/ miércoles 30 de octubre de 2019

Repique inocente / Fondo para periodistas


Desde hace unos cuatro años -tal vez un poco menos- se discute en el Estado de México una iniciativa de Ley de Protección a Periodistas de la entidad. Desde la pasada Legislatura está en manos de la Cámara de Diputados, sin que hasta ahora encuentre el camino para avanzar en el proceso legislativo.

Hay varios temas de discusión, empezando por el concepto de periodista, los protocolos de seguridad, el estatus laboral, la capacitación, la profesionalización y también acerca de la relación entre los periodistas y el poder, especialmente en poder político.

Uno de los puntos más polémicos es la propuesta de crear un fideicomiso o fondo destinado a los periodistas.

Para el arriba firmante este es uno de los temas de mayor preocupación. La reciente proposición de crear un fondo para deudos de periodistas muertos reavivó el interés. Así que pregunté a los expertos en ética periodística de la Fundación Gabo —la antigua Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, impulsada por el escritor y periodista Gabriel García Márquez—.

Mi planteamiento fue si es lícito y ético la conformación de un fondo para periodistas y si existe algún antecedente en otra nación donde haya un fondo, fideicomiso, mutualidad, seguro o algo semejante que sea fondeada o pagada con dinero público y destinado a periodistas.

El recientemente fallecido Javier Darío Restrepo —la mayor autoridad en ética periodística de la Fundación Gabo— fue quien respondió en este tenor: “Cualquier fondo o apoyo de origen gubernamental es sospechoso para el periodista porque generalmente esas ayudas tienen un alto costo para la independencia. Por eso se ha convertido en regla el rechazo de esa clase de apoyos, tan sensible y exigente es la independencia”.

“La independencia es una condición necesaria para el cumplimiento de la misión informativa del periodista. Proveer información de calidad sólo es posible en condiciones de independencia; sin ésta la información se convierte en propaganda”.

“La consulta en cambio destaca que esa independencia se pone en peligro cuando el periodista está mal pagado porque en esas condiciones el periodista queda al borde del abismo de los sobornos y muy cercano a las relaciones generadoras de dependencias. Es el caso del político que lo invita a ser su relacionista a cambio de una buena suma de dinero, o del partido que lo quiere como jefe de prensa, o de la empresa que lo requiere para que sea su agente en los medios”.

“Hay que entender, además, que cualquier forma de dependencia de un periodista debilita su credibilidad y su dignidad profesional. La credibilidad y respetabilidad profesional se construyen a golpes de independencia”.

Es decir, una respuesta negativa a la eventual creación o existencia de un fondo.

La también periodista Mónica González —chilena, directora del Centro de Investigación e Información Periodística (CIPER), con sede en Santiago de Chile— respondió por su parte que “los hechos de violencia brutal que prueba la emergencia que vive México, es la cantidad de periodistas asesinados en los últimos 19 años en una secuencia sin tregua y en completa impunidad”. Agregó que “se requiere con urgencia que se cree un fondo que asista a las familias de esos periodistas asesinados que quedan en la intemperie, y con la ayuda del Estado, por cierto, ya que no es capaz de garantizar que trabajen en condiciones mínimas de seguridad”.

Pero señaló que la primera prioridad es que se escuche el clamor por un compromiso de acción serio y contundente de las autoridades y de la justicia. Es decir, el fondo es secundario.

Personalmente, creo que el fondo o fideicomiso es innecesario. Que las obligaciones laborales privadas no las puede sustituir el Estado.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz


Desde hace unos cuatro años -tal vez un poco menos- se discute en el Estado de México una iniciativa de Ley de Protección a Periodistas de la entidad. Desde la pasada Legislatura está en manos de la Cámara de Diputados, sin que hasta ahora encuentre el camino para avanzar en el proceso legislativo.

Hay varios temas de discusión, empezando por el concepto de periodista, los protocolos de seguridad, el estatus laboral, la capacitación, la profesionalización y también acerca de la relación entre los periodistas y el poder, especialmente en poder político.

Uno de los puntos más polémicos es la propuesta de crear un fideicomiso o fondo destinado a los periodistas.

Para el arriba firmante este es uno de los temas de mayor preocupación. La reciente proposición de crear un fondo para deudos de periodistas muertos reavivó el interés. Así que pregunté a los expertos en ética periodística de la Fundación Gabo —la antigua Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, impulsada por el escritor y periodista Gabriel García Márquez—.

Mi planteamiento fue si es lícito y ético la conformación de un fondo para periodistas y si existe algún antecedente en otra nación donde haya un fondo, fideicomiso, mutualidad, seguro o algo semejante que sea fondeada o pagada con dinero público y destinado a periodistas.

El recientemente fallecido Javier Darío Restrepo —la mayor autoridad en ética periodística de la Fundación Gabo— fue quien respondió en este tenor: “Cualquier fondo o apoyo de origen gubernamental es sospechoso para el periodista porque generalmente esas ayudas tienen un alto costo para la independencia. Por eso se ha convertido en regla el rechazo de esa clase de apoyos, tan sensible y exigente es la independencia”.

“La independencia es una condición necesaria para el cumplimiento de la misión informativa del periodista. Proveer información de calidad sólo es posible en condiciones de independencia; sin ésta la información se convierte en propaganda”.

“La consulta en cambio destaca que esa independencia se pone en peligro cuando el periodista está mal pagado porque en esas condiciones el periodista queda al borde del abismo de los sobornos y muy cercano a las relaciones generadoras de dependencias. Es el caso del político que lo invita a ser su relacionista a cambio de una buena suma de dinero, o del partido que lo quiere como jefe de prensa, o de la empresa que lo requiere para que sea su agente en los medios”.

“Hay que entender, además, que cualquier forma de dependencia de un periodista debilita su credibilidad y su dignidad profesional. La credibilidad y respetabilidad profesional se construyen a golpes de independencia”.

Es decir, una respuesta negativa a la eventual creación o existencia de un fondo.

La también periodista Mónica González —chilena, directora del Centro de Investigación e Información Periodística (CIPER), con sede en Santiago de Chile— respondió por su parte que “los hechos de violencia brutal que prueba la emergencia que vive México, es la cantidad de periodistas asesinados en los últimos 19 años en una secuencia sin tregua y en completa impunidad”. Agregó que “se requiere con urgencia que se cree un fondo que asista a las familias de esos periodistas asesinados que quedan en la intemperie, y con la ayuda del Estado, por cierto, ya que no es capaz de garantizar que trabajen en condiciones mínimas de seguridad”.

Pero señaló que la primera prioridad es que se escuche el clamor por un compromiso de acción serio y contundente de las autoridades y de la justicia. Es decir, el fondo es secundario.

Personalmente, creo que el fondo o fideicomiso es innecesario. Que las obligaciones laborales privadas no las puede sustituir el Estado.

Mail: felgonre@gmail.com. Twitter: @FelipeGlz