Pese a todavía no ser aceptada por toda la sociedad, la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Trasgénero, Trasvesti e Intersexual (LGBT+) no ha quitado el dedo del renglón en la lucha por la defensa de sus derechos humanos y para consolidar un marco jurídico incluyente en la entidad mexiquense.
Y es que la discriminación, el rechazo y hasta el odio, forman parte de la vida cotidiana de las personas LGBT+, aunque la diversidad sexual ya no es un tema tabú.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017 del INEGI, en el Estado de México había una prevalencia de discriminación del 24.0%, es decir, 3.8% más que la media nacional registrada en 20.2%.
Los principales motivos o rasgos de discriminación captados por dicha encuesta fueron el tono de piel, la manera de hablar, el peso o estatura, la forma de vestir o arreglo personal, la clase social, el lugar donde vive, las creencias religiosas, sexo, edad y la orientación sexual de las personas.
De estos, el 3.7% de las mujeres mexicanas encuestadas de 18 años a más, refirieron haber sido discriminadas en el último año debido a su orientación sexual, y en el caso de los hombres, un 2.8% aseguró haber sido víctima de discriminación por el mismo motivo.
La ENADIS de 2017 también puntualizó que el 3.2% de la población de 18 años y más en México se autoidentificó como no heterosexual, el 96.8% señaló ser heterosexual.
En la encuesta se detalla que el 72% de las personas que se identificaron como trans y el 66% de personas gays o lesbianas de 18 años a más en México, sintieron que se respeta poco o nada sus derechos.
En la opinión de Ricardo Torres, fundador y presidente del colectivo con origen en el valle de Toluca “Fuera del Clóset”, en la entidad mexiquense se han dado grandes pasos hacia una inclusión de las personas LGBT+.
Sin embargo, consideró que todavía hay temas pendientes, como la sensibilización social, el tema legislativo y el total respeto de sus derechos humanos.
Uno de los temas centrales pendientes en la entidad es la tipificación de los crímenes de odio en razón de la preferencia u orientación sexual, pues de acuerdo con las múltiples denuncias realizadas por la comunidad LGBT+ mexiquense, éstos no son castigados como se debiera.
Sin embargo, el tema va más allá de simplemente castigar un crimen de género, debido a que se requiere educación inclusiva que permita soslayar las actitudes homofóbicas, bifóbicas y transfóbicas que, en la mayoría de los casos, comienzan dentro del núcleo familiar.
“Considero que la educación es parte importante para evitar este tipo de actitudes homofóbicas, bifóbicas y transfóbicas, debe impartirse sin discriminación y abordando temas relacionados a la sexualidad, sin prejuicios, ni estereotipos y teniendo en cuenta la diversidad. Lamentablemente, estas agresiones inician dentro del núcleo familiar, es decir, la familia es la principal fuente de agresiones para las personas LGBTTTI”, puntualizó Ricardo Torres.
Prevención de la discriminación
Más allá del tema legislativo, para Ricardo Torres, la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación fue el parteaguas para generar avances en las políticas públicas no sólo a nivel estado, sino en todo el país, lo que da pie al progreso en materia social y jurídica.
“Esta Ley sin duda ha dado origen a avances importantes en el marco jurídico, a partir de ésta todas las personas LGBT+ podemos estar dentro de cualquier espacio público y tener las mismas capacidades de desarrollo que cualquier persona común”, expresó el presidente y fundador de la asociación civil Fuera del Clóset.
Pese a ello, Ricardo Torres aseguró que todavía hay una parte de la sociedad que se niega a ser inclusiva y a respetar los derechos humanos de las personas LGBT+, situación que obstaculiza ampliar el marco jurídico y protección a esta comunidad.
“Hay que entender que la diversidad sexual no debe de ser una condición para castigo o sanción bajo ningún motivo. Lo importante de todo esto es el trabajar en la sensibilización en todos los sentidos y ámbitos de la vida pública, es decir, en la familia, en la escuela, en la sociedad en general, en el servicio público y en el privado, incluso hasta en las propias iglesias”.
Entre los múltiples avances en beneficio de la comunidad LGBT+ en la entidad destacan la penalización de las terapias de conversión y la aprobación del Protocolo de Atención Integral para Personas de la Comunidad LGBT+ Víctimas Directas e Indirectas del Delito, sin embargo, pareciera que son más los temas pendientes.
La Ley de Identidad Sexogenérica, los matrimonios igualitarios y la tipificación de los crímenes de odio, entre los temas estancados en el Congreso local.
Oposición
Es bien conocido el rechazo de la iglesia católica hacia la comunidad LGBT+, sin embargo, recientemente el Papa Francisco dio el primer paso hacia la “conciliación” entre ambas comunidades.
Lo anterior luego de que Pontífice expresara que la comunidad homosexual tiene derecho a estar en familia en el documental “Francesco”, que fue dado a conocer el 21 de octubre en el Festival de Cine de Roma.
"La gente homosexual tiene derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios y tienen derecho a una familia. Nadie debería ser expulsado o sentirse miserable por ello".
Esta declaración fue bien recibida entre la comunidad LGBT+ de todo el mundo, pues con ello se da aceptación en torno a las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
No obstante, grupos conservadores y defensores de la familia se mantienen firmes en su rechazo hacia la diversidad sexual.
“Nosotros somos muy respetuosos de ellos, pero con lo que no estamos de acuerdo es en que se promueva la confusión entre los niños en términos de género, ni que promuevan iniciativas que atenten contra la figura de la familia conformada por hombre-mujer”, sostuvo Rodrigo Iván Cortés, presidente del Frente Nacional por la Familia (FNF).
Explicó que los temas relacionados con la sexualidad deben ser abordados por los padres de familia con sus hijos, sin intervención de terceras personas, pues esto podría confundir a los menores respecto a su identidad de género.
Cabe recordar que en 2016, año desde el que se ha pospuesto la discusión y aprobación de la ley que aprueba los matrimonios igualitarios en la entidad mexiquense, diversas organizaciones LGBT+ interpusieron una denuncia en contra del arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos, ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), por la promoción de discursos de odio en contra de la comunidad.
Acopiaron juguetes y abrieron comedor
La comunidad LGBT+ en el Estado de México ha destacado por diversas acciones en beneficio de la sociedad. Destaca la entrega de juguetes a niños de escasos recursos con motivo del Día de Reyes en el municipio de Zinacantepec, durante este año.
Tras una campaña impulsada por redes sociales, integrantes de los colectivos Trans Estado de México y de “Las Famosas de Humbolt”, se acopiaron cerca de 300 juguetes y fueron entregados junto con dulces en la comunidad Ojo de Agua.
A través del grupo de apoyo LGBT+, la asociación civil Fuera del Clóset arrancó en agosto pasado el acercamiento e identificación de casos de personas vulnerables y en situación de violencia, en el marco de la contingencia sanitaria por el Covid-19.
La pandemia también impulsó que colectivos de mujeres transexuales del valle de Toluca inauguraran un comedor comunitario dirigido a ese sector de la población y sus integrantes que quedaron desempleadas por la emergencia sanitaria.
Dicho espacio fue habilitado en la colonia Nueva Santa María de las Rosas, en Toluca, en donde se proporciona alimentos gratuitos a quien lo solicita.
La difícil salida del clóset
Pese a que nunca ha sido víctima de discriminación, ni agresiones directas por ser gay, Daniel Yael Contreras Fuentes tuvo que enfrentar las opiniones de su familia cuando decidió “salir del clóset”.
Con apenas 23 años, Daniel Yael se identifica abiertamente como una persona gay.
Su primera apertura sobre su sexualidad fue con su hermana menor cuando él apenas tenía 13 años, sin embargo, un par de años después su madre se enteró y de inicio no lo aceptó.
“Fue una situación muy difícil la salida del clóset con mi madre porque fue un shock para ella hasta el punto de llorar y preguntarse qué hizo mal. Fue un duelo para ella bastante largo, porque se sentía culpable de tener un hijo gay, por mi parte sentí enojo y tristeza de esta situación”, comentó Daniel Yael a El Sol de Toluca.
En tanto, el padre de “Dani”, como le llaman en su círculo social, lo tomó con más calma.
“Mi padre no vivía con nosotros, pero cuando se enteró me externó su apoyo, me dijo que no dejaría de ser su hijo y que estaría presente cuando lo necesitara”, comentó Daniel.
Daniel Yael incluso fue llevado con un sacerdote para “ayudarlo con su problema”, sin embargo, éste hizo entrar en razón a la madre del joven.
“Afortunadamente el sacerdote le dijo a mi madre que no había nada que solucionar en mí porque no había nada mal conmigo, que sólo era su hijo y que ella debía quererme y respetarme tal como yo era. Confieso que tenía miedo de que sucediera otra situación con el sacerdote, pero afortunadamente no fue así”, comentó.
En la actualidad, su vida familiar es normal y sin distinciones por su preferencia sexual.
Otro caso es el de Jonathan David, de 29 años. También es gay. Su salida del “clóset” fue cuando apenas tenía 16 años.
La personalidad desenfadada y amistosa de David evitó que los comentarios lascivos que en algún momento recibió de sus compañeros de secundaria y de preparatoria, lastimaran su autoestima y amor propio.
“En ese entonces tenía MetroFlog y recibí comentarios con el afán de insultarme en mis publicaciones. Incluso cuando estaba en la prepa unos compañeros de otro salón me gritaron cosas, pero jamás permití que me hicieran daño con sus ofensas”, comentó Jonathan David en entrevista con El Sol de Toluca.
Recordó que el abordar el tema de su preferencia sexual con su familia fue difícil, puesto que al “salir del clóset” ante su madre, padre y hermanos, de inicio ellos no lo aceptaron.
“Yo les dije abiertamente hace cuatro años que tenía atracción y preferencia por los hombres y ellos no aceptaban la situación, sino hasta apenas este año que conocieron a mi pareja. Nosotros vamos a cumplir cinco años de relación y cuatro de vivir juntos y pese a todo, este tiempo ellos (su familia) no hablaban del tema.
“Yo siento que les dolía (que era gay), no era algo que quisieran aceptar pero poco a poco lo han ido aceptando. Yo lo descubrí cuando tenía 16 años y ellos lo aceptaron hasta mis 28 años, pero aun con las complicaciones seguimos unidos como familia”, comentó David.
Cabe mencionar que en ambos casos, los entrevistados catalogaron como buenos los avances en lo social y lo jurídico respecto a la aceptación de las personas LGBT+, no obstante, coincidieron en la necesidad de abordar este tema en el sector educativo.
