/ lunes 5 de octubre de 2020

Contexto | Necropolítica


“La pandemia está y sigue…y no sabemos para cuándo”, era la reflexión que hacia uno de los miembros del grupo que trataba de comprender hacia donde se iba en estos días en los que se pierde la noción del tiempo y muchas veces del espacio.

Pandemus, Calamitatis, y Tristitia se reunían, como siempre para tratar de explicar lo que sucedía en los tiempos nuestros de encierro y de dirigentes políticos pasmados ante lo imprevisible y su falta de claridad sobre el camino a seguir.

Mientras los muertos se acumulan y a los gobiernos parece no importarle.

“En el centro de todo, decía Pandemus, está no la salud sino la muerte misma…y su administración como fenómeno del poder”

“Mmmm…, reflexionaba Calamitatis, más bien el poder de los que gobiernan está llevando a que esta tragedia aleje a los hombres unos de otros, el poder usa el miedo como método de control social…por eso la amenaza de los semáforos…la prolongación de la pandemia que les conviene a los del poder para controlar a las sociedades…pero solo están creando un volcán. Por eso nos llevan de semáforo en semáforo a su antojo, a lo que dicte en interés político para mantener paralizada, temerosa a la sociedad”.

“Para mí, sostiene, Tristitia, el miedo es lo que se alimenta y no las alternativas para prevenir. Por eso el debate inútil cobre el cubre bocas…para crear incertidumbre, para que la desconfianza aumente entre unos y otros y porque los muertos lo son porque ellos tienen la culpa, por gordos, por diabéticos, por hipertensos, porque fumaban…jamás porque el sistema de salud no funcionara por falta de insumos, por falta de medios”

“Los políticos y los responsables de la salud no dan tregua….por eso hablan todos los días, Ya no hay tregua. No se la dan a la sociedad.”

“Nos regimos por el terror y el espanto. Y nos asustan en todos lados”, coinciden los tres, mientras los humanos que no creían lo empiezan a hacer porque cada vez más cerca saben de muertos que les llegan y están a merced del gobierno, de lo que pueda decir o no sobre nuestras vidas. De ellos dependemos para poder seguir. Al menos así lo parece”.

“Es la necropolítica (de necros que significa muerte), es decir, al uso del poder político para dictar como podemos vivir y cómo podemos morir.

Se pretende controlar más allá de nuestras propias voluntades o deseos.

No nos revelamos. Y, por ahora, nos plegamos a la voluntad de otros.

Cuan rebaño nos dirigen para decir cuando, en que zona, en que hospital podemos morir o no.

Ellos nos suministran la medicina, tienen el control de todo.

Nadie por sí mismo tiene acceso al medicamento. Son ellos el único filtro, el único guardián de nuestra salud, de nuestro futuro. Son los necropolíticos: los emisarios de la muerte, de nuestra muerte”.

Pandemus, Calamitatis, y Tristitia reflexionaban sobre esta realidad que controla aún más a las sociedades mientras en muchas las desigualdades crecen, las diferencias se acentúan y todos están como pasmados.

La necropolitica parece había llegado para quejarse, incrustada en las estructuras del gobierno había ya creado a sus propios actores, los responsables de la tragedia que deciden quien va al cielo o al infierno.

Achille Mbembe, un filósofo camerunés, ha abordado el tema y lo desarrolla. Hoy con la pandemia, la tanatopolitica se presenta con toda su crudeza y violencia.

Nuevamente las sociedades se enfrentan y padecen esos fenómenos del poder que combinados con los discursos políticos debilitan a las sociedades y las hacen más sumisas ante quienes detentan el poder político.

Nuevos amos con viejas estructuras.



Correo: contextotoluca@gmail.com


“La pandemia está y sigue…y no sabemos para cuándo”, era la reflexión que hacia uno de los miembros del grupo que trataba de comprender hacia donde se iba en estos días en los que se pierde la noción del tiempo y muchas veces del espacio.

Pandemus, Calamitatis, y Tristitia se reunían, como siempre para tratar de explicar lo que sucedía en los tiempos nuestros de encierro y de dirigentes políticos pasmados ante lo imprevisible y su falta de claridad sobre el camino a seguir.

Mientras los muertos se acumulan y a los gobiernos parece no importarle.

“En el centro de todo, decía Pandemus, está no la salud sino la muerte misma…y su administración como fenómeno del poder”

“Mmmm…, reflexionaba Calamitatis, más bien el poder de los que gobiernan está llevando a que esta tragedia aleje a los hombres unos de otros, el poder usa el miedo como método de control social…por eso la amenaza de los semáforos…la prolongación de la pandemia que les conviene a los del poder para controlar a las sociedades…pero solo están creando un volcán. Por eso nos llevan de semáforo en semáforo a su antojo, a lo que dicte en interés político para mantener paralizada, temerosa a la sociedad”.

“Para mí, sostiene, Tristitia, el miedo es lo que se alimenta y no las alternativas para prevenir. Por eso el debate inútil cobre el cubre bocas…para crear incertidumbre, para que la desconfianza aumente entre unos y otros y porque los muertos lo son porque ellos tienen la culpa, por gordos, por diabéticos, por hipertensos, porque fumaban…jamás porque el sistema de salud no funcionara por falta de insumos, por falta de medios”

“Los políticos y los responsables de la salud no dan tregua….por eso hablan todos los días, Ya no hay tregua. No se la dan a la sociedad.”

“Nos regimos por el terror y el espanto. Y nos asustan en todos lados”, coinciden los tres, mientras los humanos que no creían lo empiezan a hacer porque cada vez más cerca saben de muertos que les llegan y están a merced del gobierno, de lo que pueda decir o no sobre nuestras vidas. De ellos dependemos para poder seguir. Al menos así lo parece”.

“Es la necropolítica (de necros que significa muerte), es decir, al uso del poder político para dictar como podemos vivir y cómo podemos morir.

Se pretende controlar más allá de nuestras propias voluntades o deseos.

No nos revelamos. Y, por ahora, nos plegamos a la voluntad de otros.

Cuan rebaño nos dirigen para decir cuando, en que zona, en que hospital podemos morir o no.

Ellos nos suministran la medicina, tienen el control de todo.

Nadie por sí mismo tiene acceso al medicamento. Son ellos el único filtro, el único guardián de nuestra salud, de nuestro futuro. Son los necropolíticos: los emisarios de la muerte, de nuestra muerte”.

Pandemus, Calamitatis, y Tristitia reflexionaban sobre esta realidad que controla aún más a las sociedades mientras en muchas las desigualdades crecen, las diferencias se acentúan y todos están como pasmados.

La necropolitica parece había llegado para quejarse, incrustada en las estructuras del gobierno había ya creado a sus propios actores, los responsables de la tragedia que deciden quien va al cielo o al infierno.

Achille Mbembe, un filósofo camerunés, ha abordado el tema y lo desarrolla. Hoy con la pandemia, la tanatopolitica se presenta con toda su crudeza y violencia.

Nuevamente las sociedades se enfrentan y padecen esos fenómenos del poder que combinados con los discursos políticos debilitan a las sociedades y las hacen más sumisas ante quienes detentan el poder político.

Nuevos amos con viejas estructuras.



Correo: contextotoluca@gmail.com