La formación en el hogar y en el aula es complementaria para formar ciudadanos del mundo
La Reforma Educativa reorienta el rumbo de la educación pública en nuestro país que en las últimas tres décadas hubo de naufragar hacia una suerte de persecución magisterial.
Atiende reclamos de la Sociedad Civil que se expresaron en las audiencias públicas sobre la reforma educativa, pero también reclamos sentidos de los maestros de nuestro país.
Por ejemplo, avanzamos en la eliminación de las evaluaciones punitivas, asegurando el debido respeto a los derechos laborales de los trabajadores de la educación. Esto es, terminaremos con la práctica de que con el pretexto de evaluar a los docentes se hizo una auténtica cacería de brujas que lo único que buscaba era eliminar la disidencia magisterial y obligar las lealtades al antiguo régimen.
De la misma manera, lograremos la reinstalación de las y los maestros cesados a raíz de la reforma educativa de 2013, en una de las páginas más vergonzosas de las historia magisterial de nuestro país. Nunca más los maestros serán tratados como delincuentes y si en cambio, resarcidos en su dignidad como formadores del cambio social.
Con los cambios legales que estamos proponiendo, los docentes tendrán derecho a un sistema de formación y actualización gratuito y se revalorizará su función como eje para la transformación del país mediante el sistema nacional de mejora continúan de la educación. Ese y no otro fue el espíritu de la creación de la carrera magisterial en aquel movimiento que lanzó a las calles a cientos de miles de maestros en 1989.
Del mismo modo, con la reforma las niñas y los niños, adolescentes y jóvenes serán el centro de la educación del país, los adultos mayores tendrán asegurada la posibilidad de ingresar a las instituciones educativas. Se garantiza la educación de las personas con discapacidad, la educación en los pueblos y comunidades indígenas serán inclusivas, interculturales y plurilingües, con perspectiva de género, con respeto a los derechos humanos y la educación superior será obligatoria.
La escuela es formadora de conciencias y de ciudadanos. El nuevo modelo educativo promueve el máximo logro de aprendizaje en el aula, una educación para las diferentes realidades de México y se educará para la vida, no solo capacidades cognitivas, sino socioemocionales y cívicas.
Estamos convencidos de la necesidad de transformar culturalmente a nuestro país con dos objetivos muy claros y donde el nuevo modelo educativo se inserta: la formación de ciudadanos demócratas y honestos, políticamente libres y alejados de la corrupción.
Siendo fundamental la formación en el hogar en la construcción de valores cívicos, es importantísimo que ese mismo modelo se refleje y amplíe en la escuela, con las herramientas de la ciencia, las humanidades y las artes.
