/ lunes 14 de febrero de 2022

Contexto | México: pedagogía del poder

México tiene dos referentes para la formación de la conducta social: el gobierno y las iglesias…y bien se podrían agregar a los medios de comunicación que reproducen el discurso, la moral, las visiones que vienen desde esos poderes…y del suyo propio.

Son dos instancias muy poderosas en la sociedad mexicana y ambas tienen, al menos en las décadas recientes, un destinatario común: los más pobres del país. A ellos van dirigidos muchos de los mensajes que invitan o a la resignación o a la esperanza de futuros que nunca llegan. Ambos prometen un paraíso, sea celestial o terrenal, que llegara tarde o temprano. Ambas siempre se refieren a futuros que nunca llegan…por eso es que aman la reproducción de los pobres por solo en ellos encuentran sentido y contenido sus discursos cotidianos. A ambas les favorece la existencia de masas pobres. Sin ellas su discurso carecería de sentido.

Hoy hay más pobres en México y eso les favorece y los fortalece. Mantienen a masas mendicantes que solo dependen de ellos para su salvación…y bienestar.

Ambos discursos traen consigo una pedagogía perversa hacia toda la sociedad para que quienes más tienen vivan en paz. Su dependencia, por esos futuros prometidos, las hace aún más mendicantes y dependientes. No son liberadores sino esclavisantes.

El contenido de sus palabras tiene una gran carga simbólica que es adoptada por quienes los escuchan. De sus discursos, y de manera simbólica, aprenden que estar en pobreza trae beneficios dados desde el poder político o el poder espiritual y con ello refuerzan el grillete que los domina.

La existencia de tantos pobres ha hecho que la base social del crimen organizado sea tan amplia porque los libera y los lleva, así sea temporalmente, al paraíso prometido por los dos discursos anteriores. Con ello se confrontan a los dos poderes. A uno debilitándolo políticamente y ganándole territorio y a otro en los valores que lo sostienen en lo espiritual y el pecado entonces es irrelevante.

El ejercicio del poder tiene una pedagogía, es decir, una enseñanza en las maneras de ser, en el comportamiento y en el uso del lenguaje. De eso parecen no darse cuenta quienes lo ejercen y en eso llevan su propia debilidad y su decadencia, asi sea lenta en el tiempo.

Los poderes en México tienen, en su ejercicio, una pedagogía que no es virtuosa para la sociedad. Llenas de doble moral entre sus palabras y acciones lo único que han logrado es hacer una sociedad cada vez más polarizada y fragmentada…y eso no es bueno para México.

Correo: contextotoluca@gmail.com

México tiene dos referentes para la formación de la conducta social: el gobierno y las iglesias…y bien se podrían agregar a los medios de comunicación que reproducen el discurso, la moral, las visiones que vienen desde esos poderes…y del suyo propio.

Son dos instancias muy poderosas en la sociedad mexicana y ambas tienen, al menos en las décadas recientes, un destinatario común: los más pobres del país. A ellos van dirigidos muchos de los mensajes que invitan o a la resignación o a la esperanza de futuros que nunca llegan. Ambos prometen un paraíso, sea celestial o terrenal, que llegara tarde o temprano. Ambas siempre se refieren a futuros que nunca llegan…por eso es que aman la reproducción de los pobres por solo en ellos encuentran sentido y contenido sus discursos cotidianos. A ambas les favorece la existencia de masas pobres. Sin ellas su discurso carecería de sentido.

Hoy hay más pobres en México y eso les favorece y los fortalece. Mantienen a masas mendicantes que solo dependen de ellos para su salvación…y bienestar.

Ambos discursos traen consigo una pedagogía perversa hacia toda la sociedad para que quienes más tienen vivan en paz. Su dependencia, por esos futuros prometidos, las hace aún más mendicantes y dependientes. No son liberadores sino esclavisantes.

El contenido de sus palabras tiene una gran carga simbólica que es adoptada por quienes los escuchan. De sus discursos, y de manera simbólica, aprenden que estar en pobreza trae beneficios dados desde el poder político o el poder espiritual y con ello refuerzan el grillete que los domina.

La existencia de tantos pobres ha hecho que la base social del crimen organizado sea tan amplia porque los libera y los lleva, así sea temporalmente, al paraíso prometido por los dos discursos anteriores. Con ello se confrontan a los dos poderes. A uno debilitándolo políticamente y ganándole territorio y a otro en los valores que lo sostienen en lo espiritual y el pecado entonces es irrelevante.

El ejercicio del poder tiene una pedagogía, es decir, una enseñanza en las maneras de ser, en el comportamiento y en el uso del lenguaje. De eso parecen no darse cuenta quienes lo ejercen y en eso llevan su propia debilidad y su decadencia, asi sea lenta en el tiempo.

Los poderes en México tienen, en su ejercicio, una pedagogía que no es virtuosa para la sociedad. Llenas de doble moral entre sus palabras y acciones lo único que han logrado es hacer una sociedad cada vez más polarizada y fragmentada…y eso no es bueno para México.

Correo: contextotoluca@gmail.com