/ sábado 26 de septiembre de 2020

En Edomex, reeducan a los hombres generadores de violencia

Desde 2017 a la fecha se han “reeducado” más de siete mil hombres en los Centros de Atención y Reeducación para Personas que Ejercen Violencia de Género


En la entidad mexiquense los hombres que ejercen violencia de género en el ambiente laboral o familiar, en lo penal, en lo cívico o incluso que promueven la violencia política, son canalizados a uno de los cuatro Centros de Atención y Reeducación para Personas que Ejercen Violencia de Género del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social (CEMyBS).

Estos centros tienen el objetivo de acercar el proceso de reeducación a la comunidad masculina, para romper con sus conductas agresivas en agravio de las mujeres y con ello, acabar con la violencia de género.

De acuerdo con Melissa Estefanía Vargas Camacho, vocal CEMyBS, en éstas estancias se proporcionan las herramientas “para romper estereotipos de género, patrones aprendidos muchas veces desde la infancia de conductas machistas y micromachismos, que afectan sus relaciones interpersonales, especialmente con sus parejas, hijos o hijas”.

Por lo anterior, en breve serán puestos en marcha otros cuatro centros que estarán situados en Valle de Bravo, Ixtlahuaca, Nezahualcóyotl y Naucalpan.


Canalización

La canalización de los hombres generadores de violencia es por varias vías según el mecanismo de agresión, explicó la funcionaria.

Mientras que los agresores por violencia política en razón de género son turnados por el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), los agresores en materia de hostigamiento y acoso al interior de los municipios y del Gobierno son canalizados por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

Una vez que estos tribunales emiten una sentencia en donde sancionan a un agresor por ese tipo de conductas, parte de la sentencia incluye la reeducación. Esto como parte de las modificaciones que anunció el gobernador en agosto pasado”.

Cuando se trata de un agresor en lo familiar, en lo penal o lo cívico, los agresores son remitidos por el Poder Judicial o algún Juez.

En estos últimos casos se contempla a deudores alimenticios, quienes no sólo deben pagar la multa impuesta por el juez, sino también deben reeducarse, así como los agresores que cometieron cualquier tipo de agresión física en agravio de una mujer, aun cuando las lesiones causadas no hayan puesto en riesgo la vida de la víctima (empujones, cachetadas, golpes, entre otros).

Los casos que tienen que ver con delitos en lo civil o en lo familiar, apenas se están involucrando dentro de la firma de convenio que establecimos con el Poder Judicial (a principios de septiembre de este año), porque los que hemos estado recibiendo desde hace dos años, son los que han tenido sentencia en materia de lo penal, por violencia doméstica, infantil y en casos extremos por feminicidio”, explicó la funcionaria.

En caso de que alguno de los agresores canalizados a reeducación no acuda a su tratamiento, el CEMyBS notifica al Poder Judicial, autoridad que determinará cuál es el proceso a seguir.

Cabe mencionar que a la fecha no se ha remitido a ninguna persona a estos centros derivado de violencia laboral o política, expresó Melissa Vargas.


Diagnóstico psicológico

Desde hace un mes, cada que un nuevo agresor es canalizado a uno de los cuatro Centros de Atención y Reeducación para personas que ejercen violencia ubicados en los municipios de Toluca, Naucalpan, Ecatepec y Atizapán de Zaragoza, se tiene un expediente completo del usuario.

Este expediente se almacena en un sistema denominado “SIGUE”, en el cuál se precisan las causas por las que el agresor fue sentenciado, su perfil psicológico, social, características físicas, educativas, así como económicas, con las que los trabajadores sociales pueden detectar el tipo de personalidad del individuo.

Una vez que nos los remiten, en automático iniciamos un proceso diagnóstico con el trabajador social con el apoyo del departamento de psicología, así como con el área jurídica, para determinar cuánto tiempo tendrá que pasar el agresor en el centro de reeducación. El mínimo de tiempo son dos meses y el máximo son seis meses.

Durante este proceso, dijo la vocal del CEMyBS, se establecen mecanismos tanto de servicios psicológicos que, a su vez, se dividen en dos partes: las terapias grupales y las individuales.

Tenemos psicólogos clínicos especializados en este tipo de conductas, porque desafortunadamente muchas de éstas traen problemas que derivan de una infancia donde hubo violencia intrafamiliar, donde no había límites, problemas con la autoridad, el mal manejo de las emociones, del enojo y otros.

“Tras los test psicológicos se establece cuáles son los procesos terapéuticos que se tienen que seguir, cada caso es diferente, porque hay algunos que obedecen a desórdenes mentales, que con los que toman más tiempo y nosotros hemos vinculado ya a instancias de salud mental para tener un tratamiento más profundo”, detalló Melissa Vargas.


Seguimiento familiar

Aunado a ello, las conductas de los agresores que son reeducados para que ya no ejerzan la violencia de género, son consultadas con sus familiares, pues éstos son los que pueden dar testimonio del avance de la persona.

Para ello, los trabajadores sociales (hombres) acuden a los domicilios de los agresores para recabar información por parte de familiares (esposas, padres, hijos), o al centro de trabajo (si es el caso), a fin comprobar las modificaciones en la conducta.

Lo importante es que una vez que ellos concluyan las terapias, se puedan monitorear para ver que las apliquen en su entorno, es decir, comprobamos que ha habido una modificación en la conducta”.

De ser positivo el avance, el CEMyBS emite un dictamen en el que se afirma la conclusión del proceso de reeducación.


Inasistencias

Sin embargo, hay casos en los que los agresores simplemente dejan de ir a sus terapias o no acuden a ellas ni una sola vez.

Si uno de los agresores deja de acudir a sus terapias, se establece un foco amarillo y se notifica al remitente sobre el tema para que se establezcan otras medidas legales. De igual manera, cuando alguien nunca llegó, para nosotros es un caso rojo para que también se apliquen otras medidas”, sostuvo la vocal del CEMyBS.

Al ser cuestionada sobre si se han registrado reincidencias por parte de los hombres que son egresados de los Centros de Atención, y Reeducación para Personas que Ejercen Violencia de Género, la funcionaria estatal aseguró que a la fecha no se tiene un solo registro.


Atención sólo para hombres

Pese a que la violencia de género no sólo es ejercida por hombres, sólo la comunidad masculina recibe atención en los Centros de Atención y Reeducación para Personas que Ejercen Violencia de Género.

Desde su inicio de operaciones en septiembre de 2017, un total de siete mil 186 hombres generadores de violencia han sido reeducados.

De ellos, dos mil 756 fueron atendidos en el periodo septiembre 2017 a agosto de 2018; dos mil 443 en el periodo septiembre 2018 a agosto de 2019 y mil 987 de septiembre de 2019 a agosto de este año.

Sin embargo, las mujeres que son generadoras de violencia, reciben atención en los Centros de Atención Integral para la Mujer (CAIM), aseguró Melissa Vargas.

Nos hemos focalizado (en los centros) especialmente en los hombres, porque para el caso de las mujeres tenemos las Unidades de Atención. Cuando nosotros detectamos que llega una mujer que ejerce violencia cruzada, es decir, que ejerce violencia en contra de su pareja pero también la ejerce contra sus hijos e hijas, iniciamos el proceso de reeducación y se notifica al DIFEM”, declaró la vocal del CEMyBS.


En la entidad mexiquense los hombres que ejercen violencia de género en el ambiente laboral o familiar, en lo penal, en lo cívico o incluso que promueven la violencia política, son canalizados a uno de los cuatro Centros de Atención y Reeducación para Personas que Ejercen Violencia de Género del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social (CEMyBS).

Estos centros tienen el objetivo de acercar el proceso de reeducación a la comunidad masculina, para romper con sus conductas agresivas en agravio de las mujeres y con ello, acabar con la violencia de género.

De acuerdo con Melissa Estefanía Vargas Camacho, vocal CEMyBS, en éstas estancias se proporcionan las herramientas “para romper estereotipos de género, patrones aprendidos muchas veces desde la infancia de conductas machistas y micromachismos, que afectan sus relaciones interpersonales, especialmente con sus parejas, hijos o hijas”.

Por lo anterior, en breve serán puestos en marcha otros cuatro centros que estarán situados en Valle de Bravo, Ixtlahuaca, Nezahualcóyotl y Naucalpan.


Canalización

La canalización de los hombres generadores de violencia es por varias vías según el mecanismo de agresión, explicó la funcionaria.

Mientras que los agresores por violencia política en razón de género son turnados por el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), los agresores en materia de hostigamiento y acoso al interior de los municipios y del Gobierno son canalizados por el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

Una vez que estos tribunales emiten una sentencia en donde sancionan a un agresor por ese tipo de conductas, parte de la sentencia incluye la reeducación. Esto como parte de las modificaciones que anunció el gobernador en agosto pasado”.

Cuando se trata de un agresor en lo familiar, en lo penal o lo cívico, los agresores son remitidos por el Poder Judicial o algún Juez.

En estos últimos casos se contempla a deudores alimenticios, quienes no sólo deben pagar la multa impuesta por el juez, sino también deben reeducarse, así como los agresores que cometieron cualquier tipo de agresión física en agravio de una mujer, aun cuando las lesiones causadas no hayan puesto en riesgo la vida de la víctima (empujones, cachetadas, golpes, entre otros).

Los casos que tienen que ver con delitos en lo civil o en lo familiar, apenas se están involucrando dentro de la firma de convenio que establecimos con el Poder Judicial (a principios de septiembre de este año), porque los que hemos estado recibiendo desde hace dos años, son los que han tenido sentencia en materia de lo penal, por violencia doméstica, infantil y en casos extremos por feminicidio”, explicó la funcionaria.

En caso de que alguno de los agresores canalizados a reeducación no acuda a su tratamiento, el CEMyBS notifica al Poder Judicial, autoridad que determinará cuál es el proceso a seguir.

Cabe mencionar que a la fecha no se ha remitido a ninguna persona a estos centros derivado de violencia laboral o política, expresó Melissa Vargas.


Diagnóstico psicológico

Desde hace un mes, cada que un nuevo agresor es canalizado a uno de los cuatro Centros de Atención y Reeducación para personas que ejercen violencia ubicados en los municipios de Toluca, Naucalpan, Ecatepec y Atizapán de Zaragoza, se tiene un expediente completo del usuario.

Este expediente se almacena en un sistema denominado “SIGUE”, en el cuál se precisan las causas por las que el agresor fue sentenciado, su perfil psicológico, social, características físicas, educativas, así como económicas, con las que los trabajadores sociales pueden detectar el tipo de personalidad del individuo.

Una vez que nos los remiten, en automático iniciamos un proceso diagnóstico con el trabajador social con el apoyo del departamento de psicología, así como con el área jurídica, para determinar cuánto tiempo tendrá que pasar el agresor en el centro de reeducación. El mínimo de tiempo son dos meses y el máximo son seis meses.

Durante este proceso, dijo la vocal del CEMyBS, se establecen mecanismos tanto de servicios psicológicos que, a su vez, se dividen en dos partes: las terapias grupales y las individuales.

Tenemos psicólogos clínicos especializados en este tipo de conductas, porque desafortunadamente muchas de éstas traen problemas que derivan de una infancia donde hubo violencia intrafamiliar, donde no había límites, problemas con la autoridad, el mal manejo de las emociones, del enojo y otros.

“Tras los test psicológicos se establece cuáles son los procesos terapéuticos que se tienen que seguir, cada caso es diferente, porque hay algunos que obedecen a desórdenes mentales, que con los que toman más tiempo y nosotros hemos vinculado ya a instancias de salud mental para tener un tratamiento más profundo”, detalló Melissa Vargas.


Seguimiento familiar

Aunado a ello, las conductas de los agresores que son reeducados para que ya no ejerzan la violencia de género, son consultadas con sus familiares, pues éstos son los que pueden dar testimonio del avance de la persona.

Para ello, los trabajadores sociales (hombres) acuden a los domicilios de los agresores para recabar información por parte de familiares (esposas, padres, hijos), o al centro de trabajo (si es el caso), a fin comprobar las modificaciones en la conducta.

Lo importante es que una vez que ellos concluyan las terapias, se puedan monitorear para ver que las apliquen en su entorno, es decir, comprobamos que ha habido una modificación en la conducta”.

De ser positivo el avance, el CEMyBS emite un dictamen en el que se afirma la conclusión del proceso de reeducación.


Inasistencias

Sin embargo, hay casos en los que los agresores simplemente dejan de ir a sus terapias o no acuden a ellas ni una sola vez.

Si uno de los agresores deja de acudir a sus terapias, se establece un foco amarillo y se notifica al remitente sobre el tema para que se establezcan otras medidas legales. De igual manera, cuando alguien nunca llegó, para nosotros es un caso rojo para que también se apliquen otras medidas”, sostuvo la vocal del CEMyBS.

Al ser cuestionada sobre si se han registrado reincidencias por parte de los hombres que son egresados de los Centros de Atención, y Reeducación para Personas que Ejercen Violencia de Género, la funcionaria estatal aseguró que a la fecha no se tiene un solo registro.


Atención sólo para hombres

Pese a que la violencia de género no sólo es ejercida por hombres, sólo la comunidad masculina recibe atención en los Centros de Atención y Reeducación para Personas que Ejercen Violencia de Género.

Desde su inicio de operaciones en septiembre de 2017, un total de siete mil 186 hombres generadores de violencia han sido reeducados.

De ellos, dos mil 756 fueron atendidos en el periodo septiembre 2017 a agosto de 2018; dos mil 443 en el periodo septiembre 2018 a agosto de 2019 y mil 987 de septiembre de 2019 a agosto de este año.

Sin embargo, las mujeres que son generadoras de violencia, reciben atención en los Centros de Atención Integral para la Mujer (CAIM), aseguró Melissa Vargas.

Nos hemos focalizado (en los centros) especialmente en los hombres, porque para el caso de las mujeres tenemos las Unidades de Atención. Cuando nosotros detectamos que llega una mujer que ejerce violencia cruzada, es decir, que ejerce violencia en contra de su pareja pero también la ejerce contra sus hijos e hijas, iniciamos el proceso de reeducación y se notifica al DIFEM”, declaró la vocal del CEMyBS.

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