En tres tiempos
Uno
Mañana al mediodía, durante la ceremonia de apertura de cursos del ciclo escolar 2018-2919, la Universidad Autónoma del Estado de México reconocerá el aprovechamiento de 98 alumnos que alcanzaron los más altos promedios en sus respectivos programas académicos, desde bachillerato hasta posgrado, y les entregará la presea Ignacio Manuel Altamirano.
Al mismo tiempo, dos catedráticas con brillante desempeño recibirán la presea Ignacio Ramírez Calzada.
Ambos galardones serán entregados por el gobernador Alfredo del Mazo Maza durante solemne ceremonia en el Centro Universitario de Chimalhuacán.
Dos
La ceremonia de premiación que se realiza cada año tiene una larga historia en la Universidad, prácticamente desde sus orígenes como Instituto Literario en las primeras décadas del siglo XIX. Es un acto de reconocimiento y de estímulo para los mejores que pretende mantener en alto el prestigio académico de la institución a través de sus egresados.
Las fechas han cambiado siguiendo la evolución del calendario escolar, pues tradicionalmente se celebraba el 3 de marzo de cada año en el aula magna universitaria, donde el director presentaba un informe de actividades y los mejores alumnos del año anterior recibían los premios. A la vez se recordaba el aniversario de fundación del Instituto Literario y se abrían las cátedras.
Un cambio de calendario dispuesto en las universidades de todo el país hizo que la ceremonia se transfiriera al mes de septiembre y en los últimos años al mes de agosto.
En 1850 la entrega de premios fue una ocasión memorable para el Instituto debido a que el alumno Ignacio Manuel Altamirano, quien obtuvo la máxima calificación en el curso de inglés, fue seleccionado para presentar examen público y recibió un libro como premio. De esa manera, tanto sus compañeros de colegio como la sociedad de Toluca supieron de sus progresos. El año anterior había recibido un premio similar por su buen aprendizaje de la lengua francesa, él, que cuando llegó de su pueblo natal para ingresar al Instituto sólo hablaba el náhuatl y medianamente el español.
Actualmente la medalla que se otorga a los mejores estudiantes de la Universidad lleva su nombre.
Tres
Otra gloria del Instituto Literario, el ilustre liberal Ignacio Ramírez “El Nigromante”, quien impartiera las cátedras de literatura y derecho, dejó honda huella en la institución, en donde Altamirano y otros jóvenes valiosos como Juan A. Mateos y Joaquín Alcalde, fueron sus discípulos y lo siguieron en su apasionada defensa de las libertades humanas.
Por ese motivo la medalla que reciben cada año los profesores más destacados de la Universidad lleva grabados su nombre y su efigie.