/ viernes 8 de noviembre de 2019

Con Valor Agregado | Bondades del Buen Fin


Se acerca el fin de semana más barato del año con el programa “El Buen Fin” en su novena edición. La expectativa es que las ventas crezcan en un 5% respecto a 2018 y se genere una derrama económica a nivel nacional de 120 mil millones de pesos. Por lo pronto, ya se rebasó en 9% el número de empresas registradas para participar en relación con el año anterior.

El objetivo del Buen Fin es reactivar la economía en un ejercicio de coordinación entre la iniciativa privada y el gobierno. Desde su primera edición, no hay año que no crezcan los resultados y se rebasen las expectativas. Por donde busquemos analizarlo, es un programa benéfico para la economía nacional y por supuesto que está sujeto a críticas, la principal radica en el cuestionamiento de quien es el más beneficiado, si el consumidor o el proveedor.

Deloitte en un estudio que hace de -El Buen Fin 2018- lo ha denominado un círculo virtuoso por el encadenamiento que logra generando producción, ventas, empleo y consumo. Entre sus principales conclusiones se encuentran que las compras durante este programa ayudan a los consumidores a ahorrar o planear mejor sus compras durante la época decembrina, que no interfiere con las compras que se hacen en fin de año, que ni la mitad de las compras se realizó con alguna forma de crédito, que la mayoría de los compradores acude directamente a las tiendas a comprar personalmente aún con la creciente tendencia del comercio electrónico.

Así mismo el anterior análisis detecta que los consumidores si son atraídos por las promociones y por que analizaron la compra, más que por impulso, que los compradores si comparan precios en diferentes establecimientos y que El Buen Fin es el tipo de promoción favorito por arriba de baratas, ventas nocturnas, ventas de fin de año y meses de ventas especiales.

También refleja los gustos de los consumidores en este ejercicio que radican en artículos electrónicos, enseres domésticos, ropa, teléfonos móviles, muebles, calzado, equipos de cómputo, entre otros. Y en conclusión que es un programa que si cumple con las expectativas de ahorro y satisfacción de compra.

Con toda esta información, vale la pena evaluar el sentido de un programa que en conclusión trae beneficios tanto para empresas como para consumidores. La clave está en llevar a cabo compras y ventas inteligentes; tanto con motivo de lograr ahorro en adquisiciones que se harían en cualquier otra época del año a mayor precio, como el hecho de mover inventarios que de igual forma se quedarían rezagados si no se ponen en promoción generando costos financieros.

No le busquemos el cómo no, apoyemos a nuestros generadores de empleo y encontremos beneficios claros de algo que sin duda es bueno para el país en estos momentos.

PRESIDENTA DE CCEM / @LauraGlezEDOMEX


Se acerca el fin de semana más barato del año con el programa “El Buen Fin” en su novena edición. La expectativa es que las ventas crezcan en un 5% respecto a 2018 y se genere una derrama económica a nivel nacional de 120 mil millones de pesos. Por lo pronto, ya se rebasó en 9% el número de empresas registradas para participar en relación con el año anterior.

El objetivo del Buen Fin es reactivar la economía en un ejercicio de coordinación entre la iniciativa privada y el gobierno. Desde su primera edición, no hay año que no crezcan los resultados y se rebasen las expectativas. Por donde busquemos analizarlo, es un programa benéfico para la economía nacional y por supuesto que está sujeto a críticas, la principal radica en el cuestionamiento de quien es el más beneficiado, si el consumidor o el proveedor.

Deloitte en un estudio que hace de -El Buen Fin 2018- lo ha denominado un círculo virtuoso por el encadenamiento que logra generando producción, ventas, empleo y consumo. Entre sus principales conclusiones se encuentran que las compras durante este programa ayudan a los consumidores a ahorrar o planear mejor sus compras durante la época decembrina, que no interfiere con las compras que se hacen en fin de año, que ni la mitad de las compras se realizó con alguna forma de crédito, que la mayoría de los compradores acude directamente a las tiendas a comprar personalmente aún con la creciente tendencia del comercio electrónico.

Así mismo el anterior análisis detecta que los consumidores si son atraídos por las promociones y por que analizaron la compra, más que por impulso, que los compradores si comparan precios en diferentes establecimientos y que El Buen Fin es el tipo de promoción favorito por arriba de baratas, ventas nocturnas, ventas de fin de año y meses de ventas especiales.

También refleja los gustos de los consumidores en este ejercicio que radican en artículos electrónicos, enseres domésticos, ropa, teléfonos móviles, muebles, calzado, equipos de cómputo, entre otros. Y en conclusión que es un programa que si cumple con las expectativas de ahorro y satisfacción de compra.

Con toda esta información, vale la pena evaluar el sentido de un programa que en conclusión trae beneficios tanto para empresas como para consumidores. La clave está en llevar a cabo compras y ventas inteligentes; tanto con motivo de lograr ahorro en adquisiciones que se harían en cualquier otra época del año a mayor precio, como el hecho de mover inventarios que de igual forma se quedarían rezagados si no se ponen en promoción generando costos financieros.

No le busquemos el cómo no, apoyemos a nuestros generadores de empleo y encontremos beneficios claros de algo que sin duda es bueno para el país en estos momentos.

PRESIDENTA DE CCEM / @LauraGlezEDOMEX