La pandemia nos ha transportado a una nueva realidad en donde la población ha tenido que acostumbrarse obligadamente, y es que en temas de salud no hay margen de tolerancia.
Poco a poco se han retomado las actividades económicas, con medidas sanitarias suficientes, disminución de clientes, comensales y pasajeros, asistentes en general, en un punto donde se genera consumo.
Estas medidas han permitido que las actividades económicas puedan retomar su cauce y mermar la afectación económica que las empresas tienen en hombros, dinamizando así el empleo que incide directamente en las familias.
Pero hay sectores que tienen ventas focalizadas o estacionales a lo largo del año que producen para temporalidades específicas y de ella viven miles de familias.
Antes de la pandemia, municipios como Villa Guerrero, Coatepec Harinas y Tenancingo tenían en el sector florícola una buena fuente de empleos, y ubicaba al Estado de México como el máximo productor de flores a nivel nacional, con distribución en todo el país y exportación a Estados Unidos, así como Centro, Sudamérica y Europa.
La contingencia sanitaria trajo consigo un cierre de fronteras y cancelación de pedidos de este producto perecedero. Para el mercado nacional la expectativa no es mejor, las principales fechas para venta de tallos de flor son: Día del Amor y la Amistad, Día de las Madres, Día de Muertos, y Día de la Virgen de Guadalupe. En lo que va del año ya se perdió la producción destinada al 10 de mayo, ahora, se corre el riesgo de que se pierda lo que corresponde al 2 de noviembre, la cual ya está afectada por la disminución del precio del Cempaxúchitl y Garra de León hasta en 50%, adicional a la reducida siembra de estas especies para este año pasando de 2 mil hectáreas en 2019 a solo 1 mil hectáreas para este año.
Así como se han aperturado negocios con un porcentaje limitado de afluencia, también debieran abrirse los panteones controladamente, desde este fin de semana hasta el 2 de noviembre, permitiendo así la visita de familiares de los difuntos y dando la posibilidad de que las flores mexiquenses se vendan y no se pierdan cosechas enteras. Cabe señalar que de los 150 mil empleos que generaba este sector antes de la pandemia, hoy solo se encuentran ocupados 50 mil trabajadores y contando hacia la baja, también se debe atender a este sector tan representativo del Estado de México.
Importante señalar que no es la única actividad que podría ser afectada esta temporada, también los dulces típicos, alfeñique, alimentos, entre otros.
El esfuerzo que se puede hacer para que los panteones se abran controladamente, evitaría en alguna medida, que los productores de flores se enfilen a la quiebra, solo es cuestión de voluntad, la ciudadanía ya está consciente de las medidas sanitarias, ahora solo falta que las autoridades ponderen el beneficio de respetar una arraigada tradición haciendo un esfuerzo ejemplar por mantener control, reducir riesgos y lograr que la actividad económica no sufra más daños.
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