IDEA Internacional, a través del texto: “Gestión de elecciones bajo la pandemia. La prueba crucial de la República de Corea” de la autoría de Antonio Spinelli, nos relata algunas lecciones que dejan las recientes elecciones en Corea del Sur.
En primer lugar, se rompió con la tendencia de postergar los comicios a causa de la enfermedad. Surgen una serie de preguntas de entre las cuales destacamos: ¿La pandemia afecta la capacidad de los partidos políticos para hacer campaña y llegar al electorado?
Spinelli señala que debido a la medida de distanciamiento social se cancelaron las reuniones masivas lo que desde luego impactó en las campañas, por lo que partidos políticos y candidatos se alejaron de lo convencional. Así, la comunicación con el electorado se realizó fundamentalmente vía redes sociales, aplicaciones telefónicas y materiales postales tradicionales.
Po otro lado, las manifestaciones, discursos públicos, debates, eventos de recaudación de fondos, y demás actividades “tradicionales”, buscaron nuevas vías para llegar hasta los votantes, a través del aprovechamiento de la tecnología en línea y digital, con énfasis en mensajes de vídeo difundidos en plataformas de redes sociales, SMS y aplicaciones de teléfonos móviles.
El documento de IDEA Internacional explica que algunos candidatos llegaron a utilizar métodos más innovadores mediante el uso de tecnología de realidad aumentada (AR) de forma remota, lo que permitió a los partidarios expresar digitalmente su respaldo a los compromisos electorales mediante una aplicación móvil y sus cámaras telefónicas.
De igual modo, otros candidatos lanzaron servicios móviles AR que permitió a los votantes reunirse digitalmente e interactuar con el personaje de una fiesta animada en 3D. El personaje podía aparecer en fotos y videos tomados por los usuarios, quienes también los pudieron compartir con otros seguidores.
En cambio, algunos candidatos optaron por realizar trabajo voluntario para limpiar vecindarios en sus distritos electorales y desinfectar las calles.
Decididamente, un elemento que favoreció el éxito de los comicios se refiere a un entorno político propicio, en el que los actores políticos en competencia aceptaron las limitaciones que se impusieron a sus campañas para reducir la posibilidades del contagio masivo. Este entorno político propicio implicó la aceptación de un piso parejo, con oportunidades iguales y equitativas para todos los partidos políticos y candidaturas.
Finalmente, es posible replantear la forma en cómo se desarrollarán las campañas electorales en el mundo, con base en el uso de nuevas tecnologías, lo que nos permite tener una nueva perspectiva de los modos de convivencia y participación política-electoral en los tiempos por venir.
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