/ sábado 11 de diciembre de 2021

Pensamiento Universitario | Contra la calumnia

La trayectoria del académico Mauricio Merino es ampliamente reconocida en el medio nacional e internacional. Doctor en Ciencia Política y Sociología, es analista político en diversos programas de radio y televisión, autor de varios libros y coordinador de muchos otros; articulista, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y actualmente director de una dependencia de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Dentro de sus numerosas aportaciones destacan las de su lucha contra la inmoralidad en el servicio público, y prueba de ello es precisamente la referencia laboral citada, al frente del Instituto de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la UdeG.

Avalado por estos antecedentes, Mauricio Merino pronunció en días pasados un memorable discurso, al participar en el Décimo Seminario Internacional Corrupción y Política en América Latina, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y en respuesta a las declaraciones del señor de palacio, emitidas en una de sus insufribles “mañaneras”. Al igual que lo ha hecho con la UNAM y otros centros de educación superior, el ejecutivo federal acuso a la comunidad del CIDE de haberse “derechizado” y de quedarse callada ante la opacidad y corruptelas de los gobiernos anteriores.

Sin embargo, el académico rechazó las imputaciones y las calificó de mentiras y calumnias. Incluso, a fin de corroborar la verdad del trabajo realizado, mostró una veintena de libros sobre transparencia, ética pública y la estructura de la rendición de cuentas, además de referirse a la promoción de más de 350 denuncias contra casos específicos de corrupción. Obviamente, reconoció no esperar rectificación alguna por parte del presidente, porque nunca lo hace y menos escucharía a un profesor del CIDE y de la UdeG, para colmo exconsejero del IFE. Eso, de sobra justificaría aquello de dar los abrazos a otros, dijo.

A lo largo de su historia, el CIDE ha demostrado ser una institución de prestigio y gran relevancia para la transformación de México, en diversas áreas. Por desgracia, ahora enfrenta una crisis económica y administrativa, como resultado de la ideología que se le pretende imponer, y del intento por combatir el “aspiracionismo” y someter toda voz crítica e independiente.

La afectación en recursos y el rechazo a un director autoritario, nombrado por el gobierno en franca violación a la normatividad, cerrado al diálogo y subordinado al régimen, han derivado en un paro activo de estudiantes y docentes, en las sedes de la Ciudad de México y de Aguascalientes. El movimiento se fortalece y puede tener consecuencias indeseables, pues suma ya apoyos provenientes de la UNAM, del IPN, de la Ibero y del ITAM, además de un buen número de egresados.

Por eso, la actitud del doctor Merino es digna de imitarse, y otros personajes y organismos libres debieran sumar esfuerzos, ante el objetivo de enfrentar sin miedo los excesos del poder, particularmente en cuanto a las decisiones absurdas, la retórica agresiva y el desprecio por la verdad. Es decir, con las evidencias suficientes exhibir las mentiras y los daños causados al país, por ejemplo, con el criminal desperdicio del dinero de los mexicanos en los llamados proyectos insignia –aeropuerto, tren, refinería, Pemex, CFE y clientelismo--, sin olvidar la enorme irresponsabilidad en el tema del homicidio masivo, a causa de la destrucción del sistema de salud, del desabasto de medicamentos y de las formas de reaccionar ante la pandemia.

La trayectoria del académico Mauricio Merino es ampliamente reconocida en el medio nacional e internacional. Doctor en Ciencia Política y Sociología, es analista político en diversos programas de radio y televisión, autor de varios libros y coordinador de muchos otros; articulista, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y actualmente director de una dependencia de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Dentro de sus numerosas aportaciones destacan las de su lucha contra la inmoralidad en el servicio público, y prueba de ello es precisamente la referencia laboral citada, al frente del Instituto de Investigación en Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de la UdeG.

Avalado por estos antecedentes, Mauricio Merino pronunció en días pasados un memorable discurso, al participar en el Décimo Seminario Internacional Corrupción y Política en América Latina, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y en respuesta a las declaraciones del señor de palacio, emitidas en una de sus insufribles “mañaneras”. Al igual que lo ha hecho con la UNAM y otros centros de educación superior, el ejecutivo federal acuso a la comunidad del CIDE de haberse “derechizado” y de quedarse callada ante la opacidad y corruptelas de los gobiernos anteriores.

Sin embargo, el académico rechazó las imputaciones y las calificó de mentiras y calumnias. Incluso, a fin de corroborar la verdad del trabajo realizado, mostró una veintena de libros sobre transparencia, ética pública y la estructura de la rendición de cuentas, además de referirse a la promoción de más de 350 denuncias contra casos específicos de corrupción. Obviamente, reconoció no esperar rectificación alguna por parte del presidente, porque nunca lo hace y menos escucharía a un profesor del CIDE y de la UdeG, para colmo exconsejero del IFE. Eso, de sobra justificaría aquello de dar los abrazos a otros, dijo.

A lo largo de su historia, el CIDE ha demostrado ser una institución de prestigio y gran relevancia para la transformación de México, en diversas áreas. Por desgracia, ahora enfrenta una crisis económica y administrativa, como resultado de la ideología que se le pretende imponer, y del intento por combatir el “aspiracionismo” y someter toda voz crítica e independiente.

La afectación en recursos y el rechazo a un director autoritario, nombrado por el gobierno en franca violación a la normatividad, cerrado al diálogo y subordinado al régimen, han derivado en un paro activo de estudiantes y docentes, en las sedes de la Ciudad de México y de Aguascalientes. El movimiento se fortalece y puede tener consecuencias indeseables, pues suma ya apoyos provenientes de la UNAM, del IPN, de la Ibero y del ITAM, además de un buen número de egresados.

Por eso, la actitud del doctor Merino es digna de imitarse, y otros personajes y organismos libres debieran sumar esfuerzos, ante el objetivo de enfrentar sin miedo los excesos del poder, particularmente en cuanto a las decisiones absurdas, la retórica agresiva y el desprecio por la verdad. Es decir, con las evidencias suficientes exhibir las mentiras y los daños causados al país, por ejemplo, con el criminal desperdicio del dinero de los mexicanos en los llamados proyectos insignia –aeropuerto, tren, refinería, Pemex, CFE y clientelismo--, sin olvidar la enorme irresponsabilidad en el tema del homicidio masivo, a causa de la destrucción del sistema de salud, del desabasto de medicamentos y de las formas de reaccionar ante la pandemia.