/ viernes 19 de mayo de 2023

Pensamiento Universitario | El deporte como política pública

En conferencia de prensa realizada en días pasados, el Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem), a través de su presidente, el señor Gilberto Sauza, y del ex medallista olímpico Fernando Platas, propusieron a las dos candidatas a la gubernatura de la entidad considerar al deporte como una política pública.

Al destacar los beneficios de la práctica de esta disciplina en la población en general, particularmente entre los jóvenes, hablaron de la necesidad de crear un instituto autónomo, con recursos suficientes y la participación de otras instancias, entre ellas las de salud y educación.

Desde luego, la sugerencia es bienvenida, y mejor si se pudiese complementar con el apoyo del gremio industrial en la creación y mantenimiento de proyectos comunitarios relativos al tema, sobre todo orientados a los sectores de menor edad, por ser quienes mayormente requieren de formas positivas de desarrollo y estilos de vida sanos, al estar expuestos a contextos difíciles, susceptibles de derivar en alcoholismo, drogadicción y delincuencia.

La práctica deportiva es indispensable en las personas, y por ello su atención debiera ser una prioridad en los planes y programas de cualquier nivel educativo y de gobierno. En nuestro país muchas cosas cambiarían para bien si la mentalidad de las autoridades funcionara en el sentido correcto, y pudieran comprender lo conveniente de impulsar la costumbre del ejercicio, reconociendo en ello un recurso bastante efectivo en cuanto a conservar y mejorar la salud, e incluso en la interacción social de los individuos.

Dentro de la amplia variedad de los graves problemas actuales, sin duda destacan los ocasionados por el sobrepeso y la obesidad, en gran medida relacionados con la inactividad física, y cuyos indicadores tienden a incrementarse, pues el sedentarismo se arraiga en porcentajes de verdadera alarma y cada vez se está más lejos de cumplir con los estándares mínimos del movimiento corporal recomendado en el ser humano.

Según datos oficiales, el aumento en el número de afectados por estos males, aunado al de la diabetes, ha requerido de cantidades realmente impresionantes, de miles de millones de pesos al año, para proporcionar la indispensable atención; aunque eso fue hasta antes de imponerse la austeridad perniciosa del presente régimen.

Sin duda, un proyecto de vida favorable debiera incluir el ejercicio físico constante, tomando en cuenta sus grandes ventajas al contrarrestar diversas enfermedades crónicas o temporales. Por eso, la obligación de cualquier burocracia, gubernamental o educativa, es dejar a un lado ocurrencias y demagogia, y trabajar en una oferta amplia y bien organizada, con el objetivo de proveer a ciudadanos y educandos de una infraestructura digna, con equipamiento, variedad de servicios y una atención realmente profesional, en lo relativo a entrenadores, médicos, nutriólogos y psicólogos.

Por desgracia, mientras no se tenga una clara comprensión del problema y la firme voluntad de resolverlo, seguiremos en el atraso, teniendo al frente de secretarías, institutos o direcciones a personajes nefastos, depredadores al estilo de los actuales mandos de la Conade y sus cínicos padrinos, sin ideas ni interés por impulsar el desarrollo deportivo, a quienes sólo les importa acceder a salarios y prestaciones de lujo, y rodearse de incondicionales igualmente inútiles e inmorales.

Ingeniero civil, profesor de tiempo completo en la UAEM.

juancuencadiaz@hotmail.com

En conferencia de prensa realizada en días pasados, el Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem), a través de su presidente, el señor Gilberto Sauza, y del ex medallista olímpico Fernando Platas, propusieron a las dos candidatas a la gubernatura de la entidad considerar al deporte como una política pública.

Al destacar los beneficios de la práctica de esta disciplina en la población en general, particularmente entre los jóvenes, hablaron de la necesidad de crear un instituto autónomo, con recursos suficientes y la participación de otras instancias, entre ellas las de salud y educación.

Desde luego, la sugerencia es bienvenida, y mejor si se pudiese complementar con el apoyo del gremio industrial en la creación y mantenimiento de proyectos comunitarios relativos al tema, sobre todo orientados a los sectores de menor edad, por ser quienes mayormente requieren de formas positivas de desarrollo y estilos de vida sanos, al estar expuestos a contextos difíciles, susceptibles de derivar en alcoholismo, drogadicción y delincuencia.

La práctica deportiva es indispensable en las personas, y por ello su atención debiera ser una prioridad en los planes y programas de cualquier nivel educativo y de gobierno. En nuestro país muchas cosas cambiarían para bien si la mentalidad de las autoridades funcionara en el sentido correcto, y pudieran comprender lo conveniente de impulsar la costumbre del ejercicio, reconociendo en ello un recurso bastante efectivo en cuanto a conservar y mejorar la salud, e incluso en la interacción social de los individuos.

Dentro de la amplia variedad de los graves problemas actuales, sin duda destacan los ocasionados por el sobrepeso y la obesidad, en gran medida relacionados con la inactividad física, y cuyos indicadores tienden a incrementarse, pues el sedentarismo se arraiga en porcentajes de verdadera alarma y cada vez se está más lejos de cumplir con los estándares mínimos del movimiento corporal recomendado en el ser humano.

Según datos oficiales, el aumento en el número de afectados por estos males, aunado al de la diabetes, ha requerido de cantidades realmente impresionantes, de miles de millones de pesos al año, para proporcionar la indispensable atención; aunque eso fue hasta antes de imponerse la austeridad perniciosa del presente régimen.

Sin duda, un proyecto de vida favorable debiera incluir el ejercicio físico constante, tomando en cuenta sus grandes ventajas al contrarrestar diversas enfermedades crónicas o temporales. Por eso, la obligación de cualquier burocracia, gubernamental o educativa, es dejar a un lado ocurrencias y demagogia, y trabajar en una oferta amplia y bien organizada, con el objetivo de proveer a ciudadanos y educandos de una infraestructura digna, con equipamiento, variedad de servicios y una atención realmente profesional, en lo relativo a entrenadores, médicos, nutriólogos y psicólogos.

Por desgracia, mientras no se tenga una clara comprensión del problema y la firme voluntad de resolverlo, seguiremos en el atraso, teniendo al frente de secretarías, institutos o direcciones a personajes nefastos, depredadores al estilo de los actuales mandos de la Conade y sus cínicos padrinos, sin ideas ni interés por impulsar el desarrollo deportivo, a quienes sólo les importa acceder a salarios y prestaciones de lujo, y rodearse de incondicionales igualmente inútiles e inmorales.

Ingeniero civil, profesor de tiempo completo en la UAEM.

juancuencadiaz@hotmail.com