/ martes 10 de agosto de 2021

Con Valor Agregado | Que florezca el interés por el agro mexiquense

Recientemente el INEGI dio a conocer a través de su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal, que la entidad mexiquense, en el primer periodo de 2021, en materia de actividades primarias, tuvo un decremento de -12.6% respecto al mismo periodo del año inmediato anterior, ubicándose en penúltimo lugar a nivel nacional. Adicionalmente, en la contribución a la variación total nacional del sector, el Estado de México ocupó el último lugar a nivel país.

Estas cifras deben poner en alerta a todos los implicados en producir, fomentar y regular las actividades agropecuarias y ganaderas, principalmente, esto es el reflejo de que las cosas no necesariamente se están haciendo de la mejor forma, y un claro ejemplo es la actividad de la floricultura, misma que a pesar de todo y por logro de los empresarios y productores locales, nuestra entidad sigue siendo primer lugar nacional en producción de rosas, crisantemos, gerberas, girasoles, lilium, y terciopelo.

Por ello la importancia de apoyar las zonas en donde se realiza principalmente esta actividad como es el corredor Coatepec Harinas, Villa Guerrero, Tenancingo y Zumpahuacán, mismo que previo a la pandemia no solo daba empleo a los habitantes de dichos municipios, sino de los colindantes ya que la alta demanda de mano de obra les permitía abrir sus puertas a más personal que se traducía en estabilidad económica y paz social.

A partir de la contingencia sanitaria, muchos de los productores dejaron de sembrar parcial o totalmente sus invernaderos por la falta de venta, sobre todo en temporadas importantes como son 14 de febrero, 10 de mayo y 12 de diciembre. Esta contracción provocó pérdida de empleos, reconversión de cultivos florícolas a hortalizas y pérdida de valor en el mercado, sin embargo, es momento de retomar el rumbo y potenciar esta actividad base de la cadena productiva y económica nacional e internacional.

Las autoridades municipales electas están en la mejor disposición de contribuir a que la actividad repunte y siga siendo ícono de la zona por los empleos que genera y su aportación a la economía local, pero más aún, esas tierras que gozan de buen clima, nutrientes y campos preparados con invernaderos, están listos para seguir floreciendo, pero no basta la voluntad de los empresarios y productores, se requiere que las autoridades se sumen y apoyen decidida e integralmente a estos creadores de tallos con calidad mundial. Que quede claro, la generación de empleos no es a través de apoyos clientelares, sino de políticas trasversales que les permitan mejoras genéticas, fertilizantes de calidad a precios competitivos y con apertura de nuevos mercados internacionales donde inserten sus productos así como con espacios dignos para la comercialización de sus flores en territorio mexiquese, la gran ventaja de estar hasta abajo en los indicadores del INEGI, es que todo lo que venga será para ganar, porque ya no es posible estar más abajo.

Recientemente el INEGI dio a conocer a través de su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal, que la entidad mexiquense, en el primer periodo de 2021, en materia de actividades primarias, tuvo un decremento de -12.6% respecto al mismo periodo del año inmediato anterior, ubicándose en penúltimo lugar a nivel nacional. Adicionalmente, en la contribución a la variación total nacional del sector, el Estado de México ocupó el último lugar a nivel país.

Estas cifras deben poner en alerta a todos los implicados en producir, fomentar y regular las actividades agropecuarias y ganaderas, principalmente, esto es el reflejo de que las cosas no necesariamente se están haciendo de la mejor forma, y un claro ejemplo es la actividad de la floricultura, misma que a pesar de todo y por logro de los empresarios y productores locales, nuestra entidad sigue siendo primer lugar nacional en producción de rosas, crisantemos, gerberas, girasoles, lilium, y terciopelo.

Por ello la importancia de apoyar las zonas en donde se realiza principalmente esta actividad como es el corredor Coatepec Harinas, Villa Guerrero, Tenancingo y Zumpahuacán, mismo que previo a la pandemia no solo daba empleo a los habitantes de dichos municipios, sino de los colindantes ya que la alta demanda de mano de obra les permitía abrir sus puertas a más personal que se traducía en estabilidad económica y paz social.

A partir de la contingencia sanitaria, muchos de los productores dejaron de sembrar parcial o totalmente sus invernaderos por la falta de venta, sobre todo en temporadas importantes como son 14 de febrero, 10 de mayo y 12 de diciembre. Esta contracción provocó pérdida de empleos, reconversión de cultivos florícolas a hortalizas y pérdida de valor en el mercado, sin embargo, es momento de retomar el rumbo y potenciar esta actividad base de la cadena productiva y económica nacional e internacional.

Las autoridades municipales electas están en la mejor disposición de contribuir a que la actividad repunte y siga siendo ícono de la zona por los empleos que genera y su aportación a la economía local, pero más aún, esas tierras que gozan de buen clima, nutrientes y campos preparados con invernaderos, están listos para seguir floreciendo, pero no basta la voluntad de los empresarios y productores, se requiere que las autoridades se sumen y apoyen decidida e integralmente a estos creadores de tallos con calidad mundial. Que quede claro, la generación de empleos no es a través de apoyos clientelares, sino de políticas trasversales que les permitan mejoras genéticas, fertilizantes de calidad a precios competitivos y con apertura de nuevos mercados internacionales donde inserten sus productos así como con espacios dignos para la comercialización de sus flores en territorio mexiquese, la gran ventaja de estar hasta abajo en los indicadores del INEGI, es que todo lo que venga será para ganar, porque ya no es posible estar más abajo.