutrición.
Sin embargo existe la opción de la cirugía cuando el exceso de peso complica la vida y hay otras enfermedades asociadas, aunque después de la intervención a muchos pacientes les cuesta trabajo vivir con su nueva imagen porque aparece el tema del hambre emocional ya que muchas veces la tristeza, la angustia, la ira, el aburrimiento, la ansiedad lleva a una ingesta compulsiva.
Por eso el trabajo psicoterapéutico y las herramientas psicoeducativas son fundamentales en el tratamiento interdisciplinario del paciente con obesidad.
Otra alternativa para recuperar el peso ideal es el balón gástrico, un tratamiento que no requiere cirugía, ni anestesia ni endoscopia y está pensado para personas con un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 27. Se estima una pérdida de entre el 10% y el 15% del peso corporal, en el transcurso de seis meses.
Se trata de un balón blando que se coloca en el estómago, se infla y le produce al paciente sensación de saciedad y evita la ansiedad. Además, como la comida permanece más tiempo en el estómago ayuda a no comer entre horas.
