/ miércoles 11 de diciembre de 2019

Repique inocente | El informe de "la mera nuca"


La semana pasada se presentó el primer informe del presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez. El informe del preciso de la capirucha mexiquense. O de “la mera nuca” como diría la célebre Zacazonapan, de la autoría de Rubén Méndez del Castillo.

El arriba firmante sabe que todo tiempo pasado ya pasó —como diría su consejero de cabecera El Filósofo de Güémez—. Pero eso no obsta para que conste que fue un mensaje que escoció, porque señaló a las fuerzas que han impedido que Toluca se desarrolle, a las que causaron el deterioro paulatino y las que generaron un detrimento en la ciudad.

Algunos en las primeras filas respingaron con el tono del alcalde. Como si les hubieran puesto tachuelas en el asiento.

Aunque el mensaje de Sánchez Gómez no sólo fue para la clase política y dirigente de Toluca, para funcionarios y servidores públicos, también recala en la sociedad toluqueña, a la que reclamó su falta de atención, su desidia y el descuido que permitieron que la “tacita de plata” del poeta Carniado se volviera este lugar desordenado, anárquico, gris. Fue un mensaje en pro de una mejor y más vivible ciudad, más ordenada y estructurada, pero fue también la proclama de un político preocupado por el deterioro y ocupado en encontrar soluciones.

Aunque Sánchez Gómez hizo lo que muchos políticos han hecho: responsabilizar a sus antecesores de las desgracias, también dejó en claro que tiene un plan y programa para Toluca, ajeno por completo a la búsqueda de la rentabilidad electoral. Y en varias ocasiones advirtió que su gobierno no está dispuestos “a ceder, ni a pactar, ni a moderarnos en la defensa de nuestra ciudad y de nuestra gente”. Un aviso para los poderes fácticos que han hecho lo que se les pega la gana con Toluca, los que se la han dividido para ejercer el ambulantaje, por ejemplo, pero también para los transportistas y para quienes controlan las “fuerzas vivas” de la política.

El mensaje del alcalde de Toluca fue en buena medida un aviso a quienes quieren que fracase y con él que a Toluca le vaya mal. A “los violentos” se dirigió para hacerles saber que el desafío a su gobierno es también una confrontación con la forma de vida apegada al estado de derecho, a un gobierno de leyes e instituciones. Incluso, aseguró que ha recibido amenazas. Pero advirtió que “la historia nos enseña que el mal siempre fracasa. El mal siempre fracasa porque los malos se estorban unos a otros en su afán destructivo. Porque viven en estado de guerra permanente, una guerra de todos contra todos: esta es su mayor debilidad. El mal siempre fracasa y al que opta por el mal, le va mal”.

Para la sociedad hubo también una admonición: dejar el “quietismo” y participar en la recuperación de la ciudad. Dijo que nos acostumbramos“a un mal gobierno, arrogante, incapaz de conmoverse frente a los padecimientos de la ciudadanía, y especialmente frente a los padecimientos de los más vulnerables, los excluidos, los marginados. Nos acostumbramos a un mal gobierno que hizo del desprecio a la ciudadanía una actitud cotidiana; y de la indolencia y el entreguismo frente a las fuerzas del desorden y el crimen”.

Afirmó, con toda razón, que durante años los toluqueños han descuidado la defensa de la ciudad, dejando la responsabilidad a gobiernos que en el mejor de los casos han sido irresponsables, frívolos e indiferentes; “en el peor, cómplices por omisión o por comisión”.

También algunos de los funcionarios del gobierno juanrodolfiano deberían estar escocidos con el mensaje del alcalde. Han dejado hacer y deshacer en sus áreas. Ahí están los reclamos constantes por el ruido en los antros de la avenida Carranza. Los hechos de delincuencia continúan. El alumbrado requiere atención. Todos tenemos algo por hacer por Toluca. Pero algunos cobran por hacer esa chamba.


Director del noticiario Así Sucede

Maestro en Periodismo Digital

Aficionado al toro, la lucha libre y el Cruz Azul

Mail: felgonre@gmail.com Twitter: @FelipeGlz


La semana pasada se presentó el primer informe del presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez. El informe del preciso de la capirucha mexiquense. O de “la mera nuca” como diría la célebre Zacazonapan, de la autoría de Rubén Méndez del Castillo.

El arriba firmante sabe que todo tiempo pasado ya pasó —como diría su consejero de cabecera El Filósofo de Güémez—. Pero eso no obsta para que conste que fue un mensaje que escoció, porque señaló a las fuerzas que han impedido que Toluca se desarrolle, a las que causaron el deterioro paulatino y las que generaron un detrimento en la ciudad.

Algunos en las primeras filas respingaron con el tono del alcalde. Como si les hubieran puesto tachuelas en el asiento.

Aunque el mensaje de Sánchez Gómez no sólo fue para la clase política y dirigente de Toluca, para funcionarios y servidores públicos, también recala en la sociedad toluqueña, a la que reclamó su falta de atención, su desidia y el descuido que permitieron que la “tacita de plata” del poeta Carniado se volviera este lugar desordenado, anárquico, gris. Fue un mensaje en pro de una mejor y más vivible ciudad, más ordenada y estructurada, pero fue también la proclama de un político preocupado por el deterioro y ocupado en encontrar soluciones.

Aunque Sánchez Gómez hizo lo que muchos políticos han hecho: responsabilizar a sus antecesores de las desgracias, también dejó en claro que tiene un plan y programa para Toluca, ajeno por completo a la búsqueda de la rentabilidad electoral. Y en varias ocasiones advirtió que su gobierno no está dispuestos “a ceder, ni a pactar, ni a moderarnos en la defensa de nuestra ciudad y de nuestra gente”. Un aviso para los poderes fácticos que han hecho lo que se les pega la gana con Toluca, los que se la han dividido para ejercer el ambulantaje, por ejemplo, pero también para los transportistas y para quienes controlan las “fuerzas vivas” de la política.

El mensaje del alcalde de Toluca fue en buena medida un aviso a quienes quieren que fracase y con él que a Toluca le vaya mal. A “los violentos” se dirigió para hacerles saber que el desafío a su gobierno es también una confrontación con la forma de vida apegada al estado de derecho, a un gobierno de leyes e instituciones. Incluso, aseguró que ha recibido amenazas. Pero advirtió que “la historia nos enseña que el mal siempre fracasa. El mal siempre fracasa porque los malos se estorban unos a otros en su afán destructivo. Porque viven en estado de guerra permanente, una guerra de todos contra todos: esta es su mayor debilidad. El mal siempre fracasa y al que opta por el mal, le va mal”.

Para la sociedad hubo también una admonición: dejar el “quietismo” y participar en la recuperación de la ciudad. Dijo que nos acostumbramos“a un mal gobierno, arrogante, incapaz de conmoverse frente a los padecimientos de la ciudadanía, y especialmente frente a los padecimientos de los más vulnerables, los excluidos, los marginados. Nos acostumbramos a un mal gobierno que hizo del desprecio a la ciudadanía una actitud cotidiana; y de la indolencia y el entreguismo frente a las fuerzas del desorden y el crimen”.

Afirmó, con toda razón, que durante años los toluqueños han descuidado la defensa de la ciudad, dejando la responsabilidad a gobiernos que en el mejor de los casos han sido irresponsables, frívolos e indiferentes; “en el peor, cómplices por omisión o por comisión”.

También algunos de los funcionarios del gobierno juanrodolfiano deberían estar escocidos con el mensaje del alcalde. Han dejado hacer y deshacer en sus áreas. Ahí están los reclamos constantes por el ruido en los antros de la avenida Carranza. Los hechos de delincuencia continúan. El alumbrado requiere atención. Todos tenemos algo por hacer por Toluca. Pero algunos cobran por hacer esa chamba.


Director del noticiario Así Sucede

Maestro en Periodismo Digital

Aficionado al toro, la lucha libre y el Cruz Azul

Mail: felgonre@gmail.com Twitter: @FelipeGlz