/ viernes 4 de octubre de 2019

Con Valor Agregado | La confianza del consumidor

Se publicó el Indicador de Confianza del Consumidor del INEGI correspondiente a Septiembre de 2019, presentando una variación positiva de tres puntos respecto al mismo mes del año anterior y de un punto respecto al mes anterior. Este indicador muestra el promedio de cinco factores que dan cuenta de la percepción sobre la situación económica actual del hogar de los entrevistados respecto al pasado y al futuro próximo.

Es de llamar la atención que uno de los componentes es la percepción de los consumidores sobre la situación económica esperada de los miembros del hogar dentro de los próximos 12 meses y su resultado presenta una variación negativa de -0.1 puntos; otro de los componentes refleja una percepción personal de la situación económica del país hoy en día comparada con la de hace 12 meses, pero el resultado es positivo en 9.3 puntos. Esto nos habla de que hay confianza en el presente, pero no en el futuro inmediato.

Estamos entrando en la etapa más importante del año en materia de consumo, que es el último trimestre y por estacionalidad tiende a repuntar en ventas por las festividades de fin de año y por otros eventos a considerar como el Buen Fin. Interesante percibir que a este punto del año no consideremos una visión positiva tan solo de los meses inmediatos.

Hemos pasado un 2019 con una contracción constante en la economía basada en factores económicos internacionales, pero también en factores meramente nacionales que invariablemente tienen impacto en la economía y en la percepción de los consumidores que prácticamente todos: absolutamente todos los habitantes de este país lo somos, sin importar edad, género, religión ubicación geográfica o actividad.

El consumo es un excelente termómetro del impacto de la situación económica, política y social de un país. Da señales del nivel de estabilidad, y de la necesidad de ajustar políticas públicas.

En este caso veremos el primer 4to trimestre del sexenio como prueba de lo que está funcionando y lo que no, del alineamiento que la política económica debe tener con un plan sexenal de gobierno y la prueba de que el impulso al desarrollo se puede traducir en bienestar.

La economía y el empleo no son temas menores, son pilares del sostenimiento de la inmensa mayoría de familias del país. Nadie desea el retroceso. Todos esperamos la transición hacia un país más limpio en términos de transparencia y honestidad, un país más seguro sin descuidar la paz, pero también la garantía de que sea un país justo, dinámico y progresista.

La prueba de fuego inicia en 2020 tras el cierre de un primer año de muchos cambios que podrán ser juzgados algunos para bien, otros para mal. Importante que no demos señales de pesimismo infundadas que alteren el ánimo y la estabilidad.

PRESIDENTA CCEM / @LauraGlezEDOMEX

Se publicó el Indicador de Confianza del Consumidor del INEGI correspondiente a Septiembre de 2019, presentando una variación positiva de tres puntos respecto al mismo mes del año anterior y de un punto respecto al mes anterior. Este indicador muestra el promedio de cinco factores que dan cuenta de la percepción sobre la situación económica actual del hogar de los entrevistados respecto al pasado y al futuro próximo.

Es de llamar la atención que uno de los componentes es la percepción de los consumidores sobre la situación económica esperada de los miembros del hogar dentro de los próximos 12 meses y su resultado presenta una variación negativa de -0.1 puntos; otro de los componentes refleja una percepción personal de la situación económica del país hoy en día comparada con la de hace 12 meses, pero el resultado es positivo en 9.3 puntos. Esto nos habla de que hay confianza en el presente, pero no en el futuro inmediato.

Estamos entrando en la etapa más importante del año en materia de consumo, que es el último trimestre y por estacionalidad tiende a repuntar en ventas por las festividades de fin de año y por otros eventos a considerar como el Buen Fin. Interesante percibir que a este punto del año no consideremos una visión positiva tan solo de los meses inmediatos.

Hemos pasado un 2019 con una contracción constante en la economía basada en factores económicos internacionales, pero también en factores meramente nacionales que invariablemente tienen impacto en la economía y en la percepción de los consumidores que prácticamente todos: absolutamente todos los habitantes de este país lo somos, sin importar edad, género, religión ubicación geográfica o actividad.

El consumo es un excelente termómetro del impacto de la situación económica, política y social de un país. Da señales del nivel de estabilidad, y de la necesidad de ajustar políticas públicas.

En este caso veremos el primer 4to trimestre del sexenio como prueba de lo que está funcionando y lo que no, del alineamiento que la política económica debe tener con un plan sexenal de gobierno y la prueba de que el impulso al desarrollo se puede traducir en bienestar.

La economía y el empleo no son temas menores, son pilares del sostenimiento de la inmensa mayoría de familias del país. Nadie desea el retroceso. Todos esperamos la transición hacia un país más limpio en términos de transparencia y honestidad, un país más seguro sin descuidar la paz, pero también la garantía de que sea un país justo, dinámico y progresista.

La prueba de fuego inicia en 2020 tras el cierre de un primer año de muchos cambios que podrán ser juzgados algunos para bien, otros para mal. Importante que no demos señales de pesimismo infundadas que alteren el ánimo y la estabilidad.

PRESIDENTA CCEM / @LauraGlezEDOMEX