/ jueves 21 de febrero de 2019

Imagogenia


Gasolina: Percepción Colectiva

El problema de la gasolina se mantiene latente, y al menos hoy, es uno que debemos achacar a la percepción. Si bien no podemos descartar que las gasolineras enfrentan un problema de abasto diferente –por decirlo de algún modo-, ya que deben esperar a que llegue la pipa a la estación, la realidad es que todo se debe a un tema de logística que el Gobierno Federal aún no termina por resolver, pero de que hay gasolina hay.

Ahora, el otro problema que enfrenta el gobierno es uno mucho más complejo, si bien desde que empezó el tema de la gasolina a finales de diciembre principios de enero fue creciendo la psicosis colectiva, al grado de ver tinacos de agua –si leyó bien tinacos- formados para cargar gasolina; es decir, el problema que enfrenta el gobierno se llama “ciudadanía” –y efectivamente no, no sólo aplica para el problema de la gasolina- y esto empeora cuando sumamos a la ecuación las redes sociales.

Si bien estas son un medio eficaz para comunicarnos y mantenernos en contacto unos con otros, la realidad es que para este problema –como muchos otras crisis que no ha sabido manejar el gobierno- se han convertido en el principal alimento de la percepción de desabasto. Le pongo un claro ejemplo, en Facebook formo parte de varios grupos de mujeres y el fin de semana comenzaron a publicar alguna de las integrantes frases como “Saben si existe de nuevo desabasto de gasolina. Ya pasamos por 7 y todas cerradas” “… hay problema de nuevo con la gasolina ¿alguien sabe algo?” Y de ahí, muchas mujeres empezaron a entrar en pánico argumentando que en efecto había varias de ellas sin poder cargar gasolina, aunque ninguna tenía la certeza de que no hubiera gasolina.

Al paso de una hora, me llegó el comunicado de la Asociación de Distribuidores de Gasolina y Lubrincantes (Adigal) mismo que decía en pocas palabras que el suministro de gasolina no se ha restablecido –como estaba antes de esta “nueva estrategia gubernamental”- desde principio de año sumando al aumento en la demanda del producto, daban a conocer un plan por parte de Pemex para proveer de gasolina a la Zona del Valle de Toluca e invitaban a la población a tres cosas: no hacer compras de pánico, no pedir combustible en bidones o garrafas –pues no se atenderían- y evitar hacer filas innecesarias.

Sin embargo, este comunicado no llega a todo el mundo y entonces ¿qué es lo que pasa? La gente empieza a entrar en pánico porque en efecto el rumor digital indica que de nuevo no hay gasolina, hacen compras no planeadas y filas innecesarias que alimentan estas psicosis de desabasto; esto claro nutrido por las redes sociales donde no sólo se comparte información sin fundamento, sino que además se ilustra con fotografías las filas en las gasolineras lo cual no ayuda.

Lo cierto, es que como ciudadanos tenemos la obligación de verificar la información que compartimos en las redes sociales no sólo por nuestra paz mental, sino por la sana convivencia; y recordemos que en redes sociales lo que publica uno juega un papel fundamental en la percepción colectiva.

@Mar_Naa


Gasolina: Percepción Colectiva

El problema de la gasolina se mantiene latente, y al menos hoy, es uno que debemos achacar a la percepción. Si bien no podemos descartar que las gasolineras enfrentan un problema de abasto diferente –por decirlo de algún modo-, ya que deben esperar a que llegue la pipa a la estación, la realidad es que todo se debe a un tema de logística que el Gobierno Federal aún no termina por resolver, pero de que hay gasolina hay.

Ahora, el otro problema que enfrenta el gobierno es uno mucho más complejo, si bien desde que empezó el tema de la gasolina a finales de diciembre principios de enero fue creciendo la psicosis colectiva, al grado de ver tinacos de agua –si leyó bien tinacos- formados para cargar gasolina; es decir, el problema que enfrenta el gobierno se llama “ciudadanía” –y efectivamente no, no sólo aplica para el problema de la gasolina- y esto empeora cuando sumamos a la ecuación las redes sociales.

Si bien estas son un medio eficaz para comunicarnos y mantenernos en contacto unos con otros, la realidad es que para este problema –como muchos otras crisis que no ha sabido manejar el gobierno- se han convertido en el principal alimento de la percepción de desabasto. Le pongo un claro ejemplo, en Facebook formo parte de varios grupos de mujeres y el fin de semana comenzaron a publicar alguna de las integrantes frases como “Saben si existe de nuevo desabasto de gasolina. Ya pasamos por 7 y todas cerradas” “… hay problema de nuevo con la gasolina ¿alguien sabe algo?” Y de ahí, muchas mujeres empezaron a entrar en pánico argumentando que en efecto había varias de ellas sin poder cargar gasolina, aunque ninguna tenía la certeza de que no hubiera gasolina.

Al paso de una hora, me llegó el comunicado de la Asociación de Distribuidores de Gasolina y Lubrincantes (Adigal) mismo que decía en pocas palabras que el suministro de gasolina no se ha restablecido –como estaba antes de esta “nueva estrategia gubernamental”- desde principio de año sumando al aumento en la demanda del producto, daban a conocer un plan por parte de Pemex para proveer de gasolina a la Zona del Valle de Toluca e invitaban a la población a tres cosas: no hacer compras de pánico, no pedir combustible en bidones o garrafas –pues no se atenderían- y evitar hacer filas innecesarias.

Sin embargo, este comunicado no llega a todo el mundo y entonces ¿qué es lo que pasa? La gente empieza a entrar en pánico porque en efecto el rumor digital indica que de nuevo no hay gasolina, hacen compras no planeadas y filas innecesarias que alimentan estas psicosis de desabasto; esto claro nutrido por las redes sociales donde no sólo se comparte información sin fundamento, sino que además se ilustra con fotografías las filas en las gasolineras lo cual no ayuda.

Lo cierto, es que como ciudadanos tenemos la obligación de verificar la información que compartimos en las redes sociales no sólo por nuestra paz mental, sino por la sana convivencia; y recordemos que en redes sociales lo que publica uno juega un papel fundamental en la percepción colectiva.

@Mar_Naa