"Contra la tos, contra el Covid, mis preparados son garantía"; La Güera Dolores y sus remedios

Está en una esquina de la nave de frescos, al lado de los pollos y los amuletos

Filiberto Ramos | El Sol de Toluca

  · viernes 26 de noviembre de 2021

Luis Camacho | El Sol de Toluca

La Güera Dolores sale y entra de su pequeño local repleto de hierbas con bolsas de preparados contra el frío y contra el Covid y contra lo que se padezca, dice.

"Contra el Covid, contra la tos, la gripe, aquí todos se curan y regresan", presume la hierbera del mercado Benito Juárez de Toluca.

En el pasillo de las hierberas del mercado, a Dolores la tienen casi como una "Santa", o una chamana en eso de curar con el gordolobo, el eucalipto, la flor de sauco, el tabachín y la buganvilia.

“Aquí se curan por que se curan y regresan, ese es como el sello de la Güera”, explaya Dolores soltando su sonrisa.

Sobre su mostrador la Güera Dolores despliega sus hierbas en pequeños montones de 300 gramos para explicar que la naturaleza es sabia y que sus recetas cuestan lo que un refresco de cola, pero funcionan como el medicamento con la mejor fórmula farmacéutica.

“Un montoncito de este te alcanza para ocho días y te cuesta veinte pesos”, explica la hierbera del mercado.

Sus preparados están listos todo el tiempo y los hay para el mal de los riñones, el estrés y la ansiedad.

Su local está en una esquina de la nave de frescos, al lado de los pollos y los amuletos. Y su negocio parece que fuera un gran santuario donde se adoran a todos los santos, que aparecen en ojos de venado, en estampillas de veladoras y en medallitas.

“Bendito Dios nos estamos recuperando”, dice Dolores para referirse a la mala racha y la mala fortuna que trajo el Covid-19.

La Güera pronostica que el invierno llegará con más frío este año y que aunque sus preparados se venden todo el año, en diciembre y enero, habrán de llegar más clientes.

“¿Cuántos años me pone que tenga yo aquí?”, pregunta la Güera y luego contesta que ya son 50 años de recetar a sus clientes.

“Empecé jovencita allá en el mercado del Cosmovitral, mis abuelos me enseñaron a curar con las hierbas”, recuerda Dolores.