/ miércoles 20 de mayo de 2020

Subrayando | El virus y los abuelos



Según la información proporcionada con motivo de la pandemia, los adultos mayores están entre los más vulnerables, por lo que se hacen numerosas recomendaciones para evitar contagios.

En los últimos días, he recibido llamadas de conocidas y amigas
verdaderamente angustiadas, con la voz entrecortada por el llanto, me
platicaban la situación que estaban viviendo, cualquiera pensaría que
es la misma que padecen la mayoría de las personas, pero no es así
ellas son adultos mayores.

Están solas en su casa, y aunque la mayoría tiene más de un hijo, y
nietos, de vez en cuanto reciben una llamada; las afortunadas reciben
la visita de alguno de sus hijos, y en algunos casos el hijo con el
afán de protegerlas, verdaderamente no las dejan salir, ni a la
puerta. A tal grado que ni hablar con la vecina.

Me decían “A veces solo vienen a regañarme, y a prohibirme cosas
nuevas”. “Estando sola, muy sola, me empieza a doler todo, si no es
una cosa es otra, me imagino lo peor, que es una cosa grave, pero
pienso que sería peor ir al hospital, por eso no digo nada”.

” Si tan solo los cuidados y las advertencias tuvieran palabras de
ternura, de cariño, si una llamada diaria por hijo recibiera, si esa
soledad se llenara con amor me parecería que la pandemia también tiene
algo bueno que dar.”

“Solo pienso en los problemas por los que pasan algunos miembros de mi
familia, “Que ya no tienen trabajo”, “que les pagan la mitad de su
sueldo”, “que se presenta la violencia, en sus casas cuando no
existía””, que tienen que vender algo para sobrellevar lo que viene”.
Cualquiera pensaría que esos ya no son mis problemas, pero la verdad
es que si son, yo no puedo arreglarlos, pero los siento”

“A veces hablo sola, creo que me estoy volviendo loca, o pienso que ya
no sirvo para nada, y que sería mejor morir”,”- Mis prioridades han
cambiado, vestidos, adornos se han quedado en los cajones, o en los
retratos, realmente no los necesito, y pienso que ya no los voy a
necesitar”

“Lo peor de esta pandemia, que parece pesadilla, es la soledad”, y
cuando uno está viejo no solamente la siente sino le duele pensar que
no hay nadie que piense en el daño que está haciendo”. Y que solo se
puede curar o cuando menos atenuar, con cariño, con amor, que siempre
estoy dispuesta a dar porque la soledad ha mostrado que me sobra”.

Y las lágrimas de muchos adultos mayores, llegaron hasta aquí. Ojala
las vean y las consuelen en cada casa cerrada por la pandemia.

@yolandasenties



Según la información proporcionada con motivo de la pandemia, los adultos mayores están entre los más vulnerables, por lo que se hacen numerosas recomendaciones para evitar contagios.

En los últimos días, he recibido llamadas de conocidas y amigas
verdaderamente angustiadas, con la voz entrecortada por el llanto, me
platicaban la situación que estaban viviendo, cualquiera pensaría que
es la misma que padecen la mayoría de las personas, pero no es así
ellas son adultos mayores.

Están solas en su casa, y aunque la mayoría tiene más de un hijo, y
nietos, de vez en cuanto reciben una llamada; las afortunadas reciben
la visita de alguno de sus hijos, y en algunos casos el hijo con el
afán de protegerlas, verdaderamente no las dejan salir, ni a la
puerta. A tal grado que ni hablar con la vecina.

Me decían “A veces solo vienen a regañarme, y a prohibirme cosas
nuevas”. “Estando sola, muy sola, me empieza a doler todo, si no es
una cosa es otra, me imagino lo peor, que es una cosa grave, pero
pienso que sería peor ir al hospital, por eso no digo nada”.

” Si tan solo los cuidados y las advertencias tuvieran palabras de
ternura, de cariño, si una llamada diaria por hijo recibiera, si esa
soledad se llenara con amor me parecería que la pandemia también tiene
algo bueno que dar.”

“Solo pienso en los problemas por los que pasan algunos miembros de mi
familia, “Que ya no tienen trabajo”, “que les pagan la mitad de su
sueldo”, “que se presenta la violencia, en sus casas cuando no
existía””, que tienen que vender algo para sobrellevar lo que viene”.
Cualquiera pensaría que esos ya no son mis problemas, pero la verdad
es que si son, yo no puedo arreglarlos, pero los siento”

“A veces hablo sola, creo que me estoy volviendo loca, o pienso que ya
no sirvo para nada, y que sería mejor morir”,”- Mis prioridades han
cambiado, vestidos, adornos se han quedado en los cajones, o en los
retratos, realmente no los necesito, y pienso que ya no los voy a
necesitar”

“Lo peor de esta pandemia, que parece pesadilla, es la soledad”, y
cuando uno está viejo no solamente la siente sino le duele pensar que
no hay nadie que piense en el daño que está haciendo”. Y que solo se
puede curar o cuando menos atenuar, con cariño, con amor, que siempre
estoy dispuesta a dar porque la soledad ha mostrado que me sobra”.

Y las lágrimas de muchos adultos mayores, llegaron hasta aquí. Ojala
las vean y las consuelen en cada casa cerrada por la pandemia.

@yolandasenties