/ lunes 30 de mayo de 2022

Contexto | Y sigue... la política como espectáculo


La clase política mexicana ya da pena.

La da desde hace muchos años.

Tal parece que todas sus biografías son las mismas.

Se creen tan diferentes cada uno que todos terminan pareciéndose entre sí…y al final de la historia son lo mismo.

La cultura del poder no ha cambiado…o lo ha hecho muy poco.

Los ritos, los mitos alrededor de sus personas parecen no cambiar.

¿Es entonces la sociedad la culpable?

¿Cómo se alimenta esa adoración a quienes detentan el poder? ¿es el hambre? ¿es la falta de esperanza en lo que puede realizar uno mismo?

¿Es desde la sociedad se construyen esos monstruos que parecen devorarnos?

Los ritos son los mismos desde hace mucho. Todo parece repetirse…“gracias señor presidente por los apoyos que nos da, gracias señor gobernador por el camino construido, gracias señor alcalde por traernos agua, gracias señor secretario por habernos autorizado la construcción de la escuela, gracias señor secretario del secretario particular del secretario por haberme ayudado con el oficio de recomendación, gracias señora presidenta honoraria por haberme mirado a su paso por la calle, gracias, muchas gracias señor jefe del departamento de limpia por haber pasado a recoger la basura que desde hace semanas esta en las calles, gracias señor responsable del agua por traérnosla, gracias señor, supremo, su alteza serenísima, crisol de la patria, joya de nuestra corona de espinas por habernos voltearnos a ver, por haberme dejado tomar una selfie, por haber besado a mi hija y con eso hacerme el milagrito de que tenga una buena vida, gracias por dejarme existir en la pobreza que tenemos desde hace siglos, gracias por hablar de nosotros los más desposeídos…gracias-gracias-gracias”…cuando solo era su obligación hacer todo lo que deberían hacer.

…pero al seguir todas las formas del poder casi igual…” con el sello particular del sexenio”, obviously …pero todos tienen sus coches oficiales, sus choferes, sus gastos de representación, su acceso simbólico a lo que tienen los que mas tienen, sus comidas que comparten con los magnates del país, pero que nunca ponen en su mesa a los mas pobres…esos solo son parte del discurso que los eterniza en el poder…

Hace mucho Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, decía que los gobernantes si quieren ser o sentirse de verdad parte del pueblo deberían vivir como los mas pobres que la sociedad tenga y alejarse de palacios, de comodidades, de los lujos que los rodean…es decir, ser normales como cualquier otro…

Pero no…los nuestros parecen vivir en otro mundo muy distinto al del resto de la sociedad…por eso se alejan y crean cada uno sus propias fantasías sobre los países, las regiones, las localidades que les corresponde vivir…ellos escriben su historia para ser los adorados del momento…

Los poderosos políticos en México no toleran el éxito de otros que les robe cámara en las primeras páginas de los diarios e ignoran y se pasan de largo los triunfos y reconocimientos de Eduardo Matos Moctezuma quien acaba de ganar el premio Princesa de Asturias por méritos propios, o el Checo Pérez quien ganó el Gran Premio de Mónaco o Eugenio Derbez que formó parte de la película CODA que ganó el Oscar a la mejor película...para ellos ningún tweet, ninguna mención en sus redes sociales…como si pareciera desprecio a los mexicanos que logran algo en el exterior…

Mientras siguen con sus palabras, sus pleitos por el poder, sus grabaciones, sus abrazos, sus engaños, sus frases para la historia, su histrionismo que solo nos empobrece…son ya de pena en una sociedad que se ha acostumbrado a vivir a la política como espectáculo.

Correo: contextotoluca@gmail.com


La clase política mexicana ya da pena.

La da desde hace muchos años.

Tal parece que todas sus biografías son las mismas.

Se creen tan diferentes cada uno que todos terminan pareciéndose entre sí…y al final de la historia son lo mismo.

La cultura del poder no ha cambiado…o lo ha hecho muy poco.

Los ritos, los mitos alrededor de sus personas parecen no cambiar.

¿Es entonces la sociedad la culpable?

¿Cómo se alimenta esa adoración a quienes detentan el poder? ¿es el hambre? ¿es la falta de esperanza en lo que puede realizar uno mismo?

¿Es desde la sociedad se construyen esos monstruos que parecen devorarnos?

Los ritos son los mismos desde hace mucho. Todo parece repetirse…“gracias señor presidente por los apoyos que nos da, gracias señor gobernador por el camino construido, gracias señor alcalde por traernos agua, gracias señor secretario por habernos autorizado la construcción de la escuela, gracias señor secretario del secretario particular del secretario por haberme ayudado con el oficio de recomendación, gracias señora presidenta honoraria por haberme mirado a su paso por la calle, gracias, muchas gracias señor jefe del departamento de limpia por haber pasado a recoger la basura que desde hace semanas esta en las calles, gracias señor responsable del agua por traérnosla, gracias señor, supremo, su alteza serenísima, crisol de la patria, joya de nuestra corona de espinas por habernos voltearnos a ver, por haberme dejado tomar una selfie, por haber besado a mi hija y con eso hacerme el milagrito de que tenga una buena vida, gracias por dejarme existir en la pobreza que tenemos desde hace siglos, gracias por hablar de nosotros los más desposeídos…gracias-gracias-gracias”…cuando solo era su obligación hacer todo lo que deberían hacer.

…pero al seguir todas las formas del poder casi igual…” con el sello particular del sexenio”, obviously …pero todos tienen sus coches oficiales, sus choferes, sus gastos de representación, su acceso simbólico a lo que tienen los que mas tienen, sus comidas que comparten con los magnates del país, pero que nunca ponen en su mesa a los mas pobres…esos solo son parte del discurso que los eterniza en el poder…

Hace mucho Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, decía que los gobernantes si quieren ser o sentirse de verdad parte del pueblo deberían vivir como los mas pobres que la sociedad tenga y alejarse de palacios, de comodidades, de los lujos que los rodean…es decir, ser normales como cualquier otro…

Pero no…los nuestros parecen vivir en otro mundo muy distinto al del resto de la sociedad…por eso se alejan y crean cada uno sus propias fantasías sobre los países, las regiones, las localidades que les corresponde vivir…ellos escriben su historia para ser los adorados del momento…

Los poderosos políticos en México no toleran el éxito de otros que les robe cámara en las primeras páginas de los diarios e ignoran y se pasan de largo los triunfos y reconocimientos de Eduardo Matos Moctezuma quien acaba de ganar el premio Princesa de Asturias por méritos propios, o el Checo Pérez quien ganó el Gran Premio de Mónaco o Eugenio Derbez que formó parte de la película CODA que ganó el Oscar a la mejor película...para ellos ningún tweet, ninguna mención en sus redes sociales…como si pareciera desprecio a los mexicanos que logran algo en el exterior…

Mientras siguen con sus palabras, sus pleitos por el poder, sus grabaciones, sus abrazos, sus engaños, sus frases para la historia, su histrionismo que solo nos empobrece…son ya de pena en una sociedad que se ha acostumbrado a vivir a la política como espectáculo.

Correo: contextotoluca@gmail.com