En 2011 Jason Kahn, PhD y José González-Heydrich del Hospital Infantil de Boston desarrollaron el videojuego llamado "Regulate and Gain Emotional Control" (RAGE-Control), con el objetivo de entrenar a los menores de edad a mantener la calma durante situaciones estresantes o frustrantes.
Pero el propósito principal este 2021 es reducir la necesidad de administrar medicamentos psiquiátricos a los niños y jóvenes.
Los resultados de un estudio preliminar relacionado con el tema se publicaron el 1 de septiembre de este año en Frontiers of Psychiatry, la temática del videojuego es que los jugadores trataran de disparar asteroides virtuales al mismo tiempo de evitar a naves amigas, mientras tanto un oxímetro de pulso en su muñeca monitorea su pulso cardíaco de forma constante para medir sus emociones.
La importancia del oxímetro recae en que si mantienen la calma y conservan bajo su ritmo cardíaco podrán disparar con más precisión, por el contrario si aumenta de manera muy elevada perderán la capacidad de apuntar y lanzar, señala el artículo: Descubren videojuego que ayuda a menores de edad a controlar la ira y el estrés, publicado por la agencia Notipress.
"Planteamos la hipótesis de que si los niños aprendieran técnicas para reducir su pulso mientras participan en un juego desafiante, entonces podrían usar estas técnicas durante los conflictos en el hogar y la escuela", dijo Joseph González Heydrich, autor principal del estudio.
En relación a la metodología, el artículo detalla que los investigadores inscribieron a 40 niños de entre los 10 y 17 años edad quienes tenían problemas para controlar su ira y se encontraban en una clínica, previamente todos los menores estudiados recibieron una sesión de psicoterapia llamada "Entrenamiento para el control de la ira", al final de cada sesión, los menores elegidos al azar jugaban RAGE-Control y por medio de ello el estudio rastreó su ira y estrés.
Los resultados arrojaron que los menores que jugaron RAGE-Control su frecuencia cardíaca durante el juego disminuyó con el tiempo, además, después de 10 sesiones sus padres informaron mayores mejoras en el manejo de la ira y el estrés.
