/ lunes 22 de julio de 2019

Contexto | La policía de Toluca da miedo


Nuevamente se encontraban en el café del centro de la ciudad. Siempre buscaban un espacio tradicional frente a la invasión esas franquicias que despiden ese olor desagradable a grasa frente al olor de otros tiempos de chocolate caliente, de atole o de pan recién hecho.

Como cada lunes se reunían para desayunar antes de ir al trabajo. Al principio era para hablar de la jornada del futbol pero poco a poco la conversación se desviaba a hechos que ocurrían en la ciudad y su permanente tendencia al caos. Eso los ponía de malas. No era un buen comienzo de la semana… Al menos para tener buen humor.

Rodrigo fue el primero en tomar la palabra. Venía molesto y sacado de onda.

Empezó a contar.

“¿Se acuerdan de la parada ilegal de camiones que les conté el otro día? Pues hoy tuve la suerte de encontrarme a dos patrullas en esos operativos que están haciendo contra los coches no verificados, pero no a camiones ni a taxis, y les pedí que si podían ayudar a poner orden y prohibirles a los camiones que se pararan frente al jardín pues habían traído desorden, basura, temor de las mujeres a pasar por ahí… Ya saben todo el cuento… Y ¿cuál creen que fue su respuesta?... Uy jefe tiene usted razón pero usted debe primer mandar un oficio al Ayuntamiento con muchas firmas de los vecinos y entonces ya procedemos… Pero si es una violación flagrante, les respondí, porque no actúan… Uy jefe mire pues no hay otra haga mejor el escrito. Se imaginan mi frustración…”

Pedro, se re-acomodo en su silla mientras daba un sorbo de café. “Hijos de su madre así son siempre, sólo actúan o contra los jodidos o contra las señoras asustadas que van al volante… Es el mismo desmadre con la policía todo el tiempo…el otro día entraron al departamento de un amigo a robarle…bueno le robaron…llamo a la policía y llegaron…solo fueron a interrogar a mi amigo, en una libreta vieja escribieron su nombre y algunas cosas de las robadas y se fueron…y ya…solo recomendaron que levantará una denuncia…y ya…mi amigo se quedó frustrado, sin ánimos, se sintió desprotegido, inseguro, molesto pues el interrogatorio era como si el mismo se hubiera robado… La verdad la policía no entiende las cosas, los sentimientos y las necesidades de la gente”.

Cada uno tenía su propia historia de frustración con la policía de Toluca, pero el sentimiento era el mismo: la policía de Toluca, da miedo, no da confianza, no es amable y tienen un concepto de autoridad que no entienden… La verdad es mala.

El sentimiento de miedo, de desconfianza que da la policía en Toluca está muy expandido. Ya no solo por su ineficiencia para combatir el crimen que va en aumento en la ciudad sino en su actitud frente a los ciudadanos. Y eso es muy grave.

No es una policía que ayude a prevenir o que ayude a respetar el orden y las leyes. Es una policía hecha para castigar y así el ciudadano se siente agredido. No tienen una filosofía de servicio. Los ejemplos abundan y no solo en hechos graves como el robo en casas, en la calle, en el transporte sino en cosas tan simples como el tránsito. En los operativos contra los coches no verificados ni siquiera ponen una manta que indique que tipo de operativo hacen… Uno no sabe si es un operativo contra las drogas, contra los coches chocolate… O si es un operativo conformado por puros delincuentes… Deberían mejor hacer una policía para el cuidado del medio ambiente y así darle claridad y transparencia alas cosas… Pero no, tal parece que a los ciudadanos se les debe joder a la mala…educar por el miedo y no por la convicción al respeto a la ley y a las normas.

Jesús, el de mayor edad del grupo, recordaba con cierta nostalgia aquellos años, cuando era niño, en los que la policía municipal desfilaba el 20 de noviembre y a su paso la gente les aplaudía.

Esos años al parecer nunca volverán… A mí si… La policía en Toluca me da miedo y no tengo confianza para acercarme a ella.


Nuevamente se encontraban en el café del centro de la ciudad. Siempre buscaban un espacio tradicional frente a la invasión esas franquicias que despiden ese olor desagradable a grasa frente al olor de otros tiempos de chocolate caliente, de atole o de pan recién hecho.

Como cada lunes se reunían para desayunar antes de ir al trabajo. Al principio era para hablar de la jornada del futbol pero poco a poco la conversación se desviaba a hechos que ocurrían en la ciudad y su permanente tendencia al caos. Eso los ponía de malas. No era un buen comienzo de la semana… Al menos para tener buen humor.

Rodrigo fue el primero en tomar la palabra. Venía molesto y sacado de onda.

Empezó a contar.

“¿Se acuerdan de la parada ilegal de camiones que les conté el otro día? Pues hoy tuve la suerte de encontrarme a dos patrullas en esos operativos que están haciendo contra los coches no verificados, pero no a camiones ni a taxis, y les pedí que si podían ayudar a poner orden y prohibirles a los camiones que se pararan frente al jardín pues habían traído desorden, basura, temor de las mujeres a pasar por ahí… Ya saben todo el cuento… Y ¿cuál creen que fue su respuesta?... Uy jefe tiene usted razón pero usted debe primer mandar un oficio al Ayuntamiento con muchas firmas de los vecinos y entonces ya procedemos… Pero si es una violación flagrante, les respondí, porque no actúan… Uy jefe mire pues no hay otra haga mejor el escrito. Se imaginan mi frustración…”

Pedro, se re-acomodo en su silla mientras daba un sorbo de café. “Hijos de su madre así son siempre, sólo actúan o contra los jodidos o contra las señoras asustadas que van al volante… Es el mismo desmadre con la policía todo el tiempo…el otro día entraron al departamento de un amigo a robarle…bueno le robaron…llamo a la policía y llegaron…solo fueron a interrogar a mi amigo, en una libreta vieja escribieron su nombre y algunas cosas de las robadas y se fueron…y ya…solo recomendaron que levantará una denuncia…y ya…mi amigo se quedó frustrado, sin ánimos, se sintió desprotegido, inseguro, molesto pues el interrogatorio era como si el mismo se hubiera robado… La verdad la policía no entiende las cosas, los sentimientos y las necesidades de la gente”.

Cada uno tenía su propia historia de frustración con la policía de Toluca, pero el sentimiento era el mismo: la policía de Toluca, da miedo, no da confianza, no es amable y tienen un concepto de autoridad que no entienden… La verdad es mala.

El sentimiento de miedo, de desconfianza que da la policía en Toluca está muy expandido. Ya no solo por su ineficiencia para combatir el crimen que va en aumento en la ciudad sino en su actitud frente a los ciudadanos. Y eso es muy grave.

No es una policía que ayude a prevenir o que ayude a respetar el orden y las leyes. Es una policía hecha para castigar y así el ciudadano se siente agredido. No tienen una filosofía de servicio. Los ejemplos abundan y no solo en hechos graves como el robo en casas, en la calle, en el transporte sino en cosas tan simples como el tránsito. En los operativos contra los coches no verificados ni siquiera ponen una manta que indique que tipo de operativo hacen… Uno no sabe si es un operativo contra las drogas, contra los coches chocolate… O si es un operativo conformado por puros delincuentes… Deberían mejor hacer una policía para el cuidado del medio ambiente y así darle claridad y transparencia alas cosas… Pero no, tal parece que a los ciudadanos se les debe joder a la mala…educar por el miedo y no por la convicción al respeto a la ley y a las normas.

Jesús, el de mayor edad del grupo, recordaba con cierta nostalgia aquellos años, cuando era niño, en los que la policía municipal desfilaba el 20 de noviembre y a su paso la gente les aplaudía.

Esos años al parecer nunca volverán… A mí si… La policía en Toluca me da miedo y no tengo confianza para acercarme a ella.