A seis años de permanecer preso en el penal de Tenango del Valle por el delito de homicidio, Lizbeth Arias espera que su hermano llegue al campamento y la abrace para disfrutar de su libertad al lado de sus hijos.
Sentada en uno de los catres instalados en el campamento, lugar en donde otras 15 personas realizan una huelga de hambre para solicitar la libertad de sus familiares, Lizbeth compartió la historia de su hermano al cual aseguró está preso de manera injusta.
“Mi hermano Joel se encuentra preso por un delito que no cometió en el penal de Tenango Del Valle, pese a todas las pruebas que hemos presentado incluyendo el arma homicida que no tiene las huellas dactilares de mi hermano, no las tomaron en cuenta”, indicó.
Recordó que fue detenido en Mexicaltzingo un mes después que su esposa dio a luz a su segundo hijo sin una orden de aprehensión y bajo amenazas de atentar contra su familia.
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“Un testigo fabricado por el MP acusó a mi hermano y le dictaron una sentencia de 54 años de cárcel, por un homicidio que él no cometió y que ocurrió en San Pedro Tlanixco”, relató Lizbeth.
Aunado a esto, subrayó que Joel era una persona muy trabajadora de oficio mecánico y después de su detención, la familia no tuvo otra opción que vender un terreno, su herramienta y un vehículo para pagarle a unos abogados que solo los engañaron.
Por otra parte, mencionó que al momento de su detención los policías ministeriales le pidieron una cantidad de dinero para dejarlo ir, pero le dijeron que iban a andar detrás de él. Como resultado de esto y al no contar con el dinero, fue llevado al penal de Tenango del Valle; sin embargo, al acudir a visitarlo, se dieron cuenta de que había sido golpeado y torturado.
No es justo que le roben las ilusiones y los sueños a una persona que es inocente, por eso estoy aquí luchando por la inocencia de mi hermano.
A seis años de lo que calificó como una injusticia, declaró que toda la familia ha soñado con su regreso el cual le permita abrazar a sus hijos sobre todo al más pequeño con el que solo ha convivido en la cárcel.
“Su hijo el más pequeño tiene rencor hacia los policías, pues cada que ve a uno de ellos tiembla, los ve como culpables de que su padre esté en la cárcel y no en su casa”, añadió.
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La mujer también pidió que las autoridades revisen el trato que se les da a los familiares de las personas que están presas en el penal, puesto que sufren abusos y un trato inhumano.
Tras esto, aceptó que a varios días de emprender la huelga de hambre han sufrido dolor, cansancio y la falta de alimento, sin embargo, añadió que el hambre de justicia es la que la mantiene esperando.
Yo lo sigo esperando con los brazos abiertos para que me venga abrazar y disfrute de su libertad, disfrute de su vida.
